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Alcanzar los objetivos prefijados por un gobierno nacional para la administración pública en todos sus niveles, implica llevar a cabo acciones provenientes de transacciones económico-financieras previstas en la Ley de Presupuesto anual, cuyo detalle de recursos y gastos es expuesto en la misma, de manera separada, por sus montos totales y sin compensaciones entre sí.
El Presupuesto Nacional entonces, no sólo representa la expresión financiera de lo que se propone llevar adelante un gobierno, sino que implica algo mucho más amplio en relación a su programa, constituyendo asimismo una herramienta de planificación socioeconómica que define el grado de producción e inversión en el que incurre el sector público, las formas de financiamiento, efectos macroeconómicos que pretende lograr y la demanda real de recursos.
De lo expuesto, resulta sencillo comprender el motivo por el cual el Presupuesto Nacional es pasible de ser utilizado como “instrumento” por los diferentes gobiernos, en tanto su naturaleza habilita la toma de decisiones de manera permanente acerca de los variados campos de la actividad estatal.
En el modelo actual de gestión, se supo interpretar desde el año 2003 que la presentación de un presupuesto anual en el que se proyectaran recursos tributarios a percibir en el futuro ejercicio por una cuantía muy inferior a la efectivamente esperable, simulando luego milagrosos excedentes a los que se viene calificando año tras año como “superávit fiscal” con el único objeto de utilizarlos de manera discrecional, resultan un brillante descubrimiento de la contabilidad creativa enmarcada probablemente en los Principios Contables generalmente aceptados exclusivamente por el matrimonio presidencial. La realidad es que sólo constituye una de las tantas maniobras consecuentes con una administración desprovista por completo de transparencia, como tantos otros artilugios a los que suelen recurrir los gobiernos populistas para perpetuarse en el poder indefinidamente.
Hasta el año 2009 por ejemplo, y haciendo uso discrecional también de la contabilidad creativa y los superpoderes, el gobierno nacional dispuso de más de 150 mil millones de pesos adicionales.
Estos recursos, en lugar de ser utilizados para gastos necesarios del sector público como la mejora del servicio de salud por ejemplo, entre tantos que se exhiben de manera calamitosa desde hace demasiados años, se usaron mayoritariamente para sustentar el clientelismo político, tener bajo control organizaciones sociales, ciertos funcionarios de los tres poderes del Estado, gobernadores, intendentes y demás actores clave de carácter temporal o permanente en el escenario político nacional.
En materia presupuestaria se distinguen tres etapas que son la formulación, la ejecución y la evaluación.
La etapa de formulación se inicia cuando el Ejecutivo nacional plantea los lineamientos en materia política que pretende alcanzar.
Esta información, juntamente con la que muestra la evolución de la cuenta inversiones del último ejercicio, el presupuesto de divisas proyectado para el ejercicio que se está planificando, el programa monetario y el presupuesto consolidado del sector público del ejercicio en curso, es tomada como base para la elaboración de los anteproyectos de cada una de las oficinas inherentes al tema de las diferentes jurisdicciones que componen el sector público, las que luego remiten los mismos al órgano rector, esto es, la Oficina Nacional de Presupuesto.
La ONP, elabora entonces el Proyecto de Ley correspondiente al que adjunta un mensaje del Poder Ejecutivo conteniendo los fundamentos, y lo remite a la Cámara de Diputados de la Nación.
A la Cámara Baja ingresa por la Comisión de Presupuesto y Hacienda, encargada de elaborar un dictamen en caso de consenso, y dos en caso de disensos, esto es uno por mayoría y otro por minoría.
El o los dictámenes se remiten a la secretaría de la Cámara, encargada de darle traslado a la Comisión de Labor Parlamentaria, Comisión que determina la prioridad de los proyectos a tratar en el recinto.
Hoy, el escenario en el parlamento parece haberse modificado sustancialmente, dejando su rol de escribanía del Ejecutivo para transformarse en un complejo campo de batalla para casi todo.
Esto, constituye un importante obstáculo para el oficialismo al ver limitadas sus posibilidades ya que en esta ocasión se esperan importantes discusiones en torno al destino de los recursos y la prioridad de los gastos.
En este contexto, parecería que no ha de ser posible cumplir con los plazos de presentación del mencionado documento para el 15 de septiembre como se hace de manera ordinaria año tras año, por lo que debería entonces seguir en vigencia el presupuesto 2010 tal como lo prevé la normativa al respecto.
Este año el gobierno, conforme a su contabilidad, dispondría de unos 30 mil millones de pesos como recursos fiscales excedentes, el que seguramente distribuirá mediante un nuevo DNU de manera discrecional, sobre todo si se tiene en cuenta la urgencia eleccionaria que se avecina.
En el marco de la contabilidad creativa mencionada por ejemplo, el Ejecutivo nacional además, acostumbraba omitir datos imprescindibles como los incrementos salariales esperables, refinanciaba las obligaciones de algunas provincias mientras retenía los Adelantos del Tesoro Nacional – ATN - de otras jurisdicciones endeudadas con la Nación y estimaba el crecimiento de la economía de manera lineal en un 4 % cada ejercicio.
Estas prácticas dejan al descubierto la falacia en torno al éxito del modelo económico que se pretendió siempre exhibir.
