En los últimos días, el Gobierno Nacional aceleró las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y decidió enviar un decreto al Congreso para ratificar el acuerdo. Este programa incluiría una suma de aproximadamente 10.000 millones de dólares, que, según el Gobierno, no incrementaría la deuda externa del país, ya que se destinaría exclusivamente a cubrir los compromisos del Tesoro Nacional con el Banco Central.
Sin embargo, especialistas aclaran que, aunque el dinero del FMI se utilice para saldar la deuda con el Banco Central, la deuda con el organismo internacional sí aumentaría.
El presidente Javier Milei explicó que el nuevo préstamo ingresaría al Tesoro y se destinaría a cancelar deuda interna, lo que, según él, fortalecería el balance del Banco Central y mejoraría su patrimonio neto.
El economista Haroldo Montagu advirtió que, incluso si el FMI presta dinero para cancelar deudas internas, el préstamo ampliaría la deuda total con el Fondo, ya que se trata de una reestructuración de la deuda, no una eliminación de la misma. Por su parte, el Gobierno sostiene que el acuerdo con el FMI incrementaría las posibilidades de salir del cepo cambiario, lo que podría suceder gradualmente a fines de año, tras las elecciones, para evitar riesgos económicos.
Por otro lado, el abogado constitucionalista Félix Lonigro subrayó que cualquier acuerdo con el FMI que implique tomar deuda debe ser aprobado por el Congreso, conforme a lo establecido en la Constitución Nacional. Esto resalta la importancia de la ratificación parlamentaria del decreto que se enviará para formalizar el acuerdo con el FMI.