El gobierno de Javier Milei suele despotricar contra el gobierno de Alberto Fernández y los anteriores del kirchnerismo. Los acusa de haber hecho un desastre en el país, lo cual es cierto y real.
Lo que no se entiende en ese sentido es por qué en los principales organismos del Estado se mantiene a funcionarios K. Incluso se los sigue nombrando, en áreas clave.
El ejemplo más cabal es la ANSES, donde se dejó a los mismos directores que estuvieron en la anterior gestión, solo hicieron un enroque de “maquillaje”. Para despistar.
Cambiaron de lugar a los directores: a Luciano Careri, un funcionario acusado de misógino y maltrato, lo pusieron como director General de Sentencias. Antes era director “a secas”. Y pusieron a un amigo de Sergio Massa, Juan Plablo Pantaroto, en su lugar. Antes ocupaba el cargo de director General.
También se dejó como director de Resolución de Sentencias a Axel Grimberg, este último les hacía las liquidaciones a los familiares de los diputados por expreso pedido del gremio UPCN, cuando el secretario General de la Anses era Néstor Cordasco, un tipo muy cuestionado. Lo hacía junto a Ariel Negrete, y dicen los rumores que de ahí se repartían plata a lo pavote.
Antes que asumiera Milei, estos mismos directores pusieron en lugares clave a sus leales, en la Coordinación de Procesamiento de Pagos apareció una “amante” llamada Sabrina Piaza, que no tiene ni idea de nada y pusieron a un “ñoqui” amigo de Massa que hace años no va a trabajar y cobra casi 6 millones de pesos: Daniel Urdampilleta.
Hay más: en la mesa de entradas, donde ingresan todas las causas de sentencias, Pantaroto puso a otro amigo de Massa, Fabian Catagneo, quien solo iba fichaba y se iba. Lo colocaron ahí para tener el control de los expedientes y así seguir liquidando a los estudios jurídicos amigos.
Si bien siempre dicen que liquidan “muchísimas sentencias” y las ponen al pago, omiten decir que el área de Control retiene el pago, ya sea porque no correspondía la liquidación, o porque está mal liquidado (o por algún error).
También dejaron como director general de Asuntos Jurídicos al mismo personaje que autorizó todo el tema de los seguros de Alberto Fernández. Se llama Enrique Buscio, quien ya nombró a su propio hijo en la Anses.
Resumiendo: en la estratégica área de “Sentencias” sigue la misma gente, que rompió documentación importante. Acomodaron a sus amigos y dicen que van a “liquidar bien” las sentencias, conforme lo que diga la Justicia, pero, según pudo comprobar Tribuna de Periodistas, todo es gatopardismo. Sólo cobran quienes piden audiencias intimando a los directores o a los “amigos” de los estudios jurídicos.