El populismo siempre ha sido considerado como un fenómeno autoritario, demagógico y antiinstitucional y, en ese sentido, anti-democrático. La democracia liberal se caracteriza por fundarse y asentarse en instituciones. Éstas actuarían desde dos dimensiones: por un lado, como garantes imparciales de derechos iguales para todos y por otro, como vehículo de programas políticos que se materializan, no “por” ni “gracias a” un líder, sino vía organizaciones.
La democracia supondría un consenso sobre: el valor de la individualidad y su reflejo en derechos a-priori iguales para todos, el respeto a la ley (rule of law) y la garantía de la propiedad privada como un derecho individual. La soberanía recaería en los ciudadanos que la ejercen por medio de sus representantes. Por el contrario, el populismo implicaría la encarnación en el líder o en un movimiento del sujeto-pueblo, por lo cual es su voluntad y la del discurso por él generado lo que lo definiría. No habría consenso sino la pugna que el líder encabeza en representación del pueblo y contra sus enemigos.
El caso actual de populismo en Sudamérica más connotado es el Chavismo, pero quizás no el más interesante desde el punto de vista del entramado ideológico que le acompaña. Al Kirchnerismo y al fenómeno indigenista de Evo Morales les corresponden formas de populismo en las cuales se entrecruzan la tradición marxista con la de Carl Schmitt o la mitología indígena con el socialismo, según sea el caso. Es por eso que constituyen formas más sofisticadas de populismo que la que representa Chávez. La de los Kirchner, basada en la obra de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, y la de Evo Morales fundada en la tradición del indianismo e indigenismo andino, corresponderían a populismos de líder y de movimiento, respectivamente.
Ambas pretenden ser una alternativa a la democracia liberal pero sin perder su carácter democrático. Presentaré brevemente sus supuestos, para luego evaluar sus alcances como propuesta alternativa a la que ellos mismos designan como una democracia euro-céntrica.
Las bases del Kirchnerismo: un populismo de líder
Ernesto Laclau1, uno de los más conocidos pensadores políticos que ha producido Sudamérica en los últimos 30 años, defenderá el valor del populismo. Frente a la clásica idea de que éste representa un vacío conceptual, que se llena con demagogia y que es fruto sólo de políticos amorales y de masas faltas de cultura cívica, el pensador argentino sostendrá su valor democrático, ya que éste defenderá la participación del pueblo por medios no convencionales, rompiendo en ciertas ocasiones con una burocracia-administrativa que impide la manifestación del pueblo como tal.
En éste sentido, para Laclau, el populismo abre las puertas para una confrontación con el consenso de Washington y el neoliberalismo, el cual se caracterizaría por generar democracias administrativas y no participativas. Representaría una forma radical de democracia, más profunda y más auténtica que desafiaría el intento de imponer sistemas post-políticos2.
Laclau dentro de una tradición postmarxista entenderá que la generación de identidades está vinculada a la lucha de clases. Es desde éste antagonismo desde el cual se van generando distintas formas de participación civil.
Laclau partirá del análisis de autores como Gramsci y Althusser3 para construir su teoría. Será del primero del que recogerá la idea de hegemonía45, esto es, que la lucha política implica la determinación de una imagen que pasa a ser la representación simbólica del “nosotros” y a partir de eso a determinar el sentido común de los ciudadanos (Laclau, 2005). Será justamente dentro de esa pugna en la cual Laclau rescatará el populismo como una forma de construcción del “nosotros” alternativo al imperante en sistemas opresivos, que han tomado la forma de un formalismo administrativo-democrático procedimental.
Laclau reconocerá los avances de la ilustración europea pero le negará validez emancipatorio al liberalismo. Éste se encontraría segregado básicamente en dos corrientes: aquellas que son abiertamente derechistas y partes de la estructura de dominio del neoliberalismo, tales como Hayek, Nozick o Friedman, y otros que si bien son de tipo igualitarios, al final son parte del consenso general.
