A veces las palabras tienen un valor ambivalente, pues de acuerdo a como son proferidas, pueden tener la suavidad de una caricia o la contundencia de un cañonazo. Bien sabe de esto el ministro de Gabinete Alberto Fernández, que en su informe del miércoles 14 ante diputados se sintió molesto ante la palabra "crisis", utilizada por miembros del radicalismo para graficar la ríspida cuestión energética. Fernández, muy detallista, les indicó que el país tenía "problemas" en ese esencial rubro pero no se podía hablar de una crisis en toda la regla.

 Teniendo en cuenta la etimología de la palabra usada por los integrantes de la oposición, se puede inferir que el titular de la cartera de Gabinete trata el asunto por elevación. "Crisis", según los griegos tan caros al profesor Mariano Grondona, significa "quiebre del corazón", esto es una ruptura en toda la regla del cuore. Si se la toma en sentido oriental, se puede desprender de la misma una oportunidad latente que es poner en caja a las empresas privatizadas que lucraron y giraron esa guita al exterior, en lugar de invertir en el mejoramiento del servicio.

 Precisamente el oficialismo no acarició con palabras suaves a algunos medios últimamente, pues según un informe del sitio amigo DsD: "Las expresiones del Gobierno hacia medios y periodistas despertaron toda una polémica. Un comunicado de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) que alertó sobre los dichos contra medios y periodistas de los ministros Aníbal Fernández y Roberto Lavagna aparece hoy con ribetes de polémica. Por otro lado, los diarios económicos arremeten contra el diputado Miguel Bonasso, quien ayer acusó al diario La Nación de una “conspiración” contra el Gobierno.

La Nación señala que ADEPA “cuestionó las reacciones de dos ministros”, en referencia a Fernández, “que criticó a La Nación por publicar un reportaje a Menem”; y a las "lamentables expresiones sobre la persona del periodista Marcelo Bonelli” de Lavagna. La nota repasa los tramos salientes del comunicado y añade que el ministro de Economía respondió a ADEPA diciendo que “la prensa no es una vaca sagrada”. Clarín publica la información, aunque con menor despliegue.

Ambito califica a Bonasso de “lanzado”, ya que “dijo que hay un complot contra el gobierno que insólitamente estaría encabezado” por Mariano Grondona, La Nación y la revista Cabildo. Según la nota, el Gobierno “utiliza los recursos más viejos de la política argentina: cuando empiezan las dificultades (…) recurren al argumento de los complots”. También recuerda la crítica de Fernández a La Nación.

El Cronista consigna que “Bonasso denunció un intento de golpe”, a la vez que señala que “la polémica alcanzó también ayer” a Lavagna, quien dijo que “lo que ha hecho ADEPA es adoptar una reacción corporativa que no atiende a los intereses generales”. En un editorial, el matutino afirma que “Bonasso aleja a Kirchner de la sociedad” y cita una encuesta que “mostrará una notable baja en la imagen del Gobierno”, “tras una cadena de hechos que empezó con la ESMA, la pelea en el Congreso del PJ, la movilización por la inseguridad y la crisis energética”.

También Infobae publica un comentario firmado por Jorge Grecco titulado “Matonismo de Estado”, que critica a Fernández, a Lavagna y a Bonasso. “Al parecer -dice- no hay gobierno (…) que evite la tentación de achacarle a la prensa intenciones golpistas o desestabilizadoras”.

En esencia, toda una postal de esta época.

Como Malinche

 Es un recurso altamente idiota salir a pegarle al mensajero cuando simplemente refleja la realidad. ¿Qué diría Rodolfo Walsh, cuyo aniversario de su asesinato fue dejado de lado por la corporación mediática nacional, de esto? Seguramente no estaría muy de acuerdo.

 También a veces se recurre a las analogías, aquellas construcciones teóricas que remiten a hechos del pasado para ilustrar datos de la realidad. Precisamente a una de ellas recurrió el entonces gobernador santacruceño Néstor Kirchner, cuando en el programa televisivo A dos voces, antes de la debacle de diciembre de 2001 calificó al gobierno del prescindente Fernando De la Rúa como émulo de la mexicana Malinche, pues "son fuertes con los pobres pero débiles con los ricos".

