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Reflexiones desde el loquero

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LOS MEDIOS, EL SENTIDO COMÚN Y LA CRÍTICA SIN SUSTENTO
LOS MEDIOS, EL SENTIDO COMÚN Y LA CRÍTICA SIN SUSTENTO

Que la idiotez de la mayoría y la maldad de los corruptos nos hayan encerrado en este manicomio que es la realidad nacional, y nos siga narcotizando con publicidad engañosa, estadísticas falsificadas, discursos grandilocuentemente demenciales y mal llamadas “políticas de Estado” (porque deberían llamarse “despolíticas en su mejor estado”), que vienen a estructurar este famoso “modelo K”, justamente este  modelo delirante y por demás absurdo si se lo vincula con la proclama de beneficiar a los que menos tienen, engendrado por dos personas que evidentemente no están en sus cabales, no implica que todos “los internos” de la gran Institución llamada Argentina, estemos locos.

 

El problema quizás es que las dosis de narcóticos suministrados a la población en los formatos antes descriptos son potentísimos inhibidores del sentido común, justamente para que la gente no tenga reacciones rápidas, ni precisas, ni de manera oportuna, hasta que ya sea demasiado tarde. Por eso varios de nosotros optamos por retenerlos bajo la lengua y en cuanto el enfermero se retira de la habitación con el vaso de agua, los lanzamos rápidamente por la cañería del baño. Es la única forma de mantenerse sano.

Uno lee los titulares de los diarios y ya no sabe si reírse o llorar. Duele y demasiado el desastre socio-económico tan meticulosamente ejecutado desde el poder, sin omitir una sola coma de las instrucciones que reciben “desde sus superioridades en la escala jerárquica” (porque está claro que ejecutan un libreto que les han impuesto intereses “de arriba” para apoderarse de nuestro país de todas las formas posibles a cambio de ciertos privilegios), que están llevando a cabo a la perfección.

Sin embargo, cuando uno lee los extractos del discurso presidencial de ayer en la apertura de sesiones del Congreso, las declaraciones de la señora Hebe de Bonafini “La oposición es una mierda”, o “las aventuras” del Secretario Guillermo Moreno, las “Chaplinadas” del Ministro Aníbal Fernández, las “travesuras” del Senador Miguel Pichetto, el Diputado Agustín Rossi, la Dra. Diana Conti o Carlos Kunkel…. en fin…. Uno comprende (si ha escupido la pastilla oportunamente) que se trata lisa y llanamente de un caso de locura colectiva instalada en el seno del Poder Gubernamental de la República Argentina aprovechada por intereses que los manejan de una manera alarmante, ante lo cual se pregunta: “¿Qué más hace falta para que la población en su conjunto entienda que esta gente está enferma y nos ha llevado al borde del abismo? ¿No ven que estamos a punto de caer a un precipicio “empujados” por ellos? Digo empujados y no arrastrados porque los K son dementes pero astutos (nunca inteligentes), de lo contrario no podrían ser títeres de sus “Superiores”.

¿Es posible que un pueblo entero esté sometido a todos los males que puede tener una sociedad en términos-socioeconómicos, a vivir crispado, en estado de angustia e incertidumbre los trescientos sesenta y cinco días del año por culpa de los brotes psicóticos de una sociedad conyugal que lo único que saben hacer es daño, más daño, y sólo daño?

¿Es necesario seguir siendo pacientes con una hipotética oposición que salvo “rarísimas” excepciones lo único que comenten son desaciertos y encima reaccionan al límite del desastre o no reaccionan? La razón con la que el Dr. Carlos Menem justificó su inasistencia la semana pasada a la Cámara Alta es el ejemplo más claro del nivel de egocentricismo que domina sus actos. El señor no asistió, a un evento tan trascendente por que se siente “ninguneado” por sus pares…..Sin importarle nada en absoluto el perjuicio que con esto hacía al país.

Este Gobierno debe terminar su mandato en 2011, como corresponde, sin embargo, si el pueblo sigue expresando sus reclamos de manera dispersa, seguimos sin soluciones.

