Un reporte la consultora Analytica plantea que el el gobierno de Javier Milei tendría que aplicar un ajuste fiscal del 3,6% del PBI en 2024, de los cuales 2,5% puntos saldrían de gastos corrientes y 1,1 puntos en gastos de capital.
La consultora señala que «los recortes recaerán, principalmente, en las transferencias a las provincias y en la obra pública, los jubilados y la administración pública» y equivalen a «pasar del 19,7% del PIB que proyectamos para fin de este año hasta el 16,1% en 2024».
En gastos de capital y transferencias a las provincias el estudio plantea que «el máximo recorte posible implicará un incremento nominal del 50% en las partidas, lo que la ubicaría incluso por debajo de la inflación del Presupuesto originalmente enviado al Congreso (69,5%)». En la práctica, eso significará una disminución real de las partidas del 61% en cada caso y un ahorro conjunto de 1,5 puntos del PBI (1,1% en gastos de capital).
El informe prevé que gasto real previsional «caiga más que los salarios reales (-10,7% vs. -8,8%)». «En términos del PIB, el ajuste a los jubilados sería del 0,5%», dice el trabajo.
En el resto de prestaciones sociales donde se incluyen planes como la Tarjeta Alimentar y las becas Progresar. aportarían una reducción del 0,3% del PBI.
En gastos de funcionamiento Analytica asume que si los salarios del sector público se mueven del mismo las partidas «caerían 8,8% en términos reales» y «la contribución de los gastos de funcionamiento al ajuste sería de 0,6 puntos del PBI.
Respecto de los subsidios energéticos, se prevé que los costos de generación aumenten con el tipo de cambio oficial y la reducción de los costos en dólares no llega a compensar la suba del tipo de cambio real. «Asumimos que solo el 40% de incremento de los costos en pesos de las tarifas pasará al público, lo que generará un aumento de los subsidios del 158,7% y un incremento en las tarifas de 105,7%, de forma tal que esta partida volverá a los niveles de 2019, en torno a 1,0% del PBI», indica el trabajo.
Por otro lado, el informe estima que los costos del transporte público aumentarán en línea con la inflación, porque la caída en los salarios reales en ese sector compensará el incremento del costo real del combustible. «El 70% de ese costo lo asume el Estado, llevando el incremento de los subsidios al 200% y su valor a producto al 0,4%. En 2019 ese guarismo fue de 0,6%.», explica el informe.
En tanto, se señala que el resto de gastos corrientes se comportarán igual que en 2019, con lo que caerían 19,4% respecto a la inflación y consolidarán una merma de 0,2% en términos del PBI.