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Conocer el camino que hicieron personajes trascendentes para dejar una huella en la humanidad

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Entrevista con Gustavo Barco autor de La Perrera.
Entrevista con Gustavo Barco autor de La Perrera.

La Perrera, primer libro de cuentos de Gustavo Barco, Editorial Ninguna Orilla. Barco es periodista, documentalista, productor, Master en Periodismo UTDiTella- La Nación; de importante trayectoria profesional en “Telenoche”, Canal Trece.

 

Su libro despierta interés, atracción, curiosidad de descubrir a lo largo de sus páginas realidades, costumbres, emociones, la vida en la villa, la mirada de un niño que vive en el barrio y la convivencia con sus vecinos migrantes, entre otras tantas cosas. Esto nos lleva a conocer, profundizar y dialogar con su autor.

TDP- ¿Qué motiva y lleva a escribir sobre el escenario común en estos cuentos?

GB- El escenario común preponderante en el libro es la ex villa 12 o ex villa Piolín, hoy conocido como el Barrio Gral. San Martín de CABA, en Soldati. Está muy cerca la villa 1-11-14. Mi idea fue contar la vida en la villa a través de la mirada de un niño nacido en Argentina y que tiene padres bolivianos, las costumbres, convivencia con otros migrantes. La mixtura de culturas, la violencia pero no contada desde el pibe chorro, que a veces es lo único que mostramos los medios; sino con otras violencias como puede ser la discriminación, el hambre, la relación de los habitantes con el narco.

-También las fantasías y lo mágico que pueden tener, un enjambre de cables eléctricos truchos o fabulas mezcladas con las rutinas de la ciudad que se construye en los años 70 y 80.

TDP- En base al escenario común y desde la mirada de ese niño ¿se vivencia una realidad de vida, historias que sobreviven a pesar de todo?

GB- Sí, son las premisas de los cuentos, en las que el protagonista cuenta la villa desde la niñez hasta la juventud y al final hay un último cuento que cierra el libro, en el que los lectores van a descubrir, cómo llegó el padre del protagonista desde su tierra natal allá en Bolivia hasta Buenos Aires, y cómo sobreviví.

-Son cuentos de distinta sustancia en el que el escenario común es el barrio y sus vecinos. “Hasta el día de hoy creo que esas historias, que también son historias parecidas a los migrantes que llegaron de Europa, se repiten con distintas facetas; siempre el migrante cuando es migrante en lo único que piensa es en trabajar, y en muchos casos, volver a sus tierra, algo que en general nunca se cumple”.

TDP- Los hechos que describís en el libro ¿son contados en primera persona y marcando un distanciamiento emocional y a pesar de la distancia conmueven?

GB – Bueno, sé por las devoluciones de los lectores, que para muchos es muy emotivo leer los cuentos y llegar al final como un espiral de estados de ánimo que van de la carcajada al llanto. Me llegan mensajes por las redes sociales y creo que de alguna forma eso que escribí, también emocionado al hacerlo, traspasó de alguna forma las páginas de La Perrera. “Esto es algo que me toca el corazón, saber que eso le sucede a los lectores”. De alguna forma lo esperaba en lectores que tienen sangre andina y migrante en la Argentina; pero fue totalmente sorpresivo y grato que esa emoción llegue a lectores que nada tienen que ver con las colectividades migrantes de los últimos años. -“Creo que es lo maravilloso de la literatura”.

Reseña: La perrera, de Gustavo Barco - LA NACION

TDP- ¿ Algo cambio/modificó en la vida de la gente que vive en la villa, ante la mirada de los otros en cuanto a la discriminación, estigmatización, indiferencia, invisibilidad por vivir en ese lugar?

GB- Yo creo que no, la indiferencia es la misma, entiendo que hay más visibilidad porque año tras año, la pobreza en la Argentina crece y crece, tanto que la mitad de todos nosotros somos pobres aquí. “Me parece muy copado que la gente entienda que no todos los que viven en la villa son chorros o narcos, creo que eso ya no hace falta ni mencionarlo”.

-Ahora, si eso existe dentro de las villas, es porque hay connivencia política de las fuerzas de seguridad y de la justicia.

TDP- En cuanto al diseño de la tapa del libro, ¿fue tu idea o tuviste colaboración?

GB. La tapa del libro, que me parece bellísima y original, es de la artista Candelaria Palacios, que es “tan grossa” –que por ejemplo- exhibió sus creaciones en el Malba, por nombrar un lugar importante.

-La editorial Ninguna Orilla le contó del libro y ella leyó el borrador, y quedó fascinada, movilizada con el texto, nos pasó algunos bosquejos y elegimos de esos el dibujo que hoy es la tapa, que se hace a mano, serigrafiadas, un lujo que jamás imaginé.

TDP- ¿Cómo estás viviendo todo el trayecto que realiza el libro desde su presentación?

