La
temática piramidal abarca básicamente tres partes:
1. El
"enigma" de su construcción
2. La energía restauradora que genera
3. La relación que guardan sus medidas con el devenir.
En
ésta oportunidad, TRIBUNA DE PERIODISTAS tratará el punto 3, o sea, la
relación y correspondencia que según algunos autores existe entre las Gran Pirámide
de Egipto y su correlación con los hechos futuros.
UNA FUTUROLOGIA ROSACRUZ
H. Spencer Lewis, Primer Imperator de la AMORC (Antigua y Mística Orden Rosee
Crucis) -una de las tantas sociedades “místicas” que pululan por los
EE.UU.- escribió "LA PROFECÍA SIMBÓLICA DE LA GRAN PIRÁMIDE".
En el Prefacio dice que ésta es "un monumento para la preservación de la
sabiduría y para ser siempre un profeta del futuro".
En el capítulo VI especifica que
"el interior de la Gran Pirámide al Igual que el exterior, en dimensiones,
largo de líneas, cruces de líneas, intersección de pasadizos y otros
numerosos detalles, revelan el tiempo y periodo de varios eventos de la historia
del hombre. En adición a éstas profecías la Pirámide contiene en sus marcas
secretas y elementos significativos un esbozo de la sabiduría y misterios
antiguos. (...)Entre los primeros eventos Indicados por la Gran Pirámide están
aquellos que atañen a la creación de la Tierra, el gran diluvio universal, el
alza y caída del desarrollo espiritual y mundano del hombre, el gobierno de
diferentes reinos por grandes hombres, las guerras sobresalientes entre naciones
y el desarrollo de movimientos religiosos y morales entre los hombres”.
Entre las fechas históricas que
menciona H. Spencer Lewis se encuentran:
•
Nacimiento de Jesús: 4 de octubre A.C.
•
Crucifixión: 5 de abril del 30 D.C.
•
Alemania fue notificada que expiró el ultimátum de Gran Bretaña y ésto
equivalía a una declaración de guerra: 4 y 5 de agosto de 1945.
•
"Predijo que los EE.UU. establecería contacto espiritualmente con la Gran
Guerra y que en 65 a 70 días se vería envuelto en ella. Esto trajo la fecha de
acción una a la primera parte de abril dé 1917 y fue en abril 5 al l 6 de 1917 que los EE.UU. entraron en conflicto".
•
Jerusalén fue rescatado por el general Allenby: 11 de diciembre de 1917.
•
Fundación de la República Soviética de Petrogrado: 18 de enero de 1918.
•
Huida del Kaiser alemán a Holanda y final de la Primera Guerra Mundial: 10 de
noviembre de 1918.
Luego,
H.Spencer Lewis, destaca otras fechas, entre ellas:
la primera conferencia de postguerra de cuatro naciones (Gran Bretaña, EE.UU.,
Francia e Italia), el Tratado de Sevres, el Tratado de Turquía, el gran
desastre financiero de 1929, la Conferencia del Desarme en Ginebra, y otros
eventos en que el invitado de honor es EE.UU.
Es
increíble. ¡Cuántos aciertos! Parece mentira que se profeticen tantas
verdades hasta 1936. En realidad, hay un secretito, que no está guardado en la
Gran Pirámide, sino que está a la vista en la segunda página del libro de H.
Spencer Lewis y en la 18: año de publicación: 1936. Algún lector mal pensado puede colegir que el autor de “LA
PROFECÍA SIMBOLICA DE LA GRAN PIRÁMIDE” pudo acertar con sucesos anteriores
a la edición. Eso no está bien. No se debe desconfiar de un Imperator.
Este
mismo autor dice que "cada indicación simbolizada está asociada con
profecías bíblicas o evangélicas como éstas se encuentran en los escritos de
la Santa Biblia y otros escritos sagrados del Oriente".
