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La locura de Cristina

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Y EL INSÓLITO PLAN PARA ZAFAR DE LA JUSTICIA
Y EL INSÓLITO PLAN PARA ZAFAR DE LA JUSTICIA

Allá por el año 2006, varios medios independientes hablaban de una seria posibilidad de que la entonces primera dama y futura candidata a presidente padeciera una alteración mental conocida popularmente como “Trastorno Bipolar”.

 

Desde los estamentos del poder, se descalificó a todos y cada uno de aquellos que sugirieron aquella alocada posibilidad, al igual que el título de abogada, la salud mental de Cristina Fernández de Kirchner pasó a ser tema prohibido para todo el mundo, incluido todo el arco opositor. Hoy, con una serie interminable de exabruptos y medidas rayanas con la demencia, son muy pocos los “kirchneristas puros” que apostarían una moneda —aún de la mal habida— a los resultados de un peritaje psiquiátrico que certifique la lucidez absoluta de la Presidente. Los más cercanos se hacen los distraídos y aquellos que no pueden eludir una respuesta —caso de los ministros Florencio Randazzo y el verborrágico Aníbal Fernández— recurren a explicaciones que son verdaderas faltas de respeto a la inteligencia de la ciudadanía; también a una oposición que peca de tibia, con la excepción de Elisa Carrió.

Que se deben guardar las formas es entendible y además correcto, pero es innegable que estamos ante delitos penales concretos, cometidos —y a cometer en el corto plazo— con enorme perjuicio de toda la ciudadanía. Por eso, para el bien de todos los argentinos, resulta vital que tanto legisladores como jueces, acepten abandonar las prácticas burocráticas, dejar de lado la tibieza y el no compromiso para trabajar en forma conjunta los poderes Legislativo y Judicial a efectos de analizar las conductas de muchos miembros del poder Ejecutivo actual y varios ex funcionarios. Es imperativo revisar también la conducta de varios jueces y fiscales, principalmente del Fuero Federal que operaron, acompañaron y avalaron serios delitos en franca connivencia.  

Esta situación, por su urgencia y sus características de avasallamiento —guardando las diferencias— nos recuerda aquel episodio del desembarco Inglés en Malvinas, cuando del buque hospital “Uganda” los ingleses descargaban tropas pertrechos y hasta tanques de guerra, mientras nuestro canciller, el recordado Nicanor Costa Méndez, reclamaba airadamente ante la OEA y nuestra Inteligencia sacaba fotos.

Entre las mil y una especulaciones que ensayan los ex “K”, hay una que por descabellada no deja de ser compatible con las conducta del sector. La estrategia consistiría en instalar en un sector de la población la idea de un complot para destituirla, en medio del continuo avance sobre los otros poderes. La mecánica consiste en darle mucha exposición, continua acusación a todos los sectores, victimización y queja en cada paso, y ante cada micrófono.

Asimismo, se quiere instalar entre la gente humilde la loca pretensión de que, tanto la Constitución de 1853 como la reforma de 1994, fueron creadas para obstaculizar su acción de gobierno. El rol de niña caprichosa, presidiendo una República, pero exigiendo la suma de los poderes públicos, como si se tratara de la jefa de una tribu, a instancia de declarar enemigo de la patria a quien lo objete. Esto la ubicaría cómodamente en la categoría de inimputable, y bajo este paraguas jurídico, trataría de salvar las responsabilidades del ciudadano argentino-alemán Néstor Carlos Kirchner, a la vez que intentaría asumir para sí todos los delitos cometidos durante ambos mandatos.

El matrimonio, sabe sobradamente que, durante toda su gestión, a fuerza de atropellos y arbitrariedades, acumuló tantos enemigos como dinero. También sabe que hoy, con la nueva composición de ambas Cámaras Legislativas y con algún asomo de valentía por parte de varios jueces y fiscales que ahora se animan, tienen dos cuasi certezas: la primera, es que, como vienen gestionando, no llegan al final del mandato; la segunda, que tienen muy serias posibilidades de terminar presos; por eso el plan para la salida ya estaría en marcha.

Los próximos pasos a seguir, consistirían en acentuar las violaciones a la Constitución Nacional en forma cada vez más reiterada y torpe, para obligar a la oposición a promover el juicio político. Por allí podría aparecer documentación (historia clínica) de la que se hablaba en el año 2006 que certificaría la enfermedad de la presidente logrando así ser destituida, para luego refugiada en su insania salir indemne de la responsabilidades por los delitos que se le imputan.

