El gobierno terminó de armar la ingeniería
financiera que permitirá al Banco Nación financiar obras de
infraestructura. El esquema requerirá de fideicomisos específicos en los que la
entidad oficial invertirá una parte de sus depósitos del sector público. Según
explicó una alta fuente oficial, el objetivo es « tender un puente entre la
falta de financiamiento en los mercados de capitales y a la gran necesidad de
llevar adelante obras».
El directorio del Banco Central aprobaría hoy las
normas respectivas para que el Nación pueda llevar adelante este tipo de
operatorias. En la institución que preside Martín Redrado resaltaron que el
permiso para que se disponga de un porcentaje de los depósitos para este tipo de
operaciones es que sea «transitorio» y que «el mecanismo de repago sea muy
seguro». Además, no podrá aplicarse para hacer frente a gastos corrientes.
La entidad que preside Mercedes Marcó del Pont tiene $ 30.000
millones en depósitos del sector público. La intención es disponer de alrededor
de $ 10.000 millones para abastecer a los fideicomisos, a través de los cuales
se llevarán adelante las inversiones. Aunque la carta orgánica del Nación le
impide financiar proyectos del sector público, en este caso no se estaría
violando dicha prohibición (al menos en lo formal) porque los depósitos van a un
fideicomiso y no directamente al Estado.
Las obras apuntarán sobre todo a planes de vivienda y a obras
hídricas y la mayor parte sería desembolsado durante 2009. Por supuesto, no es
casualidad que todo este mecanismo se ponga en marcha durante el año electoral.
La gran picardía es que el gobierno que podrá aplicar estos $ 10.000 millones
a obras sin que aparezca como gasto, debido a que se trata de recursos del banco
oficial y no del Tesoro.
En Casa Rosada defienden la iniciativa al señalar que de esta
manera se descomprime la presión sobre bancos o AFJP, a las que podría haberse
recurrido para financiar estas necesidades de largo plazo. De todas maneras, con
el duro cronograma de vencimientos que enfrenta el gobierno el año próximo es
probable que haya una importante cantidad de colocaciones a este tipo de
inversores institucionales para refinanciar deuda.
Los fideicomisos recibirán de manera de repago el «goteo» que
proviene de distintos fondos específicos, que recaudan de manera mensual, como
sucede con las obras hídricas en marcha que pagan los contribuyentes en sus
facturas.
Pablo Wende
Ámbito Financiero