A la
pregunta que puede hacerse el lector sobre el método y los cálculos que utilizó
Spencer Lewis, el rosacruz sostiene: “las elaboradas cartas que son necesarias
para la tabulación de éstas medidas e indicaciones proféticas son imposibles
de reproducir en un libro pequeño, ya que alguna de las cartas cubren muchos
metros cuadrados y si son muy reducidas las muchas líneas y cruces delicados
desaparecen y se hace imposible de leer el significado texto". Dicho de
otra manera, usted nunca se enterará ni de los método ni de los cálculos
utilizados. Salvo que sospeche que libro se escribió con fecha posterior a los
hechos narrados.
Otra pregunta que el lector podría hacerse es: ¿de dónde vino el saber de los
constructores de la Gran Pirámide? H.S Lewis les responde que éste saber
"pareció entrar en existencia repentinamente, porque no le precedió
ninguna evidencia de sus alcances".
Es
importante tener muy en cuenta la situación planetaria desde el 15 y 16 de
setiembre de 1936, ya que S,Lewis asegura
que “las profecías de la Pirámide claramente indican que en varias secciones
del mundo habrá una reunión general y gran conferencia, secreta o semisecreta,
marcando el comienzo de un periodo muy definido que no se demorará en revelarse
al mundo”.
A sentarse, esperar la revelación y no desesperar....sólo pasaron 68 años.
ENTRE LA MAGIA Y LAS POFECIAS
Max
Toth, surge a la popularidad por su libro " EL PODER MÁGICO DE LAS PIRÁMIDES".
Seguidamente, publica "LAS PROFECÍAS DE LA PIRÁMIDE".
Es tan exacto que menciona "el versículo clave, sobre cuyo contenido basan
los piramidólogos su creencia en que la pirámide es una Biblia de piedra, se
encuentra en Isaías 19, 19: ' Ese día habrá un altar del Señor en medio de
la tierras de Egipto y una columna consagrada al Señor en la frontera de ésas
tierras' (...) Para comprender más ampliamente las Escrituras que se relacionan
de alguna manera con la pirámide, véanse los siguientes
textos de las Sagradas Escrituras: Salmos 118,22; Isaías 28, 16; Carta a
los Romanos 9,33; Isaías 8,14-15; Mateo 21, 42-44; Marcos 12,10-11; Lucas 20,
17-18; Hechos de los Apóstoles 4,11; Job 38, 4-6, y Zacarías 4,7 (...) los
piramidólogos creen que la inmensa sabiduría de Dios, es unos cuantos pasillos
y cámaras, y que los rasgos simbólicos y las más importantes marcas cronológicas
de la Gran Pirámide indican el plan de salvación y las diferentes revelaciones
hechas a la humanidad desde el principio de los tiempos hasta su final”.
No entrega estudios propios, sino que se remonta a otros investigadores. Señala
que “el verdadero final del tiempo registrado por la pirámide se sitúa entre
julio de 1992 y septiembre de 2001”. No se juega demasiado al decir: “¿Profetiza
en realidad la pirámide la destrucción física del mundo, o simplemente un
cambio drástico en la relación entre los seres humanos para finales de éste
siglo? El tiempo lo dirá”.
UNA
PREVISIÓN NO TAN PREVISTA
Georges
Barbarin, en "EL SECRETO DE LA PIRÁMIDE", ahonda mucho más en cifras
y medidas que H.S Lewis.
Estudia:
el pasillo de entrada, la cámara subterránea, los distintos pasajes
(ascendente,
horizontal, bajos), la gran galería, la antecámara, el gran peldaño, las cámaras
del rey y de la reina .Mediante complicados cálculos encuentra en la Gran Pirámide
distintos episodios relacionados con la humanidad bíblica. Así, presenta las
fechas del: Éxodo de Israel, nacimiento y muerte de Jesús. También, destaca
otras fechas históricas similares a las de H.S. Lewis. Esto demuestra que ambos
bebieron de la misma fuente. Sólo que Barbarin se aboca más al estudio de los
Evangelios.