El liberalismo de un Rawls o Habermas no pasaría de ser un intento por introducir una normatividad de tipo ética en las instituciones políticas pero carecería de la suficiente radicalidad para comprender y abordar las necesidades emancipatorias. Su déficit estaría dado por su carácter poco político. La política implicaría necesariamente el entender y confrontar el antagonismo de clases. Es ese antagonismo el que determina la lógica de la política (Laclau, 1985, 2005).
Chantal Mouffe, esposa y co-autora de la obra Hegemonía y Estrategia Socialista de Laclau, reforzará la idea de la necesidad del antagonismo basándose en los escritos de Carl Schmitt. Éste último, uno de los artífices de la estructuración jurídico-constitucional del nazismo, diseñará una comprensión de la política, como expresamente él mismo lo indicará, profundamente antiliberal6.
Para el jurista alemán, el liberalismo es la antipolítica. Ésta última, la política, se caracteriza por la relación “amigo-enemigo”, por la determinación de un “nosotros”-”ellos”. Schmitt, será rescatado como pensador por la derecha e izquierda, por eso sus huellas se pueden seguir desde los gobiernos de Bush JR a Néstor Kirchner.
Mouffe rescatará la lógica del antagonismo de Schmitt pero para hacerla compatible y determinante de un régimen democrático. Schmitt habría sido certero en su análisis y crítica de la democracia liberal, no en su solución. Para la filósofa belga, una verdadera democracia implica antagonismo (Mouffe, 2005). La democracia real, donde participa el pueblo y las fuerzas sociales como elementos transformadores, son aquellas donde se pugna, siguiendo a Gramsci, por generar una hegemonía a favor de ciertas transformaciones. Es lo que Mouffe defenderá como una democracia agonística.
Es así como el consenso de la democracia liberal, tendría una finalidad ideológica: generar la falsa impresión que implica a “todos” pero la verdad es que margina a quienes están fuera de ese consenso7.
Por el contrario, la democracia agonística permitiría una auténtica pugna entre privilegiados y oprimidos, sería una pugna por hegemonía. Sería la forma de, desde el pluralismo-diferencia-pluralismo, superar una democracia liberal basada en el racionalismo, individualismo y un universalismo abstracto que busca eliminar el factor pugna por el poder de la comprensión política.
Para Laclau y Mouffe, el objetivo de la democracia es la libertad e igualdad para todos pero a diferencia de la democracia liberal, ésta se lograría por medio de la movilización y eso sólo se logra en un pluralismo agonístico. Para Laclau el populismo es un fenómeno que debe ser entendido dentro de la lógica de la democracia agonística, es una forma de participación directa del pueblo, generadora de imagen, constitutiva de un “nosotros”-”ellos”, que permite una pugna del pueblo, encarnado en un líder o un movimiento, por un poder transformador.
Es en ese contexto en que ambos, y especialmente Laclau, defenderán el Kirchnerismo8. De igual forma, tanto Néstor como Cristina, reconocerán en ambos sus fuentes ideológicas.
Es así como la política del antagonismo del Kirchnerismo no responde, única y exclusivamente, a una suerte de instinto político, sino que es parte de una forma de comprender lo política. Ya el mismo Perón indicará que es una condición para elevar el nivel de la cultura política, el que el pueblo sea politizado. La politización permitiría un estado de conciencia nuevo de las masas (Germani A, 2004). Como lo indicará Schmitt, ese proceso implica la estructuración de la propia identidad respecto de un enemigo.
Laclau valorará de Kirchner el enjuiciamiento a los opresores de la dictadura militar, a su parecer a un nivel sin precedentes en la historia sudamericana, y en ese mismo contexto también valora el cierre de ESMA, la ruptura con el FMI, el rechazo al ALCA y el impulso al MERCOSUR. Además de significar un fenómeno de democratización sin precedentes en la Argentina9.
