El "Grupo de los 7", que nuclea a algunas de las entidades del sector privado más poderosas, puso el grito en el cielo ante el proyecto del diputado Héctor Recalde para que se distribuya entre los trabajadores el 10 por ciento de las ganancias empresarias, aunque esta práctica ya es común en la Argentina.
Por un lado, está el convenio colectivo de trabajo que el gremio del Neumático firmó con la empresa Firestone en 2007, en el que se estableció "a favor de todos los trabajadores de la empresa un bono extraordinario no remunerativo" de "participación en las utilidades ordinarias netas de la empresa".
Pero además, ¿qué son sino mecanismos de "participación" en las ganancias los "bonus" para ejecutivos de los que se lee a diario en portales web orientados a ejecutivos, la prensa internacional y revistas especializadas?
De acuerdo con esos instrumentos, si a la empresa le va bien, el "bonus", un pago variable, se eleva; si no le va tan bien, se reduce —mecanismo similar al que está previsto en el proyecto de Recalde—.
Este año, se publicaron en la prensa estimaciones de la consultora HuCap según las que, en promedio, las grandes empresas argentinas abonan un "extra" de 4,9 sueldos a sus directores, 3,4 sueldos a sus gerentes y 1,8 sueldos a sus profesionales y analistas.
En 2007 se publicó un estudio de la consultora Hay Group que indicaba que el "ingreso cash anual (salario más bono variable) para directores de grandes empresa era de 345 mil pesos en promedio" y que "dentro de ese valor el pago variable es de cuatro salarios en promedio".
La consultora evaluó que a nivel regional, la Argentina y Brasil son los países que lideran las prácticas de "remuneración variable".
Por otra parte, se ha informado hasta el hartazgo sobre el tema de los "bonus" que se pagan en el mundo de las finanzas globales.
Sin ir más lejos, hace pocos días el Wall Street Journal informó que de acuerdo al fiscal general de Nueva York, los nueve mayores bancos que recibieron asistencia financiera del gobierno norteamericano repartieron bonus entre sus ejecutivos por 32,6 mil millones de dólares.
El bono promedio por empleado fue de 25.400 dólares —se pagaron más de 4.700 bonos por al menos un millón de dólares y 836 por al menos 3 millones de dólares—.
En marzo pasado, en todas las agencias de noticias del mundo se pudo leer sobre un aumento promedio del 17 por ciento en los bonus para los ejecutivos de Wall Street.
En 2010 embolsaron 20.300 millones de dólares en ese concepto: una cifra, claro, alejada del récord de 34.300 millones de 2006, antes de que se desencadenara la crisis financiera global.
En la Argentina, los programas de beneficios que otorgan las empresas a sus ejecutivos, por encima de lo que son sus salarios "fijos" incluyen autos, seguros, bonus, medicina prepaga y programas de capacitación y esparcimiento.
Es de prever que si los números de la empresa se van par arriba, esos beneficios aumenten y que lo contrario ocurra si las ganancias se reducen.
Por ejemplo, un reciente estudio realizado por la consultora Mercer con información de 254 compañías determinó que las compensaciones "variables" a ejecutivos alcanzan el 25 por ciento de sus ingresos totales en el caso de los directores, el 14 por ciento en el de los gerentes, el 10 por ciento para los supervisores y el 6 por ciento para los profesionales.
Ocurre además que estas consultoras privadas especializadas en recursos humanos tienen todo un paquete de servicios que venden a las empresas para administrar en forma adecuada este tipo de "compensaciones".
En palabras de una de ellas, para "definir la medida real que estimula el desempeño en cada cargo de su organización".
"Le ayudamos a crear programas de compensación de ejecutivos para motivarlos y centrar su atención en lograr tales metas, lo que a su vez le ayudará a atraer y retener a los líderes que usted necesita", aseguran.
No parece tan distinto de lo que considera el proyecto de Recalde: "ha sido sostenido con razón que los esquemas de participación de los trabajadores en las ganancias tienden a incrementar la productividad de los trabajadores, incrementando a su vez las ganancias de las empresas y, con esto, la propia suma a ser redistribuida entre sus partes constitutivas".
Nicolás Tereschuk
NA
Estimado, muy buena la explicación. Nace una duda, respecto de la manera "caótica" (adrede) utilizada por los K, a saber: En menos de dos semanas, pasa todo esto: Ofensiva con este proyecto, muy bueno, pero, que no se compadece con los problemas reales del país si tomamos en cuenta que la realidad fiscal de Argentina es muy poco comparable a las de las potencias del 1er. mundo Muy caótico, decimos, ya que por un lado el discurso "general" osea, para la gilada, es "vamos hacia una distrubución 50 y 50" lo que es un cuento, dado que existen 15% de marginados, sin posibilidad de reinserción inmediata en el mercado, y un 30% (por sobre el 15% anterior) pobre, y dentro de esta sub-grupo, gran cantidad de personas "laboralmente analfabetas", léase, no son trabajadores "interesantes" para el mercado Entonces, ¿quienes podrían ingresar a este sistema? Sabemos que el 40% está en negro, del 60% que queda, la mitad son pymes "mano de obra dependientes" (se reparten salarios entre patrono y obrero) Nos queda un 25% del mercado, con toda la furia, pero, resulta que en este grupo estan los trabajadores del Estado... todo un tema Supongamos, que del anterior 25%, la mitad son trabajadores en blanco, no estatales, ni municipales ni docentes ni de minipymes... Hay esta el sector servicios... ¿Cuanto es le SECTOR INDUSTRIAL O PRODUCTIVO? UN 10% De el recorte anterior, quienes son estos del 10%? Si acertó, los que no pagan ganancias (así los denunció Etchegaray, a las 6 automotrices, facturan 30.000 millones y pagan 36 millones de ganancias, ases del dibujo los llamó, mientras la 4ta, categoría del mismo sector pagó 40 millones, que miserables H de P que son relmente) Osea, la UOM, Moyano (camiones, servicios al estado) Grandes constructoras , etc. etc. OSEA ES UN PAGO POLÍTICO A LOS GORDOS, QUE MANEJAN LOS SINDICATOS CUTOS RUBROS, SÍ TIENEN GANANCIAS EXTRAORDINARIAS COMO DICE LA PRESIDENTE Otro pago político a los acomodados, y que, encima, fomenta la buracracia sindical, la de los clientes del Dr. Tomada, del Dr. Racalde y el resto de los "muchachos" Atte.