No resulta descabellado considerar la posibilidad de una complicación en la salud que lleve al actual copresidente de la nación a dejarnos sin su presencia. La ausencia podría ser total, si falleciere, o parcial si quedara tullido. En este último caso sería más que deseable que no pudiese comunicar al exterior sus retorcidos pensamientos, ya que la mayoría serían vituperables. Dudo que semejante prueba lo hiciere recapacitar y reconsiderar que más valía ser un buen hombre que el sátrapa enriquecido obsesivo en que se convirtió.
Sabe Dios que no le deseo ningún mal, pero sí deseo el bien de mi país, está muy castigada Argentina que viene sufriendo los embates del sujeto de marras, bah, el marrano en definitiva.
Volviendo a esa suposición, de quedar libres de ataduras del mandamás, del guapo del barrio, ¿qué sería de la pobre Cristinita y toda su cohorte de alcahuetes? ¿Qué haría el chirolita Aníbal Fernández? ¿Se presentarán todos ellos en convocatoria o pedirán su propia quiebra moral? ¿Cómo sortearían el aluvión grado Tsunami de sus adversarios políticos y de sus “archienemigos” los Jueces?
Vislumbro un futuro entre rejas para todos ellos, desde la Sra. de Vuitton hasta el tío Bigote, junto a los Báez, De Vido, Tomada, Boudou y otros mercachifles súcubos del Néstor. Bloqueados sus abultados patrimonios, ¿cómo harán para sobrevivir?
Que en las últimas horas se conozca que Alberto Fernández quiere volver a subirse al barco K es una señal. ¿Será el encargado de negociar el traspaso de la batuta y atemperar la furia vengativa de todos aquellos que sufrieron la furia desenfrenada del Néstor?
¿Quién ocupará el despacho desocupado del Diputado virtual? ¿Seguirán compartiendo la dieta injustamente percibida las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo? ¿Merecerá la pensión la viuda o curadora del Presidente de Unasur y del PJ o caducará por ser un privilegio inmerecido?
Máximo y Florencia K, ¿se desplazarán en bondi evocando aquellas épocas en que viajaban por los aires gracias a la generosidad estatal abusando de la flota oficial o de las aeronaves privadas de la estatizada Aerolíneas Argentinas en manos de Recalde Jr?
¿En qué cárceles serán alojados todos aquellos que participaron del saqueo?
Esta hipótesis evidencia que no existe el proyecto de país que se enunciara hasta el hartazgo a través de la cadena oficial pues todo depende de una sola persona, que digita el destino de todos nosotros. ¿Qué harán los Pérsico, los D´Elía, los de La Cámpora y el resto de colaboracionistas del régimen K?
Dudo que el pueblo llore y rece por el ex presidente en ejercicio, a excepción de todos aquellos que reciben las dádivas que distribuyera para captar voluntades.
Si bien es una mera hipótesis, no estaría de más prevenir algún camino alternativo ante esta eventualidad. No vale suponer que “yerba mala nunca muere” aunque, a veces, “la tercera es la vencida…”.
Enrique Piragini