Pensaba: “¿Cómo sería nuestra realidad si todos los sectores nos uniéramos en un sólo reclamo de justicia social, sin banderías políticas, sin intereses sectoriales y dando rienda suelta a esa solidaridad tan grande que tenemos la mayoría de los argentinos?”

“¿Cómo sería nuestra realidad si todos tiráramos para el mismo lado, siempre pensando en los que menos tienen, en los que más necesitan?”.

“¿Cómo sería nuestra realidad sin nos empezáramos a hacer cargo de nuestra responsabilidad de que los que están donde están, estén donde están?”

Probablemente lo mío sea una utopía, pero estoy segura que debe haber millones de compatriotas quienes alguna vez pensaron y sintieron lo mismo, por lo que sólo me resta volver a esas ideas tan trilladas, aunque no menos ciertas: “La oposición señores (salvo rarísimas excepciones) no existe, eso hay que tenerlo muy claro, y en caso de encontrarse en los mismos cargos estratégicos que quienes nos gobiernan ahora, probablemente harían lo mismo o algo similar, Ergo, “solo el pueblo es capaz de salvar al pueblo”, y “acá o nos salvamos todos o, de los que pertenecemos a las clases medias y bajas (la mayoría), no queda nadie”, por lo que sigue, que a este país, le cambien la banderita celeste y blanca e izen en su lugar un trapo flameante con un símbolo muy conocido, como insignia patria.

Y si….George Orwell, David Icke, Adrián Salbuchi, Walter Graziano, Daniel Stulin, yo y algunos otros mas, seguiremos siendo tildados como delirantes por muchos, y quizás tengamos ideas aparentemente “algo especiales”, pero alguna de cada 100 pavadas que decimos, es una verdad más grande que el universo.  Y…afortunadamente, muchos otros lo saben…

 

Nidia G. Osimani

 
 

22 comentarios Dejá tu comentario

  1. NIDIA no sabes como te amo !!! Esta esplendida y radiante, hoy, porque ayer estabas muy apagada, no tengo nada que reprocharte. El MARAVILLOSO CONDERIC te envia un tremendo beso resperuoso.

  2. Recien acabo de leer el articulo, y realmente debo felicitar a Nidia por la claridad y realismo del mismo, y excelentes respuestas de parte de los foristas, anque deseo aclararle al sr Osvaldo, que el CFR esta compuesto en tres niveles. El primero es un circulo al que denominariamos "los directores o cerebros". El segundo se compone de gerenciadores.. Y el tercero, la mayoria, son reclutados por su conocimiento en ciertas materias, y ejecutan ordenes aunque no tengan en claro cual es el verdadero objetivo de los cerebros del CFR. Se podria decir en conclucion, que los Kirchner solo son serviles (concientes o no), del plan maestro que Nidia ya explico en otros articulos, pero no se de donde saco usted que pertenecen a ese perverso organismo. En todo caso y a modo informativo, le diria que el señor Paul Volker, es miembro activo del CFR, y a la vez, presidente del "GRUPO DE LOS TREINTA" (Group of Thirty), ¿y a que no sabe otro "personaje" es miembro activo de esa organizacion?, el señor Domingo F. Cavallo. ¿Se entiende ahora la relacion?