Como reflexiones complementarias cabria considerar por ejemplo que hace tiempo resulta evidente que esta política expansiva lo único que convalida es la nominalidad creciente de la economía donde macrovariables como tributos, salarios, gasto público, etc., se incrementan sin afectar las variables reales.
Las hipotéticas políticas fiscal, de ingresos y monetaria, resultan insuficientes para contener el avance de la inflación, independientemente de la utilización de instrumentos como los subsidios y el tipo de cambio.
Tomando en cuenta sólo cifras oficiales, si bien es cierto que el PBI se ha incrementado en un 7 % de enero a julio, el crecimiento de la inflación se ha acelerado considerablemente mientras las importaciones aumentaron más de un 40 %. Esto es, que la política expansiva tendiente a incrementar el consumo está llegando a su punto de saturación, revirtiéndolo a retracción, e invirtiendo asimismo el comportamiento de las variables antes mencionadas.
Ahora más que nunca, se hace imprescindible la implementación de una verdadera política económica que regule el crecimiento de la demanda agregada.
En la oposición, parecería haber una clara intencionalidad de trabar el tratamiento parlamentario en tanto el oficialismo siga ocultando los números reales proyectados para el Presupuesto 2011, y hasta se podría pedir la interpelación al ministro de economía para que explique cuál sería el destino real de los fondos públicos.
El hermetismo ordenado por el ex presidente es tal, que hasta los mismos legisladores del oficialismo desconocen por completo los números en cuestión, por lo que se espera un arduo debate en la Cámara Baja, sin omitir la alta probabilidad de que todo comience con las características falta de quórum de alguno de los bandos en pugna como vienen haciéndolo desde hace varios meses.
Nidia G. Osimani
Estimad@s foristas: Es mas que probable que el gobierno, si no puede sacar el presupuesto que quiere, prefiera empantanar el trámite legislativo y continuar con el 2010. La experiencia nos demuestra que este y otros infortunios en el Parlamento serán cubiertos con las cortinas de humo a que nos tienen acostumbrados, por ejemplo un nuevo y feroz debate sobre el aborto. Sin embargo, como bien dice la autora del artículo, hay un componente que el gobierno no maneja, y que le puede generar innumerables conflictos: la inflación. Es todavía un poco temprano para definir cual será el desarrollo a mediano y largo plazo de la inflación. En ciertos rubros ya comienza a perfilarse una retracción preocupante pero no crítica. Todavía. Pero además hay que ver quién resulta ganancioso en las elecciones de la CTA. Esta central de trabajadores, quizás tan poderosa como la propia CGT (se dice que las elecciones de Septiembre de la CTA son casi tan importantes como las presidenciales del 2011 por la cantidad de votantes y los efectos que puede tener), dirime poder entre dos proyectos muy diferenciados, que aparecen encarnados por Hugo Yasky por un lado y Víctor De Genaro por el otro. Cabe mencionar que Hugo Yasky, hoy cercano al gobierno, se ha mantenido en su función gremial sin incursionar demasiado en la política partidaria mientras que Víctor De Gennaro ha hecho precisamente lo contrario. Si llegara a ganar el proyecto de De Genaro otro sería el panorama. La quietud sindical de la CTA (que aglutina a la gran mayoría de los empleados públicos de todas las jurisdicciones) cambiaría y pasaría a una actividad de reclamo mayor en pos de las reivindicaciones salariales, como defensa contra una inflación que ya comienza a esmerilar el poder adquisitivo de sus afiliados. Pero lo mas peligroso de este panorama que se aproxima a la volatilidad es el desmanejo del desgobierno nacional de las variables claves que controlan el avance inflacionario, como hace notar la autora del artículo. Y con respecto al tipo de cambio, es dudoso que logre mantenerlo en los niveles actuales. No parecen poder, querer ni saber hacer nada para contener la inflación. En este marco a futuro, el año 2011 se presenta como preñado de posibilidades de conflicto. Un abrazo, saludos a los señores periodistas y a mis amig@s foristas. Jorge A. Rodriguez spoohevoof@garrifulio.mailexpire.com
No te confundas Nidia. El Presupuesto es un dibujo del que Gobierna el cual es refrendado por la oposición sin análisis de ninguna naturaleza. Los elementos técnicos brillan por su ausencia y los legisladores provinciales solamente se preocupan en modificar algunas partidas para que les toque algo a las provincias que representan y algo a ellos. El mamarracho contable de cualquier presupuesto de los últimos 10 años, al menos, no resiste el menor análisis ni siquiera de un contador de un almacenero, con todo respeto lo digo.Porqué habría de cambiar ahora la metodología?. Sincerar variables significa acotar a los que puedan triunfar en las próximas elecciones. Y los que vengan querrán hacer con el presupuesto lo mismo que estos, o peor. Son todos delincuentes muchachos.!!!!
OSVALDO Realmente tenés toda la razón en lo que decís, es así tal cual lo expresás. El tema es que en este caso me circunscribí a las barbaridades que están haciendo desde 2003 porque es nuestra realidad contemporánea y la que mas nos incide directamente (aunque el arrastre de aberraciones de décadas también nos ha dejado secuelas importantísimas). Saludos y gracias, muy buena tu observación
Osvaldo : como extrañaba sus comentarios críticos pero tan acertados . que bueno leerlo
2011 Crisis Sistemica Global que ya comenzo, claro que los Keynesianos quieren "DAR SENSACION DE BONANZA" W W W aunque sea Artificial M M M