Todo país debe contar en forma indefectible con una prensa independiente que garantice la información, claro está, según el punto de vista de cada empresa, para que la población pueda contar con un panorama de lo que sucede.
Pero el grave problema de
Más o menos en estos términos se lo dijo el ex presidente Néstor Kirchner a los diputados del Frente para
Es más, les puntualizó a sus legisladores que las grandes peleas se dan por el trípode: Ley de Medios, Papel Prensa y la cuestión judicial por los hijos de Ernestina Herrera de Noble.
La arenga la realizó el día después de que fracasara, sin claros motivos tampoco, la sesión para aprobar la ley de matrimonio civil entre personas del mismo sexo.
El FPV no bajó al recinto porque la oposición quiso debatir primero
De inmediato, el oficialismo pidió una sesión especial para el miércoles con el fin de debatir sólo el matrimonio gay y “primereó” a la oposición, que aún debate cuándo avanzar con
Kirchner irá al recinto a levantar la mano para aprobar esa ley y sacar rédito de la decisión, y ese puede ser su último acto como diputado ya que la semana que viene asumiría como presidente de Unasur, desde donde desplegaría su accionar político.
Contó para esto con la ayuda invalorable de los presidentes de la región -aunque todavía no se sabe el voto de Uruguay-, luego de los escasos frutos que dejó la reunión entre Cristina Kirchner y José Mujica por el tema de la pastera frente a Gualeguaychú.
En la otra orilla, no se descarta que el veterano "Pepe" se abstenga para no entrar en una clara contradicción con respecto a su antecesor, Tabaré Vázquez y en el medio de un severo conflicto no resuelto.
El respaldo más apreciable se lo brindó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien aceptó trasladar en forma temporal a Buenos Aires la sede de este organismo regional, que debe tener su sede permanente en Quito.
Pero, Correa alegó retrasos en la preparación del edificio y favoreció así los planes domésticos de Kirchner.
En este marco de disputa hay un oficialismo que siempre redobla la apuesta y una oposición, que más de una vez, juega por títulos en esos grandes medios enfrentados al Gobierno antes que por su ideología o proyectos.
Es aquí donde se puede germinar la semilla de la violencia, más teniendo en cuenta que el 2011 será un año de una crucial elección presidencial.
Ya en forma irresponsable, dirigentes opositores advirtieron sobre la posibilidad de que este enfrentamiento deje un muerto en las calles. La peor manera de victimizarse.
La semana pasada aparecieron cuestionables afiches con escraches a varios periodistas, atribuidos casi por lógica a intereses oficialistas.
Y al final quedó así, por error u omisión, ya que nadie en el Gobierno desmintió con énfasis la autoría intelectual, a pesar del acompañamiento que hizo el oficialismo en el Senado sobre un proyecto de repudio.
Una mirada más desapasionada puede indicar también que de haber sido así, el Gobierno cometió un error estratégico en su pelea con la prensa.
Perdió también más crédito en esta batalla con la pantomima de juicio a periodistas "cómplices" de la dictadura que organizó Hebe de Bonafini, una incansable luchadora de los derechos humanos, hoy muy cercana al Gobierno.
Puede decirse que algo similar sucede con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, un soldado fiel del kirchnerismo pero que, al final, termina siendo una pesada carga, por sus intervenciones en el INDEC o hechos de "patoterismo" como el que sucedió en
A esta altura, ya es dable pensar que a Cristina le convendría una oxigenación de su gabinete de cara a su último año de Gobierno y ante la clara pretensión de encumbrar de nuevo a Néstor Kirchner a
Por estos días, aquel descreimiento generalizado del que hablábamos, está provocando algo impensado: las denuncias por las supuestas coimas por transacciones con Venezuela parecen no hacer mella entre la gente, si se tiene en cuenta el repunte en las encuestas de la imagen oficial.
Y como nadie come vidrio, la pregunta en general es porqué todo esto no apareció publicado hace cinco años con la misma dimensión que la actual.
Es que la mayoría de los lectores sabe de sobra cual es la pelea central de la política de este momento y pone todo en duda.
Una duda que, con una mirada de optimismo, puede convertirse en la base de una nueva construcción de la existencia, como pregonaba el filósofo francés René Descartes.
Es que el común de la gente está más preocupada por los precios y la recuperación económica que por otro tipo de cuestiones, tras una salida bastante airosa de la crisis global.
Hasta los coletazos de ella, como se ven en Grecia, España y Portugal, despierta hoy menores inquietudes que durante el final de 2008 y todo el 2009.
Y la apuesta del oficialismo se centra en la necesidad de que haya un freno en la inflación, que deteriora el poder adquisitivo de los asalariados.
Lo particular en esa oportunidad, según destaca el consultor Ernesto Kritz, es que los salarios, que de a poco se están pautando en paritarias, son actualizados sobre la inflación prevista para este año y no por la pasada.
Algunas estadísticas dan cuenta de que los actuales aumentos de precios son producto más que nada de un efecto inercial del pico de principios de año, pero que se observa una desaceleración en el grueso de los productos.
Precisamente, en la mejora de las condiciones económicas, tras el posible éxito del canje de deuda, se basa la apuesta del kirchnerismo para el año que viene.
Mientras tanto, la oposición no puede o no sabe articular políticas de conjunto y siempre va detrás de la pelea de fondo en esa historia entre los Kirchner y grandes grupos de medios de comunicación.
Daniel Casal
NA