  3. Nidia. Antes, dos aclaraciones. Una , por un error de tipeo quedó como MOM cuando quise decir NOM. Dos, no vale la pena volver sobre otros debates, porque después terminan afirmando que yo tengo cuestiones pendientes contigo, sentimentales,laborales o de cualquier otro tipo. Y ni siquiera te conozco!!!!!!!. Cuando me refiero al término "social" acompañando beneficio,economía,justicia,etc afirmo que es redundante porqu estos no pueden existir en otro ámbito fuera de lo social. Es una estafa intelectual de la que son cómplices, muchos políticos,literatos,directores y actores de cine y teatro,lideres religiosos y gran parte de los medios masivos de comunicación. En todos los casos estos personajes buscan justificar, con lenguaje solemne, el uso de la fuerza por parte del estado u organizaciones corporativas o gremiales, para imponer valores que ellos consideran supremos. Detrás del discurso se oculta la visión sociológica mediante la cual los humildes y asalariados en relación de dependencia constituyen un género sub-humano, incapaces de juicio responsable para dirigir su vidas. Es decir, que requieren de dictadores, de la tutela de burócratas o de dirigentes sindicales, para enterarse que la educación es buena,que hay que ir al médico cuando la salud está en peligro o para que les fijen los salarios y demás condiciones de trabajo. Ahora bien, si para encontrar un chivo expiatorio de toda esa maniobra busco responsabilizar a fantasmas que serían supra-mundiales, llevaríamos a la sociedad a luchar contra molinos de vientos. Los males y los responsables están adentro y solo es necesario regresar a las bases fundamentales de la libertad económica que Alberdi expuso y que permitió que Argentina fuese potencia mundial hasta comienzos de 1930. Adrián Salbuchi explica como financiar un proyecto ( Argentina ¿Colonia Financiera?) con una idea que ya fuera expuesta por el Dr. Walter Beveraggi Allende. Pero cuando se parte de una premisa falsa,necesariamente la conclusión es falsa. Adrián coloca al Estado como el hacedor del emprendimiento. Y durante 80 años de intervención estatal vemos dónde fue a parar el mundo.Adrian sigue a los econoomistas Keynesianos que han inventado los conceptos de oferta y demanda de bienes,oferta y demanda de dinero y velocidad de circulación del mismo. Luego haciendo alquimia con ese menú terminan explicando la inflación o la deflación.Error. Este invento contiene el germen de la emisión escondida para impulsar el estado de bienestar a través del consumo impulsado por tirar más dinero al mercado. Y eso destruye al mundo.La creación de dinero a través de los bancos también implica emisión que expande la base monetaria y eso es lo que yo llamo inflación. En otras palabras y como ya lo dijera en una intervención anterior : Inflación es la emisión monetaria sin respaldo. deflación es lo contrario a ello. La inflación no es el aumento de precios: la inflación es la expansión monetaria por causas exógenas al mercado. La definición respecto de que la inflación "es el aumento generalizado de precios" apunta a señalar los efectos por las causas. Esto hace que las “luchas antiinflacionarias” que emprenden los gobiernos (como si se tratara de un fenómeno que viene de otro lado) se concretan en el control de precios en lugar de combatir la causa. Por esto es que se ha dicho con razón que los controles de precios “rompen el termómetro” en lugar de “combatir la infección” que es la causa del mal. Además debo señalar que incluso los efectos están mal descriptos, puesto que la inflación no produce un aumento general de precios. Si fuera un aumento generalizado, la inflación no causaría los trastornos que causa. El problema, en este caso, se circunscribiría a tener billeteras más abultadas y algunos problemas como la falta de columnas en los libros de contabilidad y dígitos en las máquinas de calcular. Si todos los precios aumentaran de modo general y uniforme no se produciría la distorsión antes apuntada y, por ende, no se malguiaría la producción y tampoco derivaría en empobrecimiento (como no fueran los gastos administrativos y de papel). En este caso todos los precios aumentarían proporcionalmente en términos absolutos, lo cual mantendría las posiciones relativas. Sin embargo, precisamente, el problema de la inflación es que distorsiona los precios relativos. Las crisis se producen por no respetar ese paradigma básico que no darle manija a la maquinita de imprimir. Volviendo a la postura de Salbuchi con un intervencionismo estatal para dar solución a diferentes problemas económicos debo decirlr que se calcula en 100 millones el numero de muertos a raiz de las experiencias "socialistas" del asiglo pasado. Estos modelos estuvieron representados por el comunismo,nacional-socialismo,fascismo ,maoísmo. Los resultados desvastadores de las distintas variantes colectivistas africanas y de América latina, que aún subsisten, ponen de relieve la obra desctructiva de los movimientos contraculturales partidarios de la coacción en la vida ordinaria.. El propio modelo que proponen es tautológico, porque si todo lo maneja el NOM ¿que Estado puede emitir bonos -como si fuesen patacones- para construir una ruta para el bienestar de la población cuando el mismo lo dirige un gobierno coptado?

