Rompiendo toda regla ecológica elemental, el gobernador Das Neves y Susana Jiménez sobrevolaron en helicóptero la reserva de Punta Tombo al inaugurar un centro de interpretación que no está terminado. Más allá del importante gasto que ocasionó la visita, hecho informado por OPI Chubut la semana pasada, ahora se conocen otras apostillas de la visita “ilustre” (y onerosa) que trajo el gobierno provincial.
El lunes 1º de noviembre, el gobernador de Chubut José Das Neves contrató un vuelo charter que fue llenado con periodistas de diferentes radios, canales de televisión y diarios de Buenos Aires, invitados a hacer una nota sobre un nuevo centro de interpretación en la Reserva de Punta Tombo, la pingüinera más grande de Sudamérica. Pero el evento tuvo sus contratiempos.
Por un lado, el centro de interpretación estaba a medio terminar. Por el otro, Susana Jiménez fue contratada con todo su equipo para llegar al lugar en avión privado y helicóptero y cortar la cinta de inauguración en su carácter de “madrina de la reserva”.
Acto seguido fue invitada por el gobernador a sobrevolar la pingüinera con varias pasadas rasantes —ruidosas y muy ventosas— a toda velocidad por sobre los nidos de los desorientados pingüinitos. En tierra, los periodistas fueron testigos de las expresiones de espanto e indignación de los guardaparques, quienes aseguraban que era impensable una actitud más anti-ecológica que esa, la cual —según ellos— le genera un stress tremendo a esas aves, que pueden morir de infarto por el susto. La siguiente fotografía pertenece a ese inapropiado momento en que el gobernador junto a Susana Gimenez sobrevuelan los nidales de Punta Tombo.
Durante el evento hubo cantos galeses, Fabiana Cantilo dio un buen show, José del Sel hizo de gracioso y unas pocas mozas salieron cada tanto con bandejitas de empanadas que unos pocos afortunados alcanzaban a manotear. Los más tímidos se quedaron sin probar bocado en horas, ya que no había donde comprar nada. El ambiente, con el gobernador en el escenario, fue de fiesta total; una fiesta que se improvisó a las apuradas donde no quedaba muy en claro que es lo que se celebraba en un día en que gran parte del país aun estaba de luto por la muerte del ex presidente Néstor kirchner.
Das Neves recibió con un apretón de manos a cada uno del centenar de periodistas al pie del avión —aunque después ni los alimentó— y los colegas se quejaron porque los dejó mirando como él comía cómodamente en su mesa. Como cierre, un grupo de periodistas terminó rodeando al jefe de prensa de Das Neves, reclamándole por una promesa no cumplida. El diálogo fue más o menos así:
-Ustedes nos invitaron a venir acá haciéndonos perder un día de trabajo —ida y vuelta en el día desde Buenos Aires- para hacer una nota sobre la pingüinera de Punta Tombo y la inauguración. Para eso trajimos a nuestros fotógrafos y a nuestros camarógrafos, y nuestras libretas de anotaciones. Ya son la cinco de la tarde y el sol se va. ¿Nos podes explicar a qué hora vamos a ir a hacer las tomas?
-Amigos, la visita a la pingüinera —a 4 km del lugar- se suspendió porque ya es tarde y hay que asistir a la conferencia de prensa del gobernador, dijo el interlocutor del gobierno.
Los periodistas —en pie desde las 6 de la mañana— montaron en cólera y le explicaron el resultado negativo que la acción de prensa montada por el gobernador iba a tener para su campaña pre- presidencial. La situación rápidamente se solucionó y les dieron a los periodistas unos minutos para ir a hacer las tomas, cuando ya casi no había sol.
Finalmente la conferencia de prensa se suspendió. El comentario por unanimidad de todos los periodistas presente era a esta altura una obviedad: “Si ésta es la capacidad de organización para una simple inauguración, que sería de nosotros si alguna vez les toca gestionar el país”.
Eugenio Méndez Gauna
OPI Chubut