A un año de el trágico episodio “del triple crimen” de General Rodríguez, sigo con la misma impotencia, angustia y dolor. El día 13 de noviembre de 2008, envié un fax a nuestra Presidente, pidiéndole por favor nos de una entrevista para solicitarle nos apoye en la investigación de la causa que, a esa fecha, era un “gran circo”. El mismo día le envie un e-mail y un fax al gobernador Daniel Scioli, quien le puso a la causa el título de “crimen mafioso”. Anterior a estos mensajes, realicé un petitorio el día 7 de noviembre —SIAP Nº 55709— al entonces ministro de Justicia y Seguridad Aníbal Fernández, pero lamentablemente se hizo oídos sordos a nuestros reclamos, la única decisión que tomó el Gobierno fue apartar al Sr. Héctor Capaccioli de su cargo, quien se había encargado de los aportes de las droguerías y farmacias a la campaña presidencial, de lo cual ya no se habla.
De ninguna manera pienso que mi hermano haya sido quien fue a tomar un café y estaba en el momento y el lugar equivocado; eso lo sentí en un principio no conociendo nada de la causa, pero de ningún modo supongo que por la vinculación de la causa la llamada “ruta de la efedrina”, ellos sean quienes manejaban este negocio millonario. Hay donde buscar, ¿no lo quieren hacer, hay registros en los importadores en Aduna en cómo se incremento su consumo en los últimos 9 años, ¿por qué no investigan quién lo importó y exportó y a quien se lo vendieron? el tema es que hasta el “triple crimen” la efedrina era un negocio legal en nuestro país.
De ningún modo Sebastián Forza, Damián Ferron y Leopoldo Bina llegaron a hacer un negocio con los mexicanos y le vendieron "gato por libre", o rebajaron un cargamento con sal, este crimen fue desvirtuado y direccionado hacia esa causa para tapar la realidad del mismo. Acá hay un cóctel de cosas que nadie se anima a investigar, sólo periodistas o investigadores independientes. En esta causa están las mesas de dinero por el cambio de cheques, los medicamentos adulterados, la efedrina, y la peor de las drogas; el “poder político” que ampara todo para que ciertas causas sigan siendo impunes en la Argentina.
A mi juicio Forza quien era un conocedor del rubro tenía algunos enemigos dentro del negocio y por sus problemas financieros lo amenazaban, quien en varias oportunidades hizo las denuncias. No nos olvidemos que su mujer Solange Bellone al otro día de su desaparición hizo esta denuncia en la fiscalía de la inoperante fiscal Ana Yacobucci.
Mi hermano Damián, quien dependía del arrepentido y asustado José Luis Salerno —que tuvo amnesia hasta hace poco tiempo y no colaboró para que encontraran con vida a los tres jóvenes—, estaba intentando formar algún nuevo negocio con el cual sólo tuvo un fin y nunca un comienzo. Todo el entorno se asustó y nadie entendía nada, sólo después de un tiempo el Dr. Gustavo Richutto declaró ante el juez Federico Faggionato Márquez y aclaró un poco el panorama, aunque lo tildaron de fabulador. Él culpó de "aprietes" a Salerno, de mesas de dinero y le contó a diario Clarín cómo los tres iban a aparecer muertos de un zanjón, según dichos del señor Salerno.
Por ultimo Bina, a quien lo vinculan sólo por su contacto con la Aduna y que fue de "patovica" pareciera ser que no tenía nada que ver; pero hay una vinculación probada con el detenido mexicano Rodrigo Pozas Iturbe y alguien más mencionado en la causa que no quiero hacer mención porque está siendo investigado y tiene relación. Este testigo sabe qué pudo haber sucedido porque ya al segundo día sabía que no aparecerían con vida.
Mi conclusión es que, por diferentes charlas que tuve con periodistas, investigadores, fiscales y abogados, se iba a formar una sociedad de tres, que en verdad era de cuatro, incluía a Salerno pero el muy inteligente no apareció en escena. A alguien o algunos no les pareció que metieran las narices donde no debían y esto los llevó a la muerte.
¿Con tanta impunidad se puede manejar este país? parecemos o nos hacemos los ingenuos, primero y principal la Dra. Yacobucci que con su inoperancia dejó que su Secretaria nos diga que se fueron "de joda", con una camioneta incendiada documentos personales en la misma, un arma prendida fuego y otro vehiculo abandonado y tres desaparecidos, por las alertas confirmadas del día viernes de uno de los celulares; y lo tenía en su poder y no los mandó a rastrear, sólo hizo un pedido de paradero y se enojó para que no hagamos público eso. ¿Por qué se borraron los videos por donde fue y volvió la camioneta de Damián? ¿Por qué se pasó la aplanadora en el supuesto lugar de asesinato, lugar primordial para la investigación? ¿Por qué nadie hizo nada, ni se sabe qué día murieron los muchachos? dicen los peritos que fue 40 hs. antes de encontrar los cuerpos, pero sus ropas interiores estaban limpias, sus caras y algunas partes de cuerpo afeitadas. Si los mataron el mismo día del secuestro y los tuvieron refrigerados hasta el día de su encuentro, ¿cuánto poder hay para guardar tres cuerpos? en el lugar no había ni olor nauseabundo de tres cuerpos dejados cuarenta horas atrás: simularon haberlos matado ahí.
Se que nadie se anima a llegar bien arriba ¿este es un crimen mafioso? ¿o la mafia es el poder? Me hablan de Justicia independiente la cual es digitada por el dedo del político de turno.
Fuera de las hipótesis de investigación, idas y venidas, tres familias quedaron sin sus seres queridos tres niños sin padres y los familiares destrozados —las mamás en primer lugar— y no hay explicación lógica a un año. ¿No es grave que de los años 70 en la Argentina no se escuche de un caso así, triple secuestro seguido de muerte en un escenario espectacular para conmocionar a la sociedad?
Al fiscal Bidone le tiraron un "fierro caliente" del cual tiene que hacer cargo, le dieron una causa luego de tres meses en los cuales no se hizo lo que se debía, se perdieron los pasos primordiales para investigar, lo único que nos quedan son los cruces de teléfono y es muy difícil probar e investigar quiénes fueron. La causa avanzó algo luego de pasar a la fiscalía de Mercedes, pero las familias necesitamos justicia, lamentablemente al Dr. Bidone le toca aclarar este punto y llevamos un año sin un solo detenido.
No sólo por Sebastián, Leopoldo y Damián, porque a cualquiera le pude tocar en este país impune, queremos Justicia. Así como la desaparición de Jorge Julio López, Cromañon y la AMIA no tienen respuesta, el “triple crimen” puede quedar igual, en una anécdota mas.
La lucha es por el amor que te tengo y por ser mi compañero de la vida.
Diego Ferrón