Los proyectos de planes habitacionales parecen ser la nueva modalidad argentina en lo que a estafas se refiere. Esta vez, le tocó a los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires en lo que se denominaría "Emprendimiento Torres San Jorge”, un proyecto habitacional dirigido a trabajadores de sectores medios sin posibilidades de acceder a un crédito para la vivienda. Este proyecto surgió de un acuerdo en julio de 2005 entre el IVC (Instituto de Viviendas de la Ciudad) y el sindicato de la construcción, UOCRA, que dirige el gremialista Gerardo Martínez. El Gobierno Nacional afirma haber aportado el 36% del valor total de las propiedades.
Al momento de presentar los papeles, en enero de 2006, a los inscriptos se les aseguró que el valor de los inmuebles sería entre 62 mil y 155 mil pesos, dependiendo de la dimensiones de cada unidad.
Las irregularidades comienzan cuando, en junio de 2008, al momento de realizar las firmas de los boletos de compra-venta, el precio de cada vivienda sufre un inexplicable incremento del 24,6%. De ahí en más, los destinatarios del plan empiezan a pagar las cuotas del mismo en el Banco Ciudad. Al finalizar el pago de estas diez cuotas en abril de 2009, se les informa que deberán abonar un "reajuste" de más del 10% en el costo final de las obras, otra suba injustificada que no tuvo argumentación válida.
Siempre —desde el comienzo de las obras— hubo un atraso en el avance de las edificaciones que concluye con uno de los datos más graves de la denuncia, sumado a los delirantes aumentos. En los boletos de compra-venta figura como fecha de entrega abril de 2009; luego de sucesivas dilaciones y a casi un año de la fecha estipulada, los departamentos siguen sin entregarse manteniendo en vilo a quienes depositaron sus ahorros en el proyecto.
Desde la UOCRA de Gerardo Martínez, explican —sin demasiado asidero— que el incumplimiento de los plazos se debe a que el IVC, dependiente del gobierno de Mauricio Macri, no hizo los aportes correspondientes, lo que generará “incidencias negativas en el precio final” a consecuencia del incremento de los intereses del Banco Ciudad e impuestos. Como puede verse, se trata de una verdadera estafa que afecta a más de 300 familias que aguardan ansiosas una resolución del tema. Mientras tanto, todo se resume a lo mismo, sectores que se señalan como oposición hacen negocios con la oficialista UOCRA y en cuanto algo sale mal, nada es más primordial que echarle la culpa al otro.
Léase el mail que fue enviado a las familias con la intención de explicar el atropello.
“Nos vemos en la obligación de informar a Ud. que por incumplimiento del Instituto de Vivienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en lo que respecta al financiamiento documentalmente comprometido, la terminación de la Obra se encuentra afectada, a pesar de que la misma tiene un grado de avance de más del 95%. Esta circunstancia lamentablemente tendrá incidencia negativa en el Precio Final, debido al incremento en los intereses del Banco Ciudad e impuestos dado que se postergará la cancelación del préstamo obtenido para la construcción de las viviendas, y en el plazo de entrega de los departamentos.
De más está decir que la UOCRA en su carácter de desarrollador, agotadas las instancias con el Gobierno de la Ciudad, ha procedido a las intimaciones del caso. Consideramos que estamos cerca de definir una solución en el ámbito del Gobierno Nacional al tema que les informamos por la presente, pero aún se encuentra en gestión administrativa en la Subsecretaria de Vivienda.
Firma: Rodolfo Morillo”.
El más gordo de los gordos
Pero hagamos una breve revisión sobre el líder de la UOCRA, que declara a ese sindicato como “la columna vertebral del kirchnerismo trabajador”. Hace casi dos años, la cúpula de la UOCRA, desplazó a su Secretario General por motivos naturales a los gremios que van desde malversación de fondos hasta sobornos que no se compartieron. Allí entró en escena el Sr. Gerardo Martínez un personaje que desde su injerencia al gremio, no ha girado mucho la situación.
Sus desaciertos más conocidos ya figuran previos al reinado K, pese a la tremenda simpatía que ostenta el gremialista con el matrimonio presidencial. Este medio hace un mes atrás publicó los pormenores en la finalización de la planta nuclear Atucha II, una obra millonaria que lleva décadas paralizada y es en parte por la internas que sostiene la UOCRA, que suele cortar las principales rutas donde los trabajadores deben transitar para acceder a ella. Martínez ha sido el encargado de designar a los tantos interventores de esta obra la cual el último resulta peor que el anterior. Atucha II se encuentra en un 60% de su terminación y su ritmo de avance no supera el 1% mensual. Recordemos que el primer responsable de lo que sucede en esa obra es nada más y nada menos que Don Julio De Vido, quien prefiere evitarse problemas con Gerardo Martínez.
En diciembre del 2007 Martínez, organizó una millonaria fiesta de inauguración con el matrimonio presidencial como huésped de honor en al antiguo Hotel Dorá de Mar Del Plata, comprado por la UOCRA y pasado a llamarse “Soy Constructor". Según los organizadores, la compra del hotel costó a la UOCRA unos cuatro millones de pesos, mientras que se necesitaron otros tres millones para dejarlo en condiciones.
Previo al clientelismo
El 21 de marzo de 2002, previo al clientelismo tan jet set, Hebe de Bonafini plasmaba en el sitio madres.org las palabras de un sector de la UOCRA: “Es una vergüenza que dentro de nuestro gremio nosotros no podamos trabajar. Todos los trabajos son en negro. Y todo esto está tapado por este burócrata, Gerardo Martínez, secretario general de nuestro sindicato, y todos los que lo secundan. Y a nosotros nos golpean porque no somos recaudadores para él, para la corona de la UOCRA. Yo le digo al sinvergüenza y vendido y traidor de Gerardo Martínez, que él también tendría que estar acompañando a las Madres de Plaza de Mayo, porque hubo muchos compañeros delegados de obra que también fueron entregados y arrancados de las obras por la dictadura. ¿Por qué él no está acá ahora? ¿O acaso no eran compañeros trabajadores de la construcción? Ese sinvergüenza nunca fue un trabajador. Por eso es un vendido a los gobiernos de turno, por eso nos entrega y por eso nos patotea. Pero le voy a decir a Gerardo Martínez, que no se mata la verdad con una patota ni la conciencia con tiros. No es casual que después de la insurrección de masas del 19 y 20 de diciembre, nos empiecen a patotear los burócratas traidores de turno, como Gerardo Martínez, o el camionero Moyano…” (Hebe) “El domingo (24 de marzo) va a ser un día para nosotros de memoria fértil, donde no se olvide, pero esencialmente no se perdone, no se negocie, no se claudique, no se permita que ningún político hijo de puta pise la plaza.”
Confesiones previas a que arriba, todo se juntara.
Carlos Forte