Permítaseme pensar en voz alta: “esta mujer no entiende nada”. Se puede ser un perfecto caradura y mentir con el más espectacular de los cinismos, pero para colmo de eso, habla de lo que no entiende y lo afirma, lo asegura, lo asevera, sobre la base de la convicción de que somos todos idotas ignorantes, que es la única convicción que explicaría que siga haciendo y diciendo las barbaridades que hace y dice suponiendo que alguien le pueda creer.
No hay que ser economista, ni contador, ni nada para advertir la falacia discursiva cuando la Sra. del Olivos dice “gobernar es gastar” (de lo que yo interpreté en primera instancia que si se refería a gastar la paciencia y buena voluntad de la población para seguir escuchándola, tiene razón. Ya nos gastó a todos hasta dejarnos secos).
Pero si esta buena mujer, pensara un segundo en la “hipotética posibilidad” de que la lógica doméstica indica que cuando queda poca plata lo que hay que bajar justamente son los gastos, dejaría de decir las aberraciones que dice. Sigo creyendo que no registra nada de lo que habla, lo aprende de memoria y como estudió arte escénico, oratoria y algún que otro curso sobre “sea un ladrón respetable, hágase político”, entonces se manda de una y a la bartola.
Ahora, lo más lindo de todo es que en su “cabecita hueca” vive pendiente de la imagen y se la pasa haciendo papelones!!
Bien, disculpe la catarsis. Decía que entonces que es evidente que esta señora debe entender que ajuste significa “achicar salarios reales, jubilaciones, pensiones, planes sociales…”, mientras que en paralelo otorga aumentos de $ 30.- ó $ 50.- a los jubilados por ejemplo, y alguna que otra tontera similar.
Ni tiene la más remota idea de que la inflación que ella niega sistemáticamente hace justamente eso: “ajusta salarios reales, jubilaciones, pensiones, etc.”
O sea, si la inflación estimada para este año es de alrededor de un 30 %, ella como es buena, aumenta las jubilaciones menos de 10 %. En matemáticas, cero.
En este contexto, si Ud. va al súper y lo que compró ayer a $ 10.- hoy le cuesta $ 15.-, ella le va a decir que la culpa es de la clase empresaria especuladora y mal nacida que se abusan de los pobres que ella defiende.
¿Qué hace el gobierno en realidad?, promueve un extraordinaria expansión monetaria que incrementa necesariamente la tasa de inflación, y luego le echa la culpa a los empresarios. Dicho en otros términos, achica los salarios reales emitiendo moneda y “gana” pesos a través de la inflación, es decir, se queda con la diferencia.
Como dije en Impuesto inflacionario, lo que no se dice del Fondo del Bicentenario, lo que hace es mediante el impuesto inflacionario, recaudar más impuestos nominales, lo cual es una barbaridad de por sí, cuya cualidad se potencia al practicarlo en una economía como la nuestra, sin inversiones.
Yo no digo que los empresarios sean los angelitos de la película, lo que digo es que si en lugar de poner límite a quienes pueden participar en el mercado, mediante la política de control de precios, (mandando a un Moreno armado a “convencer por la buenas” a las personas), abriera esa posibilidad, el mismo mercado equilibraría los tantos al respeto.
Si muchos pueden competir, la gente elige y quien se exceda en sus pretensiones, no venderá nada.
Asimismo, si se posibilita el ingreso de muchos competidores en el marco de la seguridad jurídica correspondiente, como los empresarios siempre buscan rentas mayores, invertirán en el sector que más las tenga, lo que incrementará la oferta, ergo, los precios bajan y las ganancias se equilibran. Conclusión: “la inflación cede”.
Lo más tragicómico del asunto, no es que
Por ejemplo, un caso interesante es cuando se refieren a las “extraordinarias ganancias” que tienen algunos empresarios, sin reparar (o desconocer voluntariamente), que en nuestro país existe una Ley que impide practicar el ajuste por inflación, es decir que las ganancias que éstos reflejan, “no son tan así”, pero el tema es bastante técnicamente-complejo y no es mi intención ejercer la docencia por este medio, sino mostrar de manera sencilla todo lo que el gobierno dice en un lenguaje ad hoc para que suene incomprensible o pase desapercibido así pueden seguir estafando al pueblo.. aunque, ya han caído a un nivel tan burdo de metodología de engaños y patrañas que hasta el más distraído se les puede reír en la cara sin ningún temor a hacer el ridículo aunque no desconozca estos temas.
Nidia G. Osimani