  4. El FMI es un poder político delegado, de manera que identificar al FMI con “el enemigo” conforma un grave error equivalente a matar al mensajero porque no nos gusta el mensaje que nos trae. Y el FMI es precisamente eso: un mensajero de la estructura financiera global que viene a dictarle a cada país cuales son las recetas que debe implementar en su economía. .., y agrego yo.., ¿nos fue bien hasta ahora con este tipo de politicas?. Le pego a continuacion, sr Osvaldo, el ejemplo del libro de Salbuchi al que usted hizo referencia para que el resto de la gente saque sus conclusiones. En lo personal, pienso que emitir moneda sin respaldo para pagar sueldos, comprar dolares como se viene haciendo o atender los deficit fiscales como siempre se hizo, eso si genera inflacion. Pero veamos el ejemplo de Salbuchi en su libro, donde dice claramente que el estado debe proponer, controlar y recaudar, (no dice dirigir), dejando en manos de los privados el desarrollo de la economia, tal como lo indica la constitucion nacional. Dice entonces... ¿Hay otras opciones? Aquí cabe plantearse un tema fundamental y al mismo tiempo simple que los círculos financieros y los medios de difusión masiva se encargan de embrollar, que es, ¿porqué un Estado debe recurrir a la financiación externa para proyectos de infraestructura de bajo nivel tecnológico? ¿Existen alternativas que pueden implementarse en la práctica? Procuraremos describir esta propuesta alternativa de financiación de proyectos y emprendimientos con un ejemplo que ilustre cómo podría financiarse un proyecto que no requiera insumos o asistencia del exterior, como es una autopista. La ideología globalizadora – pues recordemos que de eso se trata: de una ideología -, nos ha colocado en la disyuntiva de creer que en todo emprendimiento humano lo que realmente importa y vale es el dinero cuando, en rigor de verdad, la historia humana nos brinda infinidad de lecciones que demuestran exactamente lo contrario: lo que todo emprendimiento humano requiere es motivación, creatividad y voluntad, los que son sinónimos de trabajo. Correspondientemente, la presente propuesta parte de la base de cómo movilizar las fuerzas del trabajo, para lo cuál el dinero es un mero instrumento, y no a la inversa como ocurre hoy en que sólo oímos hablar de la necesidad de movilizar los capitales – el dinero -, del cuál el trabajo termina siendo un mero instrumento que se “compra” y “vende” con creciente indignidad en el “mercado”, como si se tratara de un insumo cualquiera. Por ende, es fundamental fijar nuestras prioridades correctamente desde un principio, ya que si no colocamos al trabajo en primer lugar, entonces las fuerzas del dinero son de tal magnitud que usurparán ese primer lugar para sí mismas, como ocurre en la actualidad. Un ejemplo ilustrativo A modo de ejemplo, entonces, digamos que se desea construir una autopista de 50 kilómetros entre dos localidades de la provincia de Buenos Aires. Todas las fuerzas locales están a favor del proyecto por cuanto: · mejorará su integración con otras localidades de la provincia y del país, · permitirá cubrir esa distancia en una fracción del tiempo que hoy demanda, · aumentará los flujos de tráfico generando la correspondiente expansión económica, · reducirá la accidentología vial, · mejorará el intercambio cultural y educativo de sus habitantes, · generará el desarrollo de nuevas localidades, y · brindará trabajo para decenas de empresas y miles de personas tanto durante los dos años que dure su construcción, como así también durante las décadas posteriores (que podrá concesionarse por cuanto la participación del sector privado es fundamental para todo el Programa propuesto). Por tratarse de una obra que no requiere tecnologías de punta, comprobamos que todos los elementos para su construcción se encuentran en el país, desde los más simples y obvios hasta los más complejos: · los trazados y terrenos adyacentes, · el cemento, arena, cal, canto rodado y acero para sus cimientos; · el asfalto para sus carriles, · las columnas de iluminación, carteles, rampas, barreras, pinturas, señales y otros elementos similares, · las consultoras de ingeniería civil, electromecánica y topográficas; · las empresas constructoras, de movimientos de tierras, proveedoras de maquinarias viales, etc. · los ingenieros, arquitectos, obreros y todo otro personal especializado o no. · Las aseguradoras de los riesgos inherentes. Nos encontramos entonces con que tenemos la decisión política de hacer la autopista, tenemos los insumos y sus proveedores listos para realizar la obra, tenemos los trabajadores dispuestos a poner manos a la obra: todo parece estar listo para empezar a construir una obra que demandará dos años de trabajo. Sólo falta el dinero, que a los efectos de nuestro ejemplo digamos que asciende a $ 50.000.000 entre insumos, honorarios a consultoras y constructoras, sueldos y administración del proyecto. Según el paradigma actual nada podrá hacerse porque “falta la financiación”, con lo que el dinero lo termina aportando algún organismo extranjero como el Banco Mundial o algún consorcio de bancos privados extranjeros radicados fuera o dentro del país más quizás alguna cuota menor de algún banco estatal como el Banco Nación. Pero el grueso de la financiación vendrá del exterior y de la banca privada que, al revés que el Estado, no ven en la autopista un instrumento de promoción social sino que atendiblemente lo ven como un negocio, que les permitirá cobrar un buen nivel de intereses. Como es sabido, “el que pone la plata impone las condiciones”, con