Kirchneristas y peronistas disidentes abrigan una pelea que puede marcar a fuego las próximas elecciones presidenciales del 2011: dirimir los candidatos dentro o fuera del Partido Justicialista.

"El cuándo y el cómo lo tiene Kirchner. De él dependerán las reglas de juego, pero si no son claras, nos vamos todos por afuera.

Eso es lo que va a terminar sucediendo", exclamó un dirigente del Peronismo Federal, que comulga con varios presidenciables como Carlos Reutemann, Eduardo Duhalde, Francisco de Narváez, Felipe Solá y Alberto Rodríguez Saá.

De esa lista, en el espacio aseguran que Solá "puede ser candidato a vice", en tanto consideran que De Narváez, si bien puede tener problemas a partir de su origen colombiano, no tiene las puertas totalmente cerradas. "En la Argentina, todo es factible", sostienen.

En lo que respecta a Reutemann, sigue siendo una gran duda.

Cerca del "corredor", como se lo conoce en Santa Fe, aseguran que "no tiene decidido aún si será o no candidato presidencial", aunque afirman que "sí tiene decidido que no irá por la gobernación de Santa Fe y que, más allá de su decisión, va a integrar la mesa chica de decisiones del peronismo".

Pero lo que inquieta a los referentes de la oposición es la imagen, cada vez más opaca, que la opinión pública tiene de ellos.

"A esta altura, el electorado rechaza por igual al kirchnerismo y a la oposición", aseguró un renombrado consultor político que suele aconsejar a kirchneristas y antikirchneristas, a partir de su larga trayectoria.

Algunos radicales comienzan a observar con "preocupación" el crecimiento de Ricardo Alfonsin y la caída en algunas encuestas de Julio Cobos. Consideran, sin embargo, que una cosa es la imagen y otra la intención de voto, pero no dudan en alarmarse cuando consideran que una victoria del "alfonsinismo" en las próximas elecciones de la UCR bonaerense podría incentivar un lanzamiento presidencial del hijo del ex presidente.

"No puede ser que no podamos consensuar una lista única en las internas bonaerenses, ni una candidatura presidencial, ese proceso nos va a debilitar, incluso ante nuestros posibles socios", opinó, ofuscado, un viejo dirigente del centenario partido.

El otro interrogante rodea a Mauricio Macri. En los pasillos kirchneristas especulan, aunque sin tomar cartas en el asunto, que el jefe de gobierno porteño podría verse más involucrado por la causa del espionaje telefónico, a manos del juez Norberto Oyarbide.

Macri no sólo juega su futuro político a través de la gestión en la ciudad: algunos ex integrantes del espacio Unión PRO consideran que el dudoso horizonte es lo que provocó, entre otras cosas, el distanciamiento de De Narváez

Walter Schmidt
DyN