Jean
Pierre Adam, en su “RECOMPONIENDO EL PASADO”, racionaliza las “profecías
piramidales”: “El principio de éstas teorías fantasiosas es siempre el
mismo: a partir de las medidas de la Gran Pirámide, se deducen las
informaciones científicas (?) más inesperadas y más rigurosas. El más célebre
de los mistificadores de la Gran Pirámide, quien fue también el que logró la
mayor capacidad de adeptos, es Charles Piazzi Smyth, un astrónomo inglés,
capaz de leer éste monumento, simultáneamente, la historia de la humanidad y
los datos astronómicos más extravagantes. Si se tiene en cuenta la inmensa
distancia que separa a la Tierra de la Luna o del Sol, siempre es posible
dividir ésas cifras, por otra parte variables y aproximativas, por la longitud
de una arista de la pirámide para caer (más o menos) en lo justo. Tanto más
justo cuanto que Piazzi Smyth ‘redondeaba’ los datos que no daban como
resultado la cifra deseada. Entre los hallazgos de Charles Piazzi Smyth figura,
entre las cifras más heteróclitas, el número Pi. Es quizás y a pesar de todo
el menos incoherente. Una vez agotadas casi todas las combinaciones de sumas,
restas, factores y productos, se dio cuenta de que la relación entre la suma de
los dos lados por la altura de la pirámide le permitía obtener el número Pi.
Este descubrimiento debió de provocarle una viva emoción, porque una vez el
resultado obtenido se aproximaba al valor matemático, y el número mismo en
relación inmediata con la geometría. La operación parece muy simple: el lado
de la Gran Pirámide es de 230 metros y su altura
146 metros:
2 L
460
-----
= ----- =
3,150
H 146
Como
buen piramidómano, Smyth acomodaba a su gusto las dimensiones del monumento,
con la garantía de sus propias medidas. Y naturalmente obtenía un Pi
totalmente honorable. En efecto, después de algunos ensayos, se puede llegar a
3,1416 tomando, en tanteos sucesivos, un lado de 231,19 metros y una altura de
147,18 metros. Es tan verdadero que todos pueden jugar a éste sumario
ejercicio. Smyth y después de él, el abate Moreux llegaron al mismo valor
exacto de Pi, tomando un lado de 232,805 metros y una altura de 148,208 metros.
Y así seguidamente. Todas las especulaciones gratuitas de Smyth fueron
retomadas por un piramidólogo francés George Barbarin (ver más arriba GEOMETRÍA
PIRAMIDAL), quien conoció sus horas de gloria con un libro cuyo título
testimonia ya una frondosa imaginación: ‘Los secretos de la pirámide”, que
puede ser considerado como la antología general de todas las estupideces
escritas y por escribirse acerca de ése monumento. Basta con leer los términos
en que ésta pura joya del saber es presentada por el editor Hughes de
Fleuerville, quien asegura su reedición por suscripción: ‘Este edificio
lleva en sí la impronta de un saber sobrehumano, da la solución de algunos de
los mayores problemas astronómicos, geométricos y geodésicos de todos los
tiempos; su sistema de corredores encierra una cronología geométrica de las
fechas más importantes de la historia de la humanidad’. Ante la lectura de
semejante texto, uno termina preguntándose si todavía es útil mantener
escandalosa y estéticamente a los investigadores, y si es verdaderamente
necesario que haya una actividad parlamentaria puesto que todo, o casi todo, está
consignado y previsto en la Gran Pirámide. Es una lástima, con todo, que el
editor desdeñe que George Barbarin haya logrado la proeza de prever la guerra
de 1914-1918...en 1936 y que no vaciló en renovar la hazaña previendo
desde 1942 la guerra de 1939-1940 (...) Todas estas especulaciones resultan
tanto más fáciles cuando las dimensiones de la Gran Pirámide son
aproximativas, se sabe que ha perdido la totalidad de su revestimiento y que la
cúspide está seriamente dañada en alrededor de diez metros. Por lo tanto, el
cálculo de su altura es, topográficamente hablando, un valor aproximado a la
realidad”.
Aunque
Ud. no lo crea Barbarin utiliza la misma “ciencia profética” de Spencer
Lewis: “profetizar lo pasado desde el presente”.