lo que nos veremos condicionados a utilizar determinadas consultoras y proveedores preferidos por los financistas y otras pautas que seguramente elevarán el precio aún más. De manera que adicionando los intereses y estos otros factores, el costo total de la autopista habrá ascendido entre un 20 y un 30 por ciento, con lo que el costo ya se nos fue a $ 65.000.000 o mejor dicho, a dólares 65.000.000. Como suele ocurrir, este monto simplemente pasa a engrosar ese agujero negro que es nuestra deuda externa que hoy asciende a casi U$S 180.000.000.000 (entre la pública y privada avalada por el Estado; interna y externa), respecto del cual no podemos liquidar su capital y tan solo pagamos los casi U$S 9.000.000.000 anuales en intereses (con “sangre, sudor y lágrimas...”). Pero, ¿qué pasaría si este mismo proyecto lo hiciéramos dentro del marco de lo que podríamos denominar Programas Económicos Autónomos (o algo por el estilo)? En un aspecto sería igual en el sentido de que partiríamos de las mismas premisas, requerimientos y costos de una obra de $ 50.000.000, pero en lugar de buscar su financiamiento externo, el propio Estado emitiría o bien un bono específico para obras de infraestructura o, mejor aún, billetes de moneda que se distingan de alguna manera del resto del dinero circulante. Entonces, se podría iniciar la obra y el Estado comienza a motorizarla pagando insumos, honorarios profesionales y sueldos con esta emisión monetaria, según su cronograma hasta completar los $ 50.000.000 a lo largo de los dos años que dure la construcción. Una vez que empieza a operar la autopista, el Estado podrá entonces comenzar a recuperar esa emisión especial a través de peajes, contribuciones fiscales generadas por la expansión económica promovida por dicha obra e impuestos pagados por los contratistas y sus empleados. Completado el ciclo, el Estado podrá recuperar y retirar de circulación esos $ 50.000.000 y destruirlo o, mejor aún, reciclarlo para financiar otros proyectos en otras zonas del país o segmentos de la economía. Las ventajas de este esquema son muy relevantes: · Dado que el Estado no tiene (o no debiera tener) un fin de lucro, los $ 50.000.000 emitidos no generan intereses, evitando así pagar un centavo más de lo que realmente vale el proyecto; A lo sumo el Estado podrá cargar una módica suma para solventar sus gastos de administración del proyecto y dentro de este esquema monetario (cifra mínima en comparación al costo del dinero bancario); · El plazo para la recuperación de la emisión de circulante puede medirse en función a lo que genera la autopista por peaje, el pago de impuestos de los proveedores y trabajadores y la expansión de la economía de la zona; · Al ser una emisión monetaria interna, no afecta a la deuda externa ni genera intereses; permite al Estado independizarse del circuito financiero internacional e, incluso, del local; O sea, conforma una financiación fuera del circuito bancario. · Brinda trabajo a miles de empleados y a decenas de empresas durante los dos años que dure la obra y las décadas de su posterior operación o concesión; · Mejora la integración de la región; · Brinda al Estado total independencia en relación a la mejor manera de manejar las licitaciones para proveedores, y todo otro parámetro de la obra. Este mismo tipo de esquema podría utilizarse para otras actividades de alto valor social como planes de vivienda, escuelas, hospitales, infraestructuras de distribución energética (gas, electricidad), caminos vecinales, s similares. El dinero así emitido podría asumir la forma de una serie especial de pesos no convertibles y de fácil identificación (sea por su color o por algún formato distintivo), cuyo control monetario sería paralelo al del peso argentino convertible. Incluso podrían emitirse series de pesos asignados al desarrollo puntual de regiones retrasadas (por ejemplo, una serie de pesos para promover proyectos dentro del noreste argentino y que sólo tengan validez en las provincias de esa región). Por ende, es fundamental fijar nuestras prioridades correctamente desde un principio, ya que si no colocamos al trabajo en primer lugar, entonces las fuerzas del dinero son de tal magnitud que usurparán ese primer lugar para sí mismas, como ocurre en la actualidad. ¡Anatema!, gritarán los economistas y expertos. Eso generaría inflación y, para colmo, hoy va en contra de la Ley de la Convertibilidad. ¿No será que existen demasiados intereses internos y externos que no desean ver este tipo de operación, prefiriendo que nos mantengamos claramente endeudados con las estructuras financieras globalizadas? A esta altura de los acontecimientos, a todos debe quedarnos muy en claro que no se trata de manera alguna de "cuidarnos de los de afuera", puesto que existen dentro de nuestro país legiones de economistas, formadores de opinión, funcionarios de gobierno, operadores de diversa índole y expertos bien pagos de todo tipo, que se encuentran claramente alineados con los paradigmas de la globalización financiera. Este es en definitiva el ejemplo de Salbuchi. Claro que para poder llevarlo a cabo, se necesita de politicos serios y responsables, y aqui ya tenemos un flor de problema, ¿no le parece?. Yo estoy en un 100% de acuerdo con la constitucion, pero.., ¿que gobierno la respetó en las ultimas decadas?. Como dijo Yrigoyen en aquellos tiempos.., "No temo a los de afuera que nos quieren comprar, sino a los de adentro que nos quieren vender". Será cuestion de esperar a que llegue algun dia, el hombre/mujer de gris a la Argentina, por ahora, otra no queda.. Salu2

