Lo que parecía lejano y casi “apocalíptico” está sucediendo. En esta semana un respetado periódico de Estados Unidos anunció que dejará de lado las publicaciones en papel y se dedicará solamente a la web.
La nota sobre la decisión, del diario The Christian Science Monitor salió publicada en The Boston Globe el 28 de octubre del corriente año. En ella, John Yemma, supervisor de la redacción, reconoce que con esta medida buscan más una reducción de presupuesto —que quedará plasmado en una reducción de personal del casi 15%— que un plan “modernizador”.
¿Este es, entonces, el primer paso a una larga lista de periódicos que seguirán el ejemplo?
Aunque parezca extraño, o por lo menos curioso, ya existieron algunas predicciones de esta discusión sobre la “modernización tecnológica” que en post de acercar o “democratizar” la comunicación humana producen un efecto adverso.
Ejemplo de todo aquello es el muy recomendable libro de Umberto Eco Apocalípticos e integrados (1965). En él, Eco configuró las distintas posiciones intelectuales frente a la cultura de masas a partir de la dicotomía entre quienes consideraban el impacto de los medios de comunicación de masas y el avance de la industria cultural sobre los bienes culturales de manera negativa (los “apocalípticos”), y aquellos que veían tales desarrollos de manera optimista (los “integrados”).
Hoy Internet ha logrado recrudecer este planteo. Por un lado, están aquellos que ven en esta herramienta como casi “una salvación”, como el instrumento más democrático y multiplural del mundo. Mientras que en la otra vereda están los otros, los que ven a Internet como una herramienta más de las tantas que hay, que ven esta divinización de la web como algo peligroso, ya que está muy lejos de ser democrático. Estos, que ven lo arriesgado de la visión superlativa de Internet, manifiestan que es un aparejo sin duda útil, pero que también hay que reconocer que margina aún más a los ya marginados.
¿Qué opinarán, entonces, de este fenómeno de los periódicos que parece ya encaminado?
Seguramente habrá, como en el libro de Eco, opiniones a favor y en contra, pero lo que hay que tener en cuenta es que es una realidad que se acerca. Internet ha llegado y vino para quedarse, habrá que aprender a convivir con esto.
Cristian Isa