Laclau destacará lo que a su juicio es el carácter gramsciano de Kirchner10, habría comprendido que el populismo no se puede contraponer al institucionalismo sin más, populismo también implica negociación entre unos y otros sin perder la convicción transformadora.
Kirchner habría generado un movimiento de grandes mayorías. Frente a la acusación de autoritarismo que se realizará sobre los Kirchner, el pensador argentino de la universidad de Essex responderá que es una falsa dicotomía, no es democracia de instituciones o autoritarismo, el populismo en cuanto democracia profunda se opone al simple autoritarismo, genera un movimiento popular a través del líder.
Las bases del Evismo: un populismo de movimiento
A juicio de Laclau, todo populismo en Argentina, de modo necesario, debe remitir a Perón, eso explica la fuerza del peronismo. En el caso de Bolivia, no es la existencia de un líder histórico moderno sino la de un movimiento, indigenista e indianista, al cual remite el populismo. Es un populismo de “movimiento” no de “líder”.
Las bases de ese “movimiento” se centran en la generación de un concepto de “indio” no histórica sino como fuerza nodal revolucionaria. La idea de lo mítico ha acompañado a la imagen del indio desde Rousseau y su idea del buen salvaje pasando por Alcides Aguedas, por la visión abiertamente revolucionaria de Valcárcel11, Mariátegui12 y Reinaga13 hasta un Alvaro García Linera y Pablo Stefanoni.
En la obra de Valcárcel, Tempestad en los Andes (1927), éste manifiesta su esperanza en el renacer, político, del indigenismo. Esto a su juicio ocurriría no desde la apropiación de elementos occidentales sino desde el surgimiento del “nuevo indio” el cual rescataría su cultura y desde el mito la transformaría en una fuerza revolucionaria socialista. A juicio de Valcárcel, cosa que compartirá Mariátegui, será desde el nuevo inca donde surgirá el sistema comunista más perfecto. Valcárcel concluirá que “el pueblo indígena espera su Lenin” (Valcárcel, 1927).
Ese “Lenin” para Valcárcel tomará la forma de intelectuales que sabiendo apropiarse de la técnica y la fuerza de la cultura europea la aprovecharán para defender al indio contra lo europeo y foráneo. Para Valcárcel toda discriminación social, en el fondo, lo es de raza. Por eso se necesitaría una conflagración entre ellas. Mariátegui en su prólogo a Tempestad en los Andes, dirá que es una obra que posee “algo de evangelio, algo de apocalipsis”.
Valcárcel tratará, sin piedad, a quienes, abandonando sus raíces, transformándose en un cholaje mestizo que trabaja para los gamonales14 y que, a su juicio, gasta su tiempo entre el trabajo y la ingesta de alcohol. Reinaga apuntará a un objetivo similar. En su obra La Revolución India indica: “Yo busco la liberación del indio, previa destrucción del cholaje blanco-mestizo (…) y yo planteo la Revolución India” (1069: 463) Reinaga sostendrá la imposibilidad de la existencia de una cultura que libere a los indígenas mientras subsista la Bolivia cholo-blanca. Por eso la acción revolucionaria estará mediada por el fin de aquella sociedad que impide el surgimiento indígena. Es por eso que rechazará el sindicalismo campesino del Movimiento Nacional Revolucionario el cual considerará que favorece a la clase cholo-blanca y tendría una mirada al problema de la justicia en Bolivia desde una elite europeizada. A la larga no pasará de ser para él una mirada perpetuadizadora de la opresión. Esto implicaría necesariamente la purificación de los elementos culturales y sus estructuras económico-políticas de cualquier forma de occidentalismo. Esto incluirá el oponerse a la alfabetización como una forma de colonización15.
Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, sociólogo y ex miembro de la guerrilla Túpak Katari e ideólogo del Evismo16, rescatará la convergencia entre marxismo e indianismo en el movimiento MAS17. García Linera, destacará la importancia de la versión gramsciana18 del marxismo ya que permitiría transitar al socialismo sin recurrir, necesariamente, a la violencia revolucionaria. Será desde la generación de una crisis de las instituciones políticas pre-establecidas de las que surgiría el conflicto para luego poder generar un antagonismo entre dos proyectos políticos, el antiguo, reaccionario y defensor de las antiguas instituciones y el revolucionario que logrará encarnar al pueblo en un movimiento que representa a las masas mayoritarias y oprimidas: las indígenas. En su lógica, al igual que en la de Laclau y Mouffe (por los cuales expresamente siente simpatías), se necesita generar un “nosotros”-”ellos”.
Es en ese momento donde se puede cumplir lo planteado por Reinaga de enfrentar al cholaje mestizo-blanco.
Conclusión
Si se atiende a los presupuestos del Kirchnerismo y del Evismo ocurre la paradoja que, expresamente, rechazan la forma actual de la democracia liberal y el liberalismo que la sustenta pero, por otro lado, no plantean la eliminación de la democracia sino un intento por fundar una de un modo nuevo. Una democracia del antagonismo y la confrontación, distinta a la de instituciones y del consenso centrista.
Por eso la pregunta es, si es posible una democracia en que la voluntad ya transformada en hegemónica de un sujeto-pueblo se manifiesta por medio de un individuo o de un movimiento.
Existe un paralelo, si bien antipático, que no pueden eludir quienes defienden esa nueva forma de democracia: el fascismo. Éste último se presentó como un movimiento revolucionario moderno, donde el pueblo se hacía uno con el líder, basta pensar en el caso de Mussolini, o con un movimiento de masas, por ejemplo la Garda de Fier y su Legión de San Miguel Arcángel en Rumania. Justamente, respecto a éste último, será ese carácter de movimiento de masas revolucionario lo que le costará la vida a su fundador Cornelius Codreanu, quien pasará a ser una suerte de Che Guevara del fascismo.
Por eso, Laclau y Mouffe no deberían olvidar ni el carácter filo-fascista del peronismo en sus orígenes ni el tipo de régimen que trató de sustentar Schmitt. Efectivamente, desde un punto de vista histórico no como uso gratuito de un adjetivo, tanto Perón como Evita, tienen fuentes en el fascismo europeo1920. Por lo tanto, se debe analizar hasta dónde esos elementos fascitoides no se reflejan en el movimiento de masas que generaron y que toma una nueva forma en el Kirchnerismo.
En el caso de Bolivia, el carácter etno-nacionalista del movimiento hace dudar de sus posibilidades democráticas en la medida que vaya alcanzando la hegemonía que busca. Un logro de la democracia postilustrada y del republicanismo es liberar al concepto “ciudadano” de una carga religiosa o étnica. Es por eso, que la Sudáfrica post-apartheid se construye siguiendo los modelos institucionales de las democracias occidentales y emancipándola de cualquier carácter racial al concepto “sudafricano”. Desde Mandela a Zuma se ha recalcado el carácter multirracial y pluralista de la nación africana. Eso está muy alejado del indianismo que sirve de base al movimiento MAS.
Es importante que nuestro continente no olvide el ejemplo de uno de sus intelectuales más brillantes, Gino Germani, uno de los grandes nombres de la sociología latinoamericana21. Llegó a la Argentina arrancado del fascismo italiano. Al poco tiempo, el peronismo lo censuraría y sería despedido de su cargo22, junto a otros prominentes académicos y científicos: Amado Alonso,
Ricardo Rojas, Francisco Romero, Emilio Ravignani, Ricardo Caillet-Bois y Bernardo Houssay23. Germani en una entrevista señalará que en lo referente a la adhesión de una parte importante del pueblo a las dictaduras nacional-populares, esta se explica no tanto por la habilidad retórica de líderes y dictadores, tampoco por una demagogia del “plato de lentejas” (Germani A. 2004) por la cual se le da ciertas ventajas materiales al pueblo a cambio de la libertad. La verdadera demagogia es hacer creer al pueblo que recibe ciertos derechos y que además los ejerce. Por eso se generará la impresión que más que perder la libertad, la han ganado. Muchas veces esto se ve favorecido porque la libertad que pierden, es una que nunca han ejercido, la de la política y su alta dirección, mientras, la que creen haber ganado, la perciben como concreta y real24: creen haber ganado la libertad de rebelarse y hacer valer sus derechos contra los poderosos y capataces.(Germani A. 2004). En realidad, muchas veces no pasa de ser un cambio de quien ejerce el poder.