GB- La Perrera fue presentado oficialmente en octubre de 2022, lo hicimos antes del mundial porque sabíamos que bueno, somos argentinos, arrancaba el mundial y eso iba a ser como un impasse. Creo que fue una buena decisión, además salimos campeones, todo más que bien.

-En la presentación “esperábamos…no sé, lo normal…los que van a las presentaciones de libros de editoriales que publican a autores no consagrados, si van 40 personas están chochos; aquí llegaron 150 personas, tuvimos que poner más sillas, la chicha que llevamos para los invitados no alcanzó y tuvimos una banda en vivo que tocó dos temas que yo mencionó en el libro, y a partir de ahí se armó la fiesta”.

- También, armamos un mini documental para la presentación, en donde los vecinos leyeron parte del primer cuento que habla de los incendios que sufrió el barrio y que se llama “El fuego de la Navidad”.

- Tuvimos que pasarlo como cinco veces porque la gente lo quería volver a ver, mientras yo firmaba libros. Se vendieron todos los libros que llevó la editorial.

TDP- Dado la situación dolorosa -de la semana pasada- que se cobró la vida de la nena de 3 años en el barrio 1-11-14, ¿tienen o cuentan con una ayuda concreta?

GB- En este caso concreto me llamaron del programa de Jorge Lanata, para opinar sobre el tema y como vivo cerca de la 1-1l-14 fui para salir en vivo desde el lugar en el que mataron a la nena. Un episodio desgraciado de violencia entre clanes que se disputan territorio y que se juran venganza en cada balacera. No pude hablar con Orlando ni con Alcira, sus papas, estaban con el tema del trámite para la entrega del cuerpito. Nadie los ayudo; aunque mencionaron algunos que la familia denominada “Marolas” los habría ayudado y otras voces dijeron que nadie ayudó para nada; y para el féretro tuvieron que juntar plata entre todos los vecinos.

-En la villa siempre estás desprotegido porque la seguridad es para los narcos, para los que tienen las armas. Antes no era así, llegabas a la villa y sabías que ahí no te iba a pasar nada porque había códigos, como por ejemplo, no robarles a tus vecinos. Hoy el paco, la pasta base, arruinó y cortó con todo eso.

TDP- ¿Quién ha dejado, huellas, senderos y ha sido referente en tu camino profesional y de la vida?

GB- Sin dudas mi mamá, una mujer trabajadora, costurera y modista, que crió cinco hijos entre el taller de la casa y la cocina; que pudo leer el cuento la Perrera antes de morir, porque fue publicado en la revista de la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad de New York y cuando me llegó la senté en el sillón, se lo mostré y lo leyó, yo mirándola, unos minutos de silencio con chispas en sus ojos, hasta que llegó el final y me abrazó con fuerzas. Fue un momento que nunca voy a olvidar. Mi vieja estaba orgullosa de tener hijos argentinos y nos decía: “Que aquí nosotros podíamos ser presidente de la republica si nos los proponíamos, que todo dependía de nosotros”.

-Profesionalmente me formé en el diario La Nación, cuando arranqué como pasante en 1998. Yo había ganado una mención de honor en los premios que organizaba ese diario en 1997, por unas crónicas sobre enfermos de HIV internados en el Hospital Borda. Creo que ese premio marcó mi vida, fue mi puerta de entrada a un medio grande y nivel nacional. “El día que firmé mi primera nota bailaba en una pata”.

- También, cuando salió mi primera nota en el aire en DDT, que conducía, Jorge Lanata en Canal 26. Así de buenas a primeras, me puso a su lado para presentar juntos esa nota. “Yo temblaba, pero creo que la piloteé bastante bien”. Hice tres notas para ese programa, las tres veces que salí al aire, me llamaron de Canal 13. Me ofrecían ingresar a “Telenoche Investiga”, pero para trabajar como productor detrás de cámara. “Dije que sí, porque mi hijo estaba recién nacido y no tenía un sueldo fijo”. Vivía todavía en la casa de mi suegra, en el barrio y vivíamos al día.

-Después produje notas especiales para Telenoche; hasta que Ricardo Ravanelli, me dio la oportunidad para estar delante de una cámara; y desde 2017, que produzco mis propias notas en el noticiero tuve suerte de tener mi propia sección como “ADN Argentino”, que mostraba la migración en el país, también Potreros, que recorría el país mostrando la labor social de los DTs al frente de equipitos de chicos con muchas necesidades básicas insatisfechas. El año pasado estuve con “Mi Santito”, en donde pudimos contar la historia de distintos santos religiosos y paganos de nuestro país.

- Referentes me gustan los escritores que pasaron de alguna forma por el periodismo como Hemingway, Borges, Cortázar, Soriano, García Márquez. Me gustan las biografías, conocer el camino que hicieron muchos personajes trascendentes para llegar a dejar una huella en la humanidad.

Aunque quede ridículo que lo diga (con simplicidad), uno siempre anda buscando los orígenes: ¡nuestra identidad!”. Osvaldo Soriano. Escritor.

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