"El estilo cowboy de George Bush es el que
menos nos gusta", fue la frase que esbozó un miembro del gobierno nacional, a
pocas horas de la llegada de una misión de los Estados Unidos que viene a
"sondear" el envío de la IV Flota y escuchar alguna propuesta sobre el Club
de París.
La fuente, se refería en realidad a la alternativa en las
próximas elecciones en Estados Unidos entre el demócrata Barak Obama y el
republicano John Mc Cain. "Nos gustaría un país menos unilateral porque nosotros
apostamos al multilateralismo", arriesgó el interlocutor.
En verdad, el funcionario esgrimía la posición del
gobierno de los Kirchner ante la Casa Blanca, en la era Bush.
Casualmente, mañana estará aquí, por segunda vez desde
que las relaciones se recompusieron tras el escándalo por la valija que Guido
Antonini Wilson ingresó al país con 800 mil dólares, Thomas Shannon, el
diplomático norteamericano responsable de los asuntos del hemisferio que
involucran a Estados Unidos.
Por las dudas, antes de la visita, argentinos y
estadounidenses se ocuparon de aclarar que el caso de Antonini Wilson "no está
en agenda".
No obstante, otras cuestiones parecen concentrar la atención
de la Casa Blanca y la Casa Rosada.
"Vienen por los recursos naturales", afirmó, sin deslizar
duda alguna, otro hombre del Poder Ejecutivo nacional. Se refería así a la
percepción que tiene el gobierno de Cristina Fernández acerca del envío, por
parte de Estados Unidos, de la polémica IV Flota de la armada norteamericana.
No fue casual que en la última cumbre del Mercosur, los
presidentes del bloque regional rápidamente consensuaran un rechazo a la
incursión de la flota estadounidense por mar, e incluso, por los ríos
sudamericanos.
La misión estadounidense también tiene por objetivo
escuchar la propuesta argentina sobre el pago de la deuda al Club de París, peor
no queda claro si es un interés de Washington o bien de Buenos Aires, porque el
Subsecretario del Tesoro, Brian O'Neill, no formaba parte de la delegación que
llegará mañana. Fue subido al avión, a último momento.
Distinta es la perspectiva que el gobierno nacional tiene
sobre Europa, mas allá de los chispazos que puede tener en el futuro inmediato
con la administración de José Luis Rodríguez Zapatero. En concreto en octubre
próximo, cuando la presidenta viaje a Madrid para una visita oficial, y deba
llevar una carpeta con dos puntos, muy requeridos por los españoles: la suba de
tarifas y la normalización de la línea aérea.
La Argentina, y con ella el Mercosur, protestó airadamente
por la directiva de retorno aprobada por el Parlamento europeo, que comprende
detenciones de hasta 18 meses para los "sin papeles", así como su deportación y
prohibición de retorno al Viejo continente por 5 años. Sin embargo, en la Casa
Rosada no creen que los argentinos puedan sufrir ese endurecimiento.
"Por ahora solo nos quedaremos en el rechazo, para que los
europeos se molesten un poco. Es difícil que cambien la directiva pero también
creemos que la medida no afecta particularmente a los argentinos", explicó un
informante.
Tanto las autoridades italianas como las españoles se
ocuparon de aclarar, días atrás, que las medidas difícilmente afecte a los
argentinos.
Walter Schmidt
DyN