No suelo analizar u opinar acerca de las coyunturas políticas partidarias de nuestro país. Pero considero que la delicada e inédita situación pre electoral actual, es razón más que suficiente para hacer una excepción.
Lo primero que podemos observar es que después de 20 años, el boca-river impuesto por los políticos y conocido como “la grieta” se terminó. En estas elecciones podemos votar según nuestros ideales en vez de elegir al menos malo.
Otro aspecto a tener en cuenta es que estamos frente a un hecho inédito en nuestra historia; los máximos referentes de las dos fuerzas que se repartieron el poder en los últimos 20 años, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri decidieron no participar en estas elecciones dejando huérfanos a sus espacios.
A estas deserciones debemos sumar la del presidente Alberto Fernández. A propósito de esto, quiero remarcar cuán diferente es el comportamiento de las mafias sindicales y de las organizaciones sociales ante las crisis económicas: mientras que a los presidentes radicales Ricardo Alfonsín y Fernando De la Rúa se los obligó a renunciar, al peronista Fernández, solo le cuesta sus sueños de reelección.
Otra particularidad la personaliza Javier Milei. Si bien el candidato libertario mantiene los principios liberales de siempre, su forma disruptiva de transmitirlos le ha permitido llegar a sectores antes impensados. Como les gusta decir a los populista, se ha democratizado y es más transversal.
La desastrosa gestión del oficialismo, sumado a la orfandad que genera la renuncia de Cristina y la ausencia de un sucesor, coloca al Kirchnerismo en una situación delicada. Tanto es así, que hoy, su mejor candidato, es el actual ministro de economía Sergio Massa y su 104% de inflación. La mejor opción del Kirchnerismo no solo no es Kirchnerista sino que hace apenas 4 años hablaba pestes de ese espacio.
El resto de los precandidatos del Frente de Todos no parecen tener ninguna chance. Pero cuidado, el peronismo es especialista en supervivencia, así que nunca hay que darlo por muerto.
Y hablando del Peronismo, los que también la tienen complicada son Schiaretti y compañía. No tienen la fuerza suficiente para desbancar a Cristina y de ningún modo quieren quedar pegados otra vez al Kirchnerismo. Teniendo en cuenta el pobre caudal electoral que tiene el cordobés a nivel nacional, supuse que no iba a postularse para presidente y que iba a “alquilar” su apoyo al mejor postor. Claramente me equivoqué.
Por su parte, en Juntos por el Cambio, dos de sus precandidatos marcan tendencia: Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. El primero tiene la billetera de CABA y el apoyo de la centroizquierda, mientras que la segunda cuenta con la simpatía de la centroderecha y un disimulado guiño de Macri. Los otros precandidatos del espacio tienen poco peso. Las candidaturas de Gerardo Morales, Facundo Manes, Elisa Carrió y Martín Lousteau solo servirían para debilitar a Larreta, mientras que las candidaturas de Miguel Ángel Pichetto, Ricardo López Murphy y ¿José Luis Espert?, harían lo propio con la de Bullrich. Otra opción es que Bullrich sume a su fórmula a un vice liberal buscando captar algunos votantes de Milei tanto para las PASO como para las elecciones.
Finalmente, está La Libertad Avanza y Javier Milei. Este es el único aspirante a la presidencia que muestra un sostenido crecimiento en las encuestas.
Es casi un hecho que ningún candidato está en condiciones de ganar las elecciones en primera vuelta y esto abre el juego a las especulaciones. Veamos los diferentes escenarios que se pueden presentar.
Si el Frente de Todos llegase a la segunda vuelta, cosa que día a día se vuelve más improbable, creo que pierde sea quien sea su contrincante.
Si se enfrentan Larreta y Milei, la pregunta es quien capitaliza los votantes del Frente de Todos y de Bullrich. En mi opinión, los Kirchneristas se dividirán en 3 grupos: unos apoyarían a Larreta, con quién no se sienten tan incómodos, otros irían con la izquierda o no votarían y el resto iría con Milei tan solo por el odio que le tienen a Cambiemos. Con respecto a los votantes de Bullrich creo que la mayoría irá con Milei por la aversión que le tienen a Larreta.
Por último, si se enfrentan Bullrich y Milei el resultado es más complejo. Pienso que los seguidores de Larreta se van a tapar la nariz y van a votar por Bullrich. Por su parte los Kirchneristas estarían frente a dos candidatos de “derecha” y es muy difícil saber cómo reaccionarán ante esta “puñalada”. En lo personal creo que una mitad no va a votar por bronca y la otra mitad se va a inclinar por Milei; no por amor, sino por el odio visceral que le tienen a Cambiemos.
En síntesis, creo que el próximo presidente de la Argentina ha de ser o Patricia Bullrich o Javier Milei.