Una abuela de Kazajistán viajó veinte mil kilómetros hasta Buenos Aires para conocer a su nieto recién nacido de nombre Ragnar Khanemann, pero Migraciones en el Aeropuerto de Ezeiza impidió su ingreso al País, porque según el supervisor de Migraciones la señora “quería quedarse a vivir en Argentina”. Es decir, este supervisor castigó a la mujer, a su hija y a su nieta por un supuesto delito que la señora podría llegar a concretar en un futuro.
La mujer, de nombre Aigul Riskaliyeva, que será deportada éste sábado 13 de enero de 2024 a las 23 horas; al momento de ingresar a Argentina tenía un boleto de regreso para el mes de abril y en principio Migraciones pidió que cambie su boleto para dentro de 30 días, lo que la hija hizo inmediatamente dando la salida de nuestro País para el próximo 6 de febrero.
Sin embargo el criterio del supervisor volvió a mutar y tras la solución del cambio de ticket argumento que la mujer no podía ingresar al país, porque según su criterio la señora que vive cómodamente en Kazajistán con toda su familia, pretendería quedarse a vivir en Argentina.
Hablamos con el embajador de Kazajistán para Brasil y Argentina y además con el personal de guardia diplomática de la Cancillería Argentina, pero en ambos casos contestaron que no existe motivo alguno para la deportación de la abuela.
Por intermedio de los medios de comunicación pedimos al Presidente de la Nación Javier Milei y por su intermedio a la señora Canciller Diana Mondino se permita el ingreso de esta abuela a conocer a su nieto quedando quien suscribe como garante del regreso de la anciana a su país el próximo 6 de febrero de 2024.
La mujer permanece detenida en Migraciones de Ezeiza y su hija Mulder Abdullayeva permanece en el Aeropuerto de Ezeiza con su bebé en brazos en el mostrador de Migraciones.