  5. Argentino: Su conclusión es por demás clara. No es posible hacerlo con estos funcionarios y/o políticos. El mundo nos demostró que las raíces totalitarias son la consecuencia directa del fracaso de las economías mundiales y de la nuestra especialmente. Ese estado omnipotente y empresario que termina metiéndose en la vida de todos nosotros y hasta nos controla de manera subrepticia ( o no tanto) como pudimos ver días atrás en la columna de opinión de Adrián,de buena fe, cree que la utilización de herramientas sui generis no son creadoras de inflación.La cración de bonos,letras,títulos,dinero bancario o como quieran llamarle al déficit cuasi-fiscal es emisión monetaria sin respaldo.Sea directa o indirecta, eso es inflación como ya lo expliqué varias veces. Le cuento que mi postura es atacada por economistas del Cema (Jorge Avila rebate mis argumentos desde una postura más keynesiana) y por otros más ortodoxos. Yo no creo que el liberalismo se aplique en EEUU. Muy por el contrario, el Estado suele intervenir permanentemente y por eso nos han llevado a la actual debacle financiera y económica. Yo propongo, vuelta al patrón oro, encaje del 100%, no tomar más deuda pública,eliminar todos los impuestos reduciendolos a 1 ó 2 que cobraría directamente cada municipio, achicar el gobierno nacional y sus gastos burocráticos (gastos, no confundir con inversiones), eliminar la estabilidad del empleado público y asegurar una justicia independiente. Eso es garantía de inversiones genuinas en proyecto determinados con un gobierno que "no teniendo caja" solo podrá gobernar para el bronce.

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