 

Carlos Morán

 
 

22 comentarios Dejá tu comentario

  1. Como requisitos expresos, tanto para el cargo de Presidente de la Nación como para los de diputados y senadores, la Constitución Nacional menciona los temas de edad y de residencia. El juramento obliga a desempeñar el cargo “con lealtad y patrotismo”, bajo la pena de la demanda de “Dios y la Patria” y de “alta traición a la Patria” (art.29). Resulta evidente que la mayor de las desactualizaciones de la Constitución Nacional no surge de ella misma sino de la sociedad argentina misma. En 1853 (y me atrevo a decir que por lo menos por 50 años más) estaba arraigado socialmente el concepto del “honor” y de la dignidad. El peso de la propia conciencia era demoledor y se llegaba a retar a duelo para defender el honor y el apellido (se hablaba de “mansillar o no el nombre”). La reforma de 1994, actualizada en algunos aspectos concordantes con la evolución de la sociedad, hizo caso omiso de los requisitos para los cargos máximos de la Nación ¿por qué? Porque hoy la idea de Patria, la de honor y hasta la del mismo Dios están desdibujadas. Mientras todo el andamiaje estructural de la República sostiene principios que por valiosos se suponen inalterables y se da por hecho que hay consenso en su desenvolvimiento, los ciudadanos que acceden a los más altos cargos, que deberían sentir la presión social de ser referentes, modelos, paradigmas, no la sienten. Porque su esquema mental ni lo contempla y porque la presión social es débil. Porque están debilitados esos valores. Y si no queremos adentrarnos en cuestiones morales (plausibles de subjetividades) analicemos lo meramente técnico. Son más rigurosos los requisitos para que nuestros hijos consigan un primer simple trabajo que los exigidos por las normas nacionales y provinciales para candidaturas o cargos. Mientras la sociedad se mueve cada vez más en una competencia feroz en la que hasta para el más mínimo puesto hay que demostrar que se es idóneo, a los “representantes” no se les pide siquiera el secundario o terciario completo. Y luego ellos deciden qué hacer con la ley y hasta legislan, y muchos se rodean de cientos de asesores que son los que sopesan su ignorancia.

  2. Maníaca , depresiva, llevandose por delante todo, las leyes, la constitución nacional, peromque pague antes de irse con sus bienes personales todo lo que nos sacó. Por ejemplo que devuelva el dinero de los viajes al exterior, durante la campaña para presidente. Al igual su marido , que utilizó nuestros dineros para las legislativas de jubio del 2009.

  3. Me suena mas a melodrama AUTOdestituyentye que a locura. Esta mujer es una resentida social, que descarga su avaricia y resentimiento en todo aquel que sea algo mas que ella y destruye robandole a cualquiera este debajo de ella. Mi abuelita la llamaria mala y es verdaderamente MALA

  4. El juicio político en cualquier circunstancia luce ya como inevitable. Es necesario y obligatorio para la clase política fundamentalmente diputados y senadores que serán junto a la acusada los protagonistas, por dos razones a) para evitar males mayores y que sea la gente mediante una pueblada la que actúe, llevandose puesto al Congreso también, dado que el pueblo no gobierna ni delibera sino por medio de sus representantes, conf. art. 22 de la Const. Nacional , y 2) Porque frente a los desmanes que comete esta señora en contra de la República poniéndose sobre la ley y exigiendo la suma del poder, aquellos que no hagan el juicio político quedarán sujetos a la pena de los infames traidores a la patrria ,conf. Art. 29 de la Const. Nacional. En cuanto a la ciudadanía y sobre todo ante la proximidad del Bicentenario, sería el mejor inicio que puede tener una nueva y fortalecida República con 200 años de hisoria de retomar el eslabón perdido allá en 1976, en que si se hubiera hecho un juicio político nos hubieramos evitado muchos pesares, atraso y decadencia. Esperemos que esta clase políticahoy esté a la altura de las circunstancias. Este procedimiento nos obligará a solucionar el problema entre todos los argentinos, con la actual y reciente representación en el nuevo Congreso. En definitiva o nos animamos a transitar ese camino que nos lleva a restaurar la República o seguiremos siendo una nación sin destino. hectormusi@hotmail.com

  5. JAMAS SE H JUZGADO A NINGÚN POLÍTICO POR TRAICIÓN A LA PATRIA, es una pena. CK seguirá estando´porque el vaciamito del ANSES, BCRA y Banco de la Nación ya está hecho, para comprar voluntades de todos los pobres y vagos que existen en nuestro país, a los jueces y a los estúpidos que no les importa la patria. Me encantía participar en un movimiento nacional múltiple para pedirle que de cuentas de l malversación de plata de los argentinos y ser culpable de la pérdida de valores.

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