Pero no todo está perdido. En
apoyo de estos “profetas” acude la ciencia astrológica de Boris Cristoff ,
autor que con su “ASTROLOGÍA PRECESIONAL” acierta en los siguientes hechos
históricos:
Guerra
Grecoturca; motor Diessel; Guerra
Angloboer, Guerra Rusojaponesa; Fort T; Genocidio Armenio; fascismo; Primera y
Segunda Guerra Mundial; persecución de los judíos por acción de Hitler;
revolución española, revolución
china; revolución egipcia; guerrilla en Cuba; conflicto con Vietnam; bombas atómicas;
asesinato de Kennedy; los Beatles; el Che Guevara.
Es
obvio que si el lector no está totalmente conforme con la lectura de las pirámides
puede recurrir al trabajo de Boris Cristoff.
Hasta 1968 sus aciertos no dejan dudas. Pero...en 1983 aparece un
“Tercer Gran Conflicto Mundial”. El autor de la nota que tiene frente a sus
ojos queda estupefacto: ¿qué Gran Conflicto Mundial hubo en 1983?.
En el
mismo libro, el astrólogo realiza un estudio de la Argentina. A ver...
“1976: Rechazo de capitales e
influencias extranjeras, déficit energético”.
”1978: “...coinciden esporádicamente gobierno y pueblo, auge e intervención
femenina en el gobierno”.
“1983:
descrédito gubernamental, incremento fuerzas aéreas”
¿Qué
le pasó a Cristoff?
¿No
le “hablaron las estrellas” de la aparición de Jorge Rafael Videla y de la
tristemente célebre Junta? ¿Yde los “desaparecidos”? ¡Ni los menciona!.
Sin embargo, con anterioridad fue muy claro con el pronóstico del Genocidio
Armenio y con la matanza de los judíos.
¿Mujeres
en el gobierno en 1978?
¿Y
en 1983, no se recobró la democracia?
Amigo
lector: no desespere. Cristoff, al igual que Spencer Lewis y Barbarín son
exactos cuando escriben sucesos pasados. El trabajo de Cristoff es de 1969.
Es un epígono de los que adivinan para atrás.
BENAVIDES
Y SUS PROFECIAS
En www.MISTERIOS.s5.com
aparece una nota interesante sobre el atentado a las Torres Gemelas y su
relación con las sociedades secretas. Allí se ocupan del libro del mexicano
Rodolfo Benavides. Libro que en su momento tuvo mucho éxito. Expresan que “
En 1952 se realizó la primera edición del controvertido libro del mejicano
Rodolfo Benavides titulado "Dramáticas profecías de la Gran Pirámide".
Citado y plagiado hasta el hartazgo, sometido a todo tipo de exégesis y críticas
–de las constructivas y de las otras– en ese trabajo Benavides retorna sobre
la teoría –muy popular a finales del siglo XIX– de que las medidas de la
Gran Pirámide de Keops –y especialmente de su galería o corredor
principal– con sus escalones, sus codos, sus diferencias de nivel, en realidad
se ajustan a una cronología de hechos históricos o, mejor dicho, de momentos
poderosamente determinantes de episodios de gran connotación histórica.
Trabajando a partir de la llamada "pulgada piramidal", y tomándola
como correspondiente a un año calendario, Benavides construyó entre fines de
los años '40 y la fecha de la primera edición de su libro, una entretenida
aunque en ocasiones no demasiado rigurosa crónica de la Historia pasada y por
venir. Desde 1952 en adelante, los momentos señalados –según ese autor– en
el pasillo de la Gran Pirámide bien pueden corresponderse –o no– con
eventos sociales, geológicos o militares de importancia. Pero hay un instante
en la lectura que hoy, tantos años después de su primera edición, no podemos
dejar de repasar con un escalofrío: es la que se corresponde con la ilustración,
con la mención de la fecha: 17 de setiembre del 2001. Benavides especula con la
significación de la fecha: estamos de acuerdo con él en la liberación de las
fuerzas del mal (aunque tal vez no del mismo signo político que la propaganda
post atentado nos ha hecho creer). No, lógicamente, que el mundo se termina
como tal, aunque por todo lo que ha estado pasando –y seguirá sucediendo–
después, es obvio que la Historia ha dado un vuelco fenomenal: sugestivamente,
uno tiene la sensación que, sin aplaudir la masacre ni la destrucción de víctimas
inocentes, la intentona norteamericana de usar el atentado para atraer la
conmiseración de la humanidad y la fidelidad de ésta a sus planes ha
provocado, decía, el efecto exactamente opuesto. Esto es tan particular que,
sin ningún lugar a dudas, como decía, la Historia ya no será la misma. Pero
lo cierto e interesante es que, errada o acertada la interpretación del
escritor, la exactitud de la fecha es digna de toda consideración. Que un autor
acierte por casualidad más de cincuenta años antes –porque la diferencia de
seis días en ese lapso, aun si consideramos todo como producto de la afiebrada
mente del mejicano y despreciamos la hipotética cronología piramidal, es
ciertamente despreciable– el instante temporal de tantas implicancias es
merecedor de todo un estudio propio”.
