El presidente Javier Milei está en uno de sus mejores momentos políticos. No solo ha logrado estabilizar la inflación en el orden del 3%, sino que, además, ha logrado quebrar a toda su oposición.
Luego de que La Libertad Avanza arreglara, implícitamente, con el kirchnerismo no dar quorum para el tratamiento del proyecto de “ficha limpia”, Mauricio Macri salió a criticar la posición de Javier Milei en un intento, tal vez tardío, de no perder su caudal electoral.
Lo cierto es que Macri ya ha perdido parte de su poder al seguir, al pie de la letra, los designios del líder libertario, apoyando varios de sus DNU. El poder se ejerce, sino, no existe. Y en ningún momento el ex presidente mostró su poder de “veto” y de esa manera quedó “pegado” a la desmesura de Milei.
¿En serio Macri piensa que quien postula a Ariel Lijo como integrante de la Suprema Corte le va a dar el co-gobierno? Milei puede “alquilar” los funcionarios que le sean necesario para llevar adelante la gestión, ya sea estos como integrantes del Poder Ejecutivo, o utilizando la “chequera” para que los gobernadores del PRO no lo estorben en el Congreso.
En el caso del proyecto de ley de “Ficha Limpia”, está claro que Milei quiere que Cristina Fernández de Kirchner sea candidata en el 2024 para polarizar con ella.
Eso le garantiza ser “LA” alternativa a que el kirchnerismo no regresará al poder, como lo hizo Macri en el 2017, y con eso, se lleva también los votos del PRO.
Macri no supo despegarse de Milei aún cuando el costo político y fiscal era muy bajo, y la ganancia superior, como en el caso del veto al proyecto de Ley de Financiamiento Universitario. Allí comenzó su suicidio político. El estudio sigue siendo una imagen de ascenso social para el argentino medio, y Macri “no la vio”. Eran décimas de gasto en un Presupuesto dibujado, y como contrapartida, solo se pedía que se hicieran efectivas las auditorias.
Ahora habrá que ver cómo puede diferenciarse con un tema que poco importa a la gente como es el de la “Ficha Limpia”. La gente sabe que vota a corruptos y ladrones, el tema es porque lo hace.
¿Y el peronismo? Bien, gracias. En su interna kirchnerista – bonaerense. Cristina Fernández de Kirchner tomó la dirección del partido y con eso no deja que exista una autocrítica y mucho menos, una renovación, lo que representa el mejor escenario para Milei.
Cristina tiene mayor intención de voto que Axel Kicillof, Martín Llaryora y Juan Schiartetti juntos, pero también tiene un nivel de rechazo inmenso. Le podrá ganar a ellos, pero no a Milei, y el libertario lo sabe.
Como dijo el ex presidente uruguayo, José “Pepe” Mujica (foto) «Ahí está la vieja Kirchner en Argentina, al frente del peronismo. En lugar de ponerse de vieja consejera y dejar nuevas generaciones, no, está jodiendo ahí. ¡Cómo les cuesta largar el pastel! ¡Que lo parió!».
Mientras tanto, Sergio Massa ve qué pasa con el peronismo. Si va dividido, él reflotará el Frente Renovador en la provincia de Buenos Aires. En el caso del radicalismo, el lamento de Rodrigo de Loredo por la falta de apoyo de la LLA a la reforma sindical se enfrenta con la acidez de Martín Lousteau que parece decirle “yo te avisé” que el apoyo a Milei no conduciría a nada.
Son tiempos de lamento en el arco opositor, mientras que “la división y la chequera” marcan el ritmo de la política y la economía.