La revelación del jefe de los servicios de inteligencia ucranianos a una cadena de televisión estadounidense (1), que la esperanza de vida de Vladimir Putin terminaría naturalmente al cabo del 2023, o principios del 2024, han relanzado las previsiones de una solución negociada para la guerra en Ucrania, supuestamente antes de su conjetural fallecimiento. Pero las versiones que circulan, dependen aún de factores cuya evolución inmediata resulta difícil de prever, particularmente si el bombardeo ruso contra las infraestructuras civiles en Ucrania, quebraran o no, la capacidad de resistencia de la población.
La relación de fuerzas en la 4 provincias ucranianas vecinas a Rusia bajo control militar de Moscú (2) equivale a una suerte de empate en el cual Putin no puede ordenar entrar y estacionar fuerzas de ocupación permanentes, ante la capacidad militar ucraniana de aniquilarlas con los misiles y obuses modernos de origen estadounidense y francés. Este poderío se ve reforzado por la entrega a Ucrania de tanques alemanes y franceses de los años 80 y 90, actualmente en curso de ser reemplazados por otros más modernos en ambos países. Ucrania podría entonces despojarse de sus vetustos tanques de origen « soviético », y mejorar su capacidad ofensiva.
Sin embargo, todo esto no le alcanza al gobierno de Kiev para instalar de forma inamovible una fuerza permanente que recupere la soberanía de las cuatro provincias perdidas en 2014, anexadas en 2022, sin contar con la aspiración de también quitarle a Rusia el dominio de Crimea, anexada asimismo en 2014. El poder de fuego inagotable de Moscú hacen de momento imposible saciar estas aspiraciones del presidente Volodimir Zelensky, incluso tomando en cuenta la cesión de una inminente entrega de cañones « Ceasar » por parte de Francia, debido a la triangulación pactada de varias unidades inicialmente compradas a Paris por Dinamarca, en via de ser remitidas a Ucrania, junto a la promesa estadounidense de una partida de misiles « Patriote ».
Ucrania ha sido aceptada como candidata a formar parte de la Unión Europea (UE) por sus actuales 27 miembros. Su adhesión podría concretarse tras la entrada de los países balcánicos, en proceso avanzado de adherir. (3) Es fuertemente probable que la deuda que está contrayendo Ucrania en la compra de armamento y ayuda financiera, especialmente con Estado Unidos, sea reembolsada con los 14 mil millones de euros confiscados por los países de la UE en sus territorios a los oligarcas rusos, suma que ascendería a 30 mil millones de euros añadiendo los capitales de tal origen detectados ademas en Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia y Gran Bretaña. Han sido imputadas 1158 personas y 98 entidades.
A estas sumas se agrega el incierto final de los 300 mil millones de euros bloqueados en Europa pertenecientes al Banco Central de Rusia. Su destino definitivo parece depender de las investigaciones sobre el sabotaje de los gasoductos Nord Stream 1 y 2, de septiembre pasado en el mar Báltico, destinados a llevar gas ruso a la UE, acaecidos tras la decisión rusa de interrumpir sus exportaciones de gas a Europa, en el marco de un contrato que daba como garantía de cumplimiento, los bienes del Estado ruso. Imposible de verificar en el estado actual del conflicto, la versión dominante atribuye la autoría del atentado a Rusia, para dejar a cubierto sus bienes en Europa susceptibles de ser embargados por la ruptura del contrato de suministro de gas.