 Pero ahora, parece que el gobierno del Dr.K adopta ese recurso pues según una nota de María José Lucesole publicada en La Nación el jueves 15, "siete piqueteros serán llevados a juicio oral y público por interrumpir el tránsito en la provincia de Buenos Aires. Se los acusa, además, de intimidación agravada con explosivos químicos. El juez de Garantías N° 1 de esta ciudad, Guillermo Atencio, elevó la causa a juicio a pedido del adjunto en la Fiscalía N° 6, Carlos Esteban Gómez. El delito que se les imputa a los siete piqueteros procesados tiene pena de prisión de entre tres y diez años. El magistrado consideró que infundieron temor público porque quemaron gomas y utilizaron líquidos inflamables cerca de una refinería de Repsol YPF donde había nafta, gas licuado y petróleo. Los piqueteros procesados, pertenecientes a la Mesa Coordinadora Nacional de Trabajadores de YPF y de Gas del Estado despedidos, adheridos a la CTA, consideraron la medida judicial como una provocación y convocaron a una movilización masiva en contra de la Justicia y del Gobierno. Adhirieron a la marcha el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD) y la Corriente de Trabajadores Desocupados (CTD) Aníbal Verón, entre otros. "Es la primera vez en este gobierno que se lleva a juicio oral y público a los piqueteros por cortar rutas", dijo Nina Peloso, del Movimiento Independiente de Jubilados y Pensionados (MIJD). La mujer recordó que su pareja, Raúl Castells, había estado preso durante anteriores gobiernos por otras causas: ocupación ilegal de la Municipalidad de Lomas de Zamora, e irrupción en un supermercado. A fines de marzo último, el líder piquetero Alberto Ibarra, del Movimiento Territorial de Liberación (MTL), fue condenado en un juicio oral por uso indebido de pirotecnia en la vía pública, por un juzgado contravencional de la Capital Federal. Ibarra había sido acusado también de bloquear el tránsito durante una manifestación frente a un local de McDonald´s. También el piquetero Emilio Alí, de la CTA, había sido condenado en 2000 por extorsión a supermercados durante manifestaciones en las que reclamaba alimentos en Mar del Plata. Tanto Castells como Alí -los casos más emblemáticos- estuvieron detenidos durante el mandato de Fernando de la Rúa. Ahora se podría dar el primer caso de condenas a piqueteros en la era Kirchner. Reacciones: "Es significativo. En La Plata hay una decisión política de amedrentar la protesta social", dijo Gustavo Giménez, del MST-Teresa Vive. "La justicia de La Plata endureció su persecución para amedrentarnos" dijo Alberto Ibarra. "Es una clara amenaza del sector político y judicial. Y vamos a responder con una gran marcha", informó Carlos Guansiarrosa, vocero de la Mesa Coordinadora Nacional de Trabajadores de YPF y de Gas del Estado despedidos y secretario de la CTA. Los siete piqueteros acusados por "intimidación pública en concurso real, con entorpecimiento del servicio de transporte", son: Daniel Seoane, Tránsito Osorio, Carlos González, Juan Carlos Bertoluccio, Reinaldo Giles, Jorge Germán y Roberto Burgos. Estos desocupados están procesados por interrumpir el tránsito en camino Vergara y 126, de Ensenada, y en 60 y 129, de Berisso. El corte de esos accesos se extendió entre el 4 de noviembre y el 1° de diciembre de 2003 e impidió durante ese plazo el acceso de camiones a la empresa Repsol-YPF. ."El 1° de diciembre de 2003 levantamos el corte, después de negociar una indemnización de 39.000 pesos, por cápita, con el gobierno nacional. A la tarde anunciamos el término del conflicto. A la noche nos detuvieron y nos mantuvieron presos por 24 horas", relató Giles, uno de los piqueteros procesados."El corte había sido dispuesto para presionar a la empresa YPF-Repsol y al gobierno nacional. Cortamos el acceso de camiones. Pero no es cierto que usamos elementos explosivos", agregó Seoane. "Por supuesto, nos iniciaron una causa judicial. Y no nos pagaron nada", cerró Jorge Germán. Ninguno de los tres piqueteros había sido notificado ayer de la resolución judicial. Bloqueos peligrosos: El 5 del mes actual el fiscal acusó a los ex trabajadores de producir desórdenes y tumultos, y de amenazar con cometer un delito de peligro común, ya que se encontraban incendiando neumáticos cerca de la refinería que almacena combustible. Y pidió la elevación de la causa a juicio. Fuentes judiciales consideraron que los acusados podrían ser sometidos a penas de entre tres y diez años de prisión. Esto debido a que las amenazas habrían sido agravadas por el uso de explosivos químicos. La causa será evaluada ahora por un tribunal oral en materia criminal. La fecha del juicio no fue fijada. Mientras esto ocurre, ayer, frente a los accesos de la empresa Repsol-YPF había dispuestos tres patrulleros de la policía bonaerense y un camión de asalto en prevención de nuevos cortes. En varias oportunidades los piqueteros, de la mayoría de las organizaciones, bloquearon los accesos a las refinerías petroleras tanto en demanda de puestos de trabajo como en pedido de deudas contraídas con los ex trabajadores estatales de YPF".

 De concretarse esto, sería un peligroso precedente puesto que, salvo María Julia, ninguno de los principales vaciadores de la Argentina fue llevado a juicio y condenado. Entonces, seguro que se destornillarán de risa cuando vean a los luchadores sociales desfilando bajo la picota, mientras ellos seguirán lavando guita y trasegando tragos largos en alguna isla paradisíaca del Caribe. ¿Porqué en lugar de desplantes y diatribas de barricada se investiga a todos estos truchos de alto vuelo, desde Joe Martínez de Hoz en adelante, y van en cana, y se dejan de perseguir a los militantes populares?

 Pues no tiene gracia pegarle a los débiles, mientras los "fuertes" siguen con impunidad su fiesta permanente.

 Fernando Paolella