Saldo en lo que va del año por las compras
que hizo el Banco Central, u$s 2.596 millones a un promedio de $ 3,16, para
luego revender casi esa misma cifra —como castigo al campo por su rebeldía,
incluyendo también a los industriales que no fueron rebeldes y a otros
exportadores dóciles— a un promedio de $ 3,05. Saldo transitorio de la dudosa
comercialización: u$s 33 millones. Amenazan ser más en el futuro (ayer debió
vender u$s 150 millones para contener la demanda y una posible suba), ya que
el gobierno, a través del BCRA, persiste en la política de forzar la baja
—contrariando todas las máximas monetarias de la administración kirchnerista—
para doblegar a quienes, por razones de seguridad o por especulación, desde hace
60 días adquieren dólares. En su mayoría se trata de gente con escasa
información que ignora los movimientos del BCRA y que, como el resto de los
argentinos, también sufre una cuotaparte de la pérdida de los 33 millones que
alegremente produce el juego del poder con la divisa. Para la índole de las
reservas y magnitudes del Central, la cifra parece ínfima; no así, claro, la
actitud.
Todos fueron compradores de dólares y, a falta de vendedores,
el Banco Central salió a satisfacer a las empresas, que estaban cubriendo
posiciones y debían girar al exterior y al público que se convirtió en un tenaz
acaparador de billetes desde que comenzó la crisis del agro.
La entidad que preside Martín Redrado salió a vender desde
el primer minuto cuando el dólar abrió a $ 3,025 y se encaminaba hacia $ 3,03.
Tuvo que desprenderse de más de u$s 150 millones para cubrir todas las
posiciones de «bid» (demanda) que se abrían en las pantallas. A pesar de la
fuerte presencia, los compradores no cedían y seguían instalándose en el «bid»,
mientras el «offer» sólo lo ocupaba el Central.
Al final del día, el dólar cerró a $ 3,030 en el Forex-MAE y
a $ 3,05 en las casas de cambio, y quedó muy comprador para hoy.
La demanda del público fue más alta que otros días. Las casas
de cambio estaban plenas y todos querían comprar. Por eso el MEC, el mercado de
los corredores de cambio, que abastece al mercado minorista, operó u$s 234
millones, el doble de lo que negociaba antes del conflicto con el campo.
El Forex-MAE, por donde pasan las grandes operaciones, movió
u$s 409 millones. La inusual estrecha diferencia de negocios entre ambas plazas
marca cómo creció la demanda de los ahorristas que no quieren hacer plazos
fijos, mientras el dólar esté en estos valores. Ellos tienen la paciencia de
esperar a que el Banco Central vuelva a hacer subir al dólar. No tienen otra
alternativa.
En cambio, los grandes inversores hacen plazos fijos a estas
tasas tan atractivas, cercanas a 20% anual, y toman un seguro de cambio que les
garantiza una ganancia limpia de 1% en dólares en 30 días. Nada despreciable por
cierto; eso es lo que rinde un plazo fijo en Estados Unidos en 8 meses.
El dólar contado con liquidación estuvo muy alto. Este tipo
de cambio marca el costo de comprar divisas para fugarlas por el mercado
marginal. Ayer el «contado con liqui» llegó a tocar $ 3,22 y cerró a $ 3,205.
Este dólar sigue alto y no cede, hay mucho dinero saliendo del país, un costo
que los que gobiernan no quieren ver. Si tomaran dimensión de la fuga de
capitales diaria, no demorarían la solución de la crisis.
El Banco Central también fue vendedor de dólar futuro
y además festejó las fuertes ganancias cercanas a los u$s 40 millones que hizo
durante junio apostando a un dólar en constante baja.
La autoridad monetaria también intervino en el mercado de
bonos.
Especuladores
Es un territorio de especuladores que entran y salen varias
veces en el día, al que ayer se sumaron los fondos comunes de inversión, las
AFJP y algunas empresas.
El Discount en pesos movió mucho dinero. En el Mercado
Abierto Electrónico (MAE) cada tres pesos que se movían uno era para el Discount.
El principal bono del canje de la deuda subió 1,40%. Se tranquilizóa las 15,
pero después aparecieron nuevos compradores y terminó en $ 105,35. Los
operadores deseaban verlo más afirmado en esos valores, pero al igual que los
demás títulos está muy volátil.
Otro activo de buen desempeño fue el cupón PBI en pesos que
subió 1% con fuertes negocios del mercado. Acá no intervino el Central como lo
hizo en el Discount.
La entidad también fue fuerte compradora de BOGAR 2018 (le va
muy bien con este bono que corta cupón hoy en el mercado de 72 horas). El título
de las provincias subió 2,30%. Es un bono de precio muy atrasado y de excelente
relación entre tasa de retorno y la duration. El otro bono sorpresa fue
el BODEN 2014 en pesos, que con la ayuda del Central negoció cantidades
inusuales y subió 2%. Después, salvo el BOCON PRO12, que subió 1%, el resto de
los bonos posdefault bajó alrededor de 0,20%.
Los negocios siguieron siendo fluidos, por esto de entrar
y salir varias veces del mercado. Por eso, el volumen de operaciones es
engañoso, ya que esas entradas y salidas marcan operaciones, pero se hacen sin
dinero porque es un mercado de 72 horas. De todas maneras, el volumen operado
entre el MAE y la Bolsa de Comercio llegó a $ 2,350 millones.
Los bonos hoy son un refugio para los que hacen «trading».
Los ahorristas genuinos se abstienen, ellos están comprando dólares.
Luis Beldi
Ámbito Financiero