El
autor del artículo transcripto arriba omite el segundo libro de Benavides:
“CUANDO LAS PIEDRAS HABLAN, LOS HOMBRES TIEMBLAN”.
Luego del Prólogo, en el capítulo “Continuación de la profecías de la Gran
Pirámide” dice: “Se puede suponer por lo que hoy estamos viviendo, que es
éste el momento de oscuridad y del caos en la mente, en las almas y en la
naturaleza, preanuncio de la catástrofe final, de donde nacerá la nueva luz.
La Bestia de destrucción (666) de la que habla el Apocalipsis bíblico,
debe hacer crisis hacia la época de navidad de 1982, aunque sus consecuencias y
últimos coletazos llegarán hacia finales del año 2000 (...) En la medida, en
que nos acercamos a los años 1982-1984 (su libro se publicó en 1979) aumentarán
las visitas de los OVNI”.
En el capítulo XXVI “Nuestro tiempo” se dedica al clima, a los sismos, al
polvo contaminante de la atmósfera, a la plataforma de Puerto Rico.
En el capítulo XXVII “Año 1982”, retoma este año debido a que ya en su
obra anterior lo consideraba muy importante. Menciona a una conjunción de
planetas, vuelve al tema de los extraterrestres, retoma el Apocalipsis y
la Bestia. Y remata con una frase esclarecedora: “Por eso, en lo
referente al año 1982, nada se puede afirmar en definitiva; pero tampoco se
puede negar nada con absoluta certeza”.
Luego, profundiza al ocuparse de 1984: “Se cree que esta conjunción
ejercerá alguna influencia sobre nuestro planeta durante varios años”.
Finalmente, estremece al lector cuando expone “en el año 1999 habrá un doble
eclipse solar. La realidad es que fenómenos como éstos ha habido muchos a lo
largo de los siglos, sin que nada especial haya ocurrido a nuestro mundo. Sin
embargo, esto es como aquel que dijo: ‘Yo nunca había estado enfermo...’ y
se murió”.
Por
si quedan dudas, del atentado de las Torres ni siquiera intuye algo.
Realmente,
muy poco serio.