Hasta hoy, sólo la democracia del liberalismo ha mostrado la capacidad de, por medio de instituciones imparciales, garantizar igual libertad y derechos para otros. Justamente, esas sociedades, han podido construir centros académicos suficientemente independientes para que intelectuales, de distintas nacionalidades, puedan ir a ellas a escribir contra el mismo sistema que les ha garantizado la libertad de cátedra y que no sufran la persecución y el despido, como le ocurrió a un Gino Germani bajo el populismo.
Gonzalo Bustamante Kuschel
CADAL
1. Ernesto Laclau realizó estudios de historia en la Universidad de Buenos Aires y se doctoró en la Universidad de Essex. Desde 1973 es profesor de Teoría Política en la Universidad de Essex y a partir de 2006 es profesor distinguido de Humanidades y Estudios Retóricos en la Universidad Northwestern y director honorario del Centro de Estudios del Discurso y las Identidades Sociopolíticas de la Universidad de San Martín, en la Argentina. Ha sido profesor invitado en las universidades de Toronto, Chicago, San Pablo y Buenos Aires, entre otras. Fondo de Cultura Económica ha editado Misticismo, retórica y política (2002), Contingencia, hegemonía, universalidad. Diálogos contemporáneos en la izquierda (en coautoría con Judith Butler y Slavoj Zizek, 003), Hegemonía y estrategia socialista. Hacia una radicalización de la democracia (en coautoría con Chantal Mouffe, 2004), La razón populista (2005) y Debates y combates. Por un nuevo horizonte de la política (2008).Fuente: UBA.
2. Laclau y Mouffe, al igual que Zizek, entienden por post-político un sistema en el cuál la diferencia propia de la política ha sido desterrada y es suplantada por mecanismos procedimentales, en el cual la diferencia entre izquierda-derecha ha sido reemplazada por un consenso centrista que afirma el sistema capitalista. Es la crítica que todos estos autores realizarán a las experiencias de Clinton, Blair o Schröder.
3. Sobre la vida y textos de Althusser http://www.marxists.org/glossary/people/a/l.htm#althusser-louis. Es relevante en Laclau la relectura que efectúa del concepto de ideología en Althusser, éste último la comprenderá como : “Ideology is the ‘lived’ relation between men and their world, or a eflected form of this unconscious relation, for instance a ‘philosophy’ (q.v.), etc. It is distinguished from a science not by its falsity, for it can be coherent and logical (for instance, theology), but by the fact that the practico-social predominates in it over the theoretical, over knowledge. Historically, it precedes the science that is produced by making an epistemological break (q.v.) with it, but it survives alongside science as an essential element of every social formation (q.v.), including a socialist and even a communist society.” Ver Glosario en la misma fuente.
4. “El término hegemonía deriva del griego eghesthai, que significa “conducir”, “ser guía”, “ser jefe”; o tal vez del verbo eghemoneno, que significa “guiar”, “preceder”, “conducir”, y del cual deriva “estar al frente”, “comandar”, “gobernar”. Por eghemonia el antiguo griego entendía la dirección suprema del ejercito. Se trata pues de un término militar. Egemone era el conductor, el guía y también el comandante del ejército. En el tiempo de la guerra del Peloponeso, se habló de la ciudad hegemónica, a propósito de la ciudad que dirigía la alianza de las ciudades griegas en lucha entre sí.(…) Todo es político, también la filosofía o las filosofías, y la única filosofía es la historia en acto, es decir la vida misma. En este sentido se puede interpretar la tesis del proletariado alemán como heredero de la filosofía clásica alemana, y se puede afirmar que la elaboración teórica y la realización de la hegemonía realizada por Ilich se ha convertido en un gran acontecimiento metafísico. (Gramsci, 1975, p.32).
