Hola Christian:
Me llamo Susana Broda, soy una mama que te escribió por la nota del Día del Padre y lectora fanática de tus columnas desde hace mas de un año, cuando descubrí tu diario on line.
Pero también fui Diputada Provincial y Presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados de Santa Fe (1999-2003), fui Jefa de la Zona de Salud IV (departamentos San Martín y San Gerónimo) desde el 10/12/03 hasta el 10/12/07. Y desde entonces hasta el 31/05/09, (fecha en que renuncié para jubilarme) fui asesora en la Comisión de Salud del Senado provincial.
Bueno, hechas estas aclaraciones que consideré necesarias para dejar en claro que algo sé del tema, vamos a tu nota de hoy (1). No sólo estoy de acuerdo en todo lo que decís, sino también en como lo decís (y sé bien a lo que te referís cuando hacés el llamado en nombre de las generaciones futuras, ya que vivo en un pueblo de 6.000 habitantes, donde tuvimos varios casos de sobredosis por cocaína e intentos de suicidio en adolescentes).
Quiero contarte que el año pasado participé del IV Seminario Internacional “Adicciones: un debate del presente”, organizadas por la Defensoría del Pueblo de S. Fe y el SEDRONAR. Allí quedó bien clara la interna con el Ministerio de Justicia sobre este tema, sobre todo en la exposición del Dr. José Granero.
Las estadísticas que mostraron son pavorosas:
-La Argentina es el 1° país en consumo de cocaína en el secundario.
-Es el 1° país en policonsumo de drogas.
-Es el primer consumidor mundial de pastillas para adelgazar.
-Es el país en el que mas crece el consumo de psicotrópicos.
Pero hay otros datos preocupantes:
-La necesidad de un mayor registro de las empresas que utilizan sustancias que pueden usarse como precursores, de radarizar las fronteras, de una ley que permita el derribo de los aviones no identificados.
-La aparición y el crecimiento de las "cocinas" de drogas, el aumento en el consumo, la disminución de la edad de inicio, la falta de políticas de prevención en serio y la tolerancia social, que también abarca al alcohol, y que según mi punto de vista incluye a la familia (que muchas veces no quiere ver o minimiza lo que sucede, sobre todo con la marihuana), la sociedad en general (que considera de bajo riesgo el consumo ocasional), y cierto periodismo, sobre todo televisivo, que mandan el mensaje explícito o implícito de que la marihuana es inofensiva (y ni hablar de programas como los de Graña, donde enseñan con lujo de detalles cómo y con qué drogarse…).
Sumado a todo esto dirigentes y funcionarios judiciales que pregonan alegremente la despenalización. Resultado: a mayor tolerancia, mayor consumo.
Poco tiempo después concurrí a una Jornada de encuentro de las Comisiones de Salud de las Legislaturas de todo el país para tratar, entre otros, el tema de las adicciones. La misma estuvo presidida por el Presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados de la Nación, Dip. Nac. Héctor Sylvestre Begnis, y la invitada estrella fue la inefable Mónica Cuñarro, la cual comenzó su exposición contando que había renunciado a su cargo de Fiscal para trabajar ad honorem (¡¿?¡) en la Comisión Asesora del Ministro Fernández, dado su interés en el tema.
A partir de allí todo fue un dislate: sólo se habló del derecho de cada uno a hacer lo que quiera con su cuerpo y su salud mientras no perjudique a otro, del fracaso de la política actual sobre el tema, de ahorrar gastos, con dardos encubiertos (¡y no tanto!...) a las ONG que se ocupan de los tratamientos de los adictos que requieren internación y al dinero que les deriva el Estado para ello. (Me parece que también había un ojo alerta puesto en esa "caja"...) Y también el discurso obvio y "políticamente correcto" de que el adicto no es un delincuente sino que es un enfermo que debe ser tratado, sin especificar como, ni donde, ni con que presupuesto...
Únicamente podían realizar preguntas los Presidentes de las Comisiones de Salud y varios de ellos que osaron objetar algunos de estos puntos obtuvieron respuestas soberbias y descalificantes de parte de la Dra. Cuñarro. Y eso, sumado a que los asesores no podíamos participar ni siquiera por escrito, determinó que al medio día me fuera, convencida de haber presenciado sólo un gran lobby a favor de la despenalización.
Santa Fe no tiene un sólo centro de recuperación de adictos que sea estatal. Durante mi gestión le presenté al entonces Ministro Sylvestre Begnis un proyecto donde la Comuna de la localidad de Díaz ofrecía un edificio comunal a estrenar, total y lujosamente equipado con 30 o 36 camas, mesas, sillas, sábanas, vajilla, todo, para instalar un centro de recuperación para menores adictos, que además iba a funcionar como un centro de consulta y prevención zonal. Trabajamos mucho el Proyecto con la Dirección de Salud Mental, pero después de dos años de análisis el proyecto fue archivado porque nunca se crearon los 20 cargos necesarios para ponerlo en funcionamiento.
Pregunto: Si se despenaliza, ¿adónde vamos a tratar a cada uno de los que sean detectados fumando marihuana, por mencionar solo el consumo mas común y generalizado?... ¿y donde vamos a internar los casos que así lo requieran y a los adictos al paco?...
¿Saben la Dra. Cuñarro y el ministro Fernández que en los hospitales no hay camas para los adictos? ¿Que son resistidos por los médicos, el personal de enfermería y los gremios por los trastornos que ocasionan al personal y a los demás enfermos?
Veamos que sucedió con el tabaco: Hace 30 años se fumaba en público, en los lugares de trabajo, en las películas y en la televisión. Era algo "piola" y bien visto. (Aún no decíamos "fashion"...) Hoy el tabaco está en retroceso en todo el mundo, y eso sólo se logró a través de la concientización, de la condena social y de las políticas públicas para combatir el tabaquismo.
Mientras se siga asociando el éxito y la pertenencia a determinadas conductas, mientras el alcohol y las drogas sean vistos únicamente como una elección privada e individual, mientras desde el poder se siga propiciando la despenalización con argumentos falaces, la solución estará cada vez mas lejana.
La única salida efectiva es la prevención, que debe empezar lo más temprano posible (desde el Jardín de Infantes e involucrando al grupo familiar) y debe ser una política de estado.
Hasta entonces, bienvenidos sean los esfuerzos de las personas que se capacitan y libran su propia batalla, como vos con tus investigaciones y tus charlas en las escuelas.
Susana Broda
susanabroda@arnet.com.ar
Especial para Tribuna de periodistas
(1) Ver https://periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=5227