El oficialismo comienza a percibir
problemas propios del desgaste en el poder, sobretodo en el armado de
candidatos, de cara a las elecciones legislativas de 2009.
Néstor Kirchner juega al misterio con su candidatura en la
provincia de Buenos Aires, primero para diputado y en los últimos días para el
Senado.
Anoche Kirchner fue muy claro con Agencia DyN al
sentenciar que "no evalúa" su postulación en los comicios legislativos. Sergio
Massa y Florencio Randazzo aparecen como dos candidateables en territorio
bonaerense.
El ex presidente volvió a demostrar su enojo, aunque
volvió a equivocar a los destinatarios. "Pareciera ser que algunos siempre
apuestan a que tiene que venir el fin de nuestros días", sostuvo anoche, en un
brindis oficialista. Allí estaban presentes sindicalistas, legisladores,
intendentes, gobernadores y varios ministros del gabinete nacional en una
muestra de que, al menos cuando la presidenta está de viaje, quien se queda a
cargo del ejecutivo es el santacruceño. Sin embargo, algunos de los que apuestan
al fin del kirchnerismo, estuvieron presentes en ese acto...
Pero la provincia de Buenos Aires no es lo único que desvela
al actual titular del PJ nacional. Días atrás, Carlos Reutemann le confesó que
no quiere ser candidato a senador en Santa Fe, sí Agustín Rossi es el postulante
a diputado. La intimación del "Lole" a Kirchner sorprendió al ex presidente, que
creia tener asegurado al ex piloto como candidato, luego de cederle a un delfín
suyo, Ricardo Spinozzi, la jefatura del PJ santafesino. "Con Rossi no voy, salvo
que la lista esté integrada por gente nueva, gente joven", advirtió Reutemann a
Kirchner.
En Capital Federal, uno de los distritos más adversos donde
el oficialismo, la figura del actual embajador argentino en Chile, Ginés
González García, comienza a tomar fuerza. No es casual que González García,
quien ya fuera candidato a senador por el distrito porteño, termine siendo
cabeza de lista a diputados, del kirchnerismo.
El mayor crédito del kirchnerismo es, quizás, el
desconcierto de la oposición.
Hasta el momento, el anunciado acuerdo entre la Unión
Cívica Radical, el Partido Socialista y la Coalición Cívica,
es una silla vacía sobre el escenario político.
Quince días atrás, Gerardo Morales, Rubén Giustiniani y Elisa
Carrió confirmaban el inicio de un diálogo en un frente cuyo objetivo final era
llegar al poder. Sin embargo, poco han hecho desde ese entonces, incluso, quien
ayer presentó un plan anticrisis en soledad fue la Coalición Cívica.
En la medida en que las tres fuerzas no muestren durante un
prolongado tiempo un trabajo consensuado, sin fisuras, sin voces altisonantes y
sin problemas de "cartel", será una cuesta arriba obtener la confianza de la
sociedad de que, se ha conformado, una alternativa capaz de gobernar la
Argentina. Con lo que ello significa en un país donde está latente el fracaso de
la Alianza UCR-Frepaso.
Walter Schmidt