CUESTION
DE LOGICA
René
Guenon, en “EL REINO DE LA CANTIDAD Y LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS”, expone que
“al medir las diversas porciones de los pasillos y cámaras de la Gran Pirámide
-en realidad la Gran Pirámide no lo es mucho más que las otras dos, y sobre
todo que la más cercana a ella, o al menos no lo suficiente para que sea clara
la diferencia entre ambas; no obstante, a pesar de que las razones siguen sin
conocerse, ella es la que parece haber atraído ‘hipnóticamente’ y de forma
exclusiva la atención de todos los modernos ‘investigadores’, refiriéndose
siempre a ella sus hipótesis más fantasiosas, por no decir las más fantásticas,
inclusive, si citamos solamente dos ejemplos más extraños, aquella que, en su
distribución interior cree ver un mapa de las fuentes del Nilo y aquella que
afirma que el ‘Libro de los Muertos’ no es más que una descripción
explicativa de tal distribución.- mediante un procedimiento un tanto arbitrario
(tanto más cuando que, de hecho, no se conocen con exactitud las medidas
utilizadas realmente por los antiguos egipcios), se ha tenido la pretensión de
ver en tales mediciones una serie
de ‘profecías’ a base de establecer una correspondencia
entre los números así obtenidos y los periodos y fechas históricas
concretas. Desgraciadamente, en éste caso se produce un absurdo tan manifiesto
que cabe preguntarse cómo es posible que nadie parezca percibirlo, lo que
ofrece una buena prueba del grado de ‘sugestión’ que parecen haber alcanzado nuestros contemporáneos; pues,
en efecto, suponiendo que los constructores de la Gran Pirámide verdaderamente
hubieran incluido ‘profecías’ de cualquier tipo, en definitiva cabría
considerar dos posibilidades: o bien que éstas profecías, que debían basarse
forzosamente en un cierto conocimiento de las leyes cíclicas, se refiriesen a
la historia general del mundo y de la humanidad, o bien que hayan sido adaptadas
de forma que contemplen especialmente el caso de Egipto; la cuestión empero es
que no se trata de una cosa ni de otra pues todos los datos que se quieren ver
en ellas se adaptan primero al punto de vista del judaísmo y al del
cristianismo más adelante, de manera que lógicamente podría sacarse la
conclusión de que la Pirámide en modo alguno es un monumento egipcio, sino un
monumento ‘judeo-cristiano’. Esto debería bastarnos para relegar ésta
historia inverosímil entre las diversas tomaduras de pelo que surgen en torno a
ésta cuestión”.
Sin
embargo, Jorge Barraza Ibarra, Director del Departamento de Investigaciones de
la Universidad Tecnológica El Salvador, en su artículo “ALGUNOS COMENTARIOS
CURIOSOS SOBRE LA GRAN PIRÁMIDE” pareciera contestarle a Guenon, ya que
sostiene que “Los pasajes interiores de la Pirámide indican la influencia de
la civilización occidental, lo cual es sorprendente considerando que los
egipcios son orientales. La mayor influencia de la civilización occidental se
encuentra aquí en su fundamental axioma de que el Cristianismo es la única y
verdadera religión, que sus enseñanzas proveen de valores eternos y guía, y
que las lecciones que Dios distribuye en el pueblo judío en el Viejo Testamento
y sus revelaciones en el Nuevo Testamento son ilustradoras para toda la familia
humana. Esta perspectiva fundamental, no obstante su desconocimiento, motiva a
Colón hacia América, a los británicos a su apologético papel en la India, y
al desmembramiento de Africa por otras potencias europeas”.
Realmente
hay que leerlo de nuevo. Para el etnocentrista
Barraza Ibarra la civilización occidental es tan importante que los
orientales egipcios
Realizan
semejante construcción para la gloria de Occidente. Asegura que “el
Cristianismo es la única y verdadera religión”. El Director omite, con
supina ignorancia, que dentro del tronco abrahámico existen otras religiones
verdaderas, como son el Judaísmo y el Islam.
CONCLUSIONES
El punto de vista científico y la pura lógica parecen, por el momento, ser lo
suficientemente claros como para demostrar que los "futurólogos"
actuaron con arbitrariedad y cierta mendacidad.
Es bastante fácil escribir en el presente situaciones que sucedieron en el
pasado y mostrarlas como futuro.
Con respecto a los sucesos futuros muestran una considerable ambigüedad y en la
mayoría de los casos no se aproximan a la realidad. Por ejemplo, Rodolfo
Benavides, en su "LAS DRAMÁTICAS PROFECÍAS DE LA GRAN PIRÁMIDE"
afirma que en el período 1977-1982 puede ocurrir un cataclismo mundial, con la
posibilidad de que el eje de la Tierra cambie de posición. Un gran planeta frío
se acercará a la Tierra y el encuentro entre ambos puede dar lugar al
nacimiento de una nueva luna, cuya masa sería arrancada del planeta.
Nadie puede negar que esta profecía es un disparate.
Hasta la fecha, la Gran Pirámide descansa en Egipto en un
eterno presente.