5. “Hegemony: is only possible when something exists that can be hegemonised. This only occurs when a discourse lacks final fixation, when the discursive elements hold a surplus of meaning, and when the signifiers are not irreversibly linked to thesignified. Consequently, hegemony signifies the never –concluded attempts to produce a fixed point of discourse, to which there will always be a threat.” (Aakerstrom-Andersen, 2003 p. VII)
6. Ver al respecto: The Challenge of Carl Schmitt, ed. Chantal Mouffe. 1999 y The Return of the Political, 2006 de Chantal Mouffe.
7. Al respecto se puede ver su entrevista en: http://opiniopublica.wordpress.com/2010/09/09/chantal-mouffe-la-politologa-belgaamiga- del-agonismo-politico/
8. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/156246-50159-2010-11-04.html
9. http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/156246-50159-2010-11-04.html
10. http://www.revistadebate.com.ar/2010/11/12/3360.php
11. Antecedentes biográficos: http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Eduardo_Valc%C3%A1rcel
12. Para datos biográficos: http://www.marxists.org/archive/mariateg/biography/chronology.htm
13. Biografía: http://www.faustoreinaga.org/home/?page_id=39
14. En términos generales, se entiende por el concepto gamonales: la persona que ejerce el poder político por medio del caciquismo y el clientelismo en una zona. Se emplea en Latinoamérica.
15. “Cuando la raza se quiere alfabetizar en castellano, se pretende hacer del indio una sociedad de lobos. Porque el alfabeto no es sólo la letra, el signo; el alfabeto es idioma y el idioma es flor y nata de la cultura. Cuando se pretende alfabetizar al indio con otro idioma, con otra cultura, no se quiere liberar, se quiere conquistar. Se quiere despersonalizar, se quiere hacer un trasplante cerebral. El alfabeto castellano para el indio no es su liberación, es su esclavitud, su muerte” Reinaga F. Tesis India. p. 54
16. http://links.org.au/node/264
17. Siglas de: Movimiento al Socialismo, partido político boliviano, fundado en 1997, cuyo máximo líder es el presidente Evo Morales.
18. http://boliviarising.blogspot.com/2008/06/alvaro-garcia-linera-catastrophic.html
19. Al respecto se puede ver la obra del profesor de la Universidad de California Riverside, James P. Brennan: Peronism and Argentina, SR Books. 1998. De igual forma, Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio Primo de Rivera, ideólogo de la Falange, será una de las principales defensoras dentro del falangismo del exilio del caudillo argentino en la España franquista. Fuente: http://www.tau.ac.il/eial/I_1/rein.htm. También se encuentra documentado el apoyo de Perón a la llegada de fascistas croatas a la Argentina, como parte de la red para eludir la justicia. Fuente: http://www.tau.ac.il/eial/I_1/rein.htm. Así también, los problemas que tendría el destacado sociólogo Gino Germani para ejercer bajo el régimen de Perón al mostar sus vinculaciones con el fascismo.
20. Estas fuentes del fascismo en el peronismo, no implica una asimilación ideológica a corrientes nacionalistas anteriores como las que llevarán al poder al general Uriburu, las cuales represe ntaban una traslación del fascismo italiano y francés a la política local argentina. Vease: F. Finchelstein. Fascismo, liturgia e imaginario. El mito del general Uriburu y la Argentina nacionalista.
21. Gino Germani se desempeñó como profesor de la Universidad de Buenos Aires. Producto de la persecución política se trasladaría a las universidades de Harvard y Nápoles. Su obra posee un merecido reconocