De tan explícitos y pornográficos, surge la duda acerca de la veracidad de los mensajes hackeados al celular del ministro de Justicia porteño, en uso de licencia, Marcelo D’Alessandro y, si bien nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario, el funcionario encargado de la seguridad en la Ciudad de Buenos Aires fue obligado a tomar una licencia para preparar su defensa y ofrecer explicaciones convincentes acerca de un hecho que no tiene valor probatorio judicial, por ser material hackeado, pero que terminaría por desmontar y, poner en blanco sobre negro, la monumental caja de recaudación política que se diseñó con la operación de las grúas de acarreo para vehículos mal estacionados en las calles de Buenos Aires.
La sorpresa por los chats revelados en los últimos días, donde se transcriben supuestos diálogos contundentes relacionados con coimas por servicios, entre Marcelo D’Alessandro y el empresario Marcelo Violante de la empresa de grúas Dakota S.A., sólo puede ser superada por el largo tiempo con el que las empresas concesionarias trabajaron con contrato vencido, a la vista de todo el mundo y sin que nadie se rasgue las vestiduras por este hecho.
En Julio de este año, la agencia NA, había publicado las extrañas condiciones que rozaban la ilegalidad y el absurdo, con el que operaban las empresas Dakota S.A. de Marcelo Violante y BRD de Bernardo Pérez.
Ilegalidad, como un eufemismo de la expresión “floja de papeles”, para disponer de la propiedad privada de los ciudadanos y absurdo por la manera en que acarreaban y trataban con desprecio los vehículos secuestrados y que no se podían recuperar sino se pagaba una suma completamente arbitraria.
Porque sólo puede considerarse como metafórica la cantidad de $55.000 mensuales que abonaron las empresas Dakota y BRD, hasta bien entrado este año, que levantan autos en infracción, desde hace más de 20 años, con una concesión vencida y con el precio que deben girar a la Ciudad congelado desde 2014, cuando la tasa de acarreo tenía un valor de $350, mientras que hoy, inflación mediante, cuesta más de 6.000 $.
El ajuste por inflación fue para los infractores pero no para las empresas que realizan el acarreo.
La ficción supo interpretar y dar las primeras señales de hartazgo de los ciudadanos estafados con esta metodología, que se extiende desde hace más de dos décadas, con la aceptación popular del personaje “Bombita” interpretado por Ricardo Darín para la película Relatos Salvajes de Damián Szifron.
Pues bien, los mensajes filtrados entre Violante y D’Alessandro son de una impunidad tan grande que, de ser verdaderos, ameritaría una investigación penal para el ministro por incumplimiento de los deberes de funcionario público y por el delito de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública. La actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, fue condenada a seis años de prisión en la denominada "Causa de Vialidad" por ese mismo tipo penal.
El ministro de Justicia, Martín Soria, se adelantó y, antes de conocer el descargo formal del funcionario porteño jaqueado, presentó una denuncia penal más amplia que incluye peculado y exacciones ilegales.
Los chats así lo sugerirían. En el supuesto mensaje con Violante, a través de Telegram, surgirían conversaciones que van desde pedidos para que medie con la justicia para morigerar multas hasta el envío de “60 verdes” o “50 lucas”.
Además, en septiembre de 2019, el empresario que se gana la vida levantando autos mal estacionados en las calles, le habría avisado a D’Alessandro que necesitaba verlo. En el supuesto chat obtenido ilegalmente dice que quería hablar con él “por el chat que te mandé” y “de paso te llevo los 50 mil”.
Como si fuera poco, se registraron supuestas conversaciones acerca de posibles negocios y el pedido de colaboración para ganar licitaciones. “Hola! ¿Te da para proponer negocios a Horacio?”, se lee en los chats filtrados. “Sí”, le habría respondido el funcionario porteño a Violante el 21 de septiembre de 2019.