Los empresarios de la Unión Industrial Argentina (UIA) sienten el frío trato que les dispensa el presidente electo Javier Milei. Al cierre de la 29 Conferencia Industrial que se llevó a cabo en el Centro Municipal de Exposiciónes de la ciudad de Buenos Aires el mandatario que está por asumir dentro de 10 días mandó a la mejor figura política que tiene, Guillermo Francos.
Daniel Funes de Rioja, que tuvo la escabrosa tarea de dirigir los destinos de la central fabril durante el gobierno de Alberto Fernández, ahora le tocará encarar la primera parte de la experiencia libertaria en la Casa Rosada. Con Fernández se suponía que los industriales tenían una puerta donde ir a golpear. Con Milei es un misterio.
El gobierno que se supone que es el mayor «amigo» de las pymes es el que más descalabros les ha ocacionado ya sea a través de impuestos, o por medio del cepo cambiario. Hoy la preocupación es que se están frenando las plantas por falta de insumos.
“Con respecto al tipo de cambio hay que esperar las medidas oficiales. La industria espera anuncios y señales claras. El presidente electo está dando señales claras de hacia dónde quiere ir. Si no tenemos estabilización macroeconómica, nada puede crecer en Argentina más que la inflación”, señaló Funes de Rioja a periodistas.
Martín Cabrales, otro de los miembros del Comité Ejecutivo de la entidad fabril señaló ante la llegada del nuevo gobierno que «la reforma del Estado es fundamental» y que «hay que liberar el tipo de cambio lo antes posible».
«Y lo liberaría el primer día. El dólar a $365 es una ficción idiota de una banda de idiotas”, dijo con dureza.
Preocupación por las importaciones
En la central empresaria hay mucha preocupación. Afirman que los proveedores del exterior a quienes el conjunto la economía argentina adeuda unos u$s50.000 millones en importaciones que todavía no se han pagado, ya no los esperan mas.
Un empresario comentó que se han quedado sin margen para estirar pagos. Si el BCRA no les permite ir al Contado con Liquidación a conseguir divisa, las plantas se van a ir paralizando. El sector automotriz, el cual tiene una ponderación fundamental en el resultado del nivel de actividad del sector está frenándose, anticipando vacaciones. Luego de ello se suspenden las horas extra y si no se puede revertir el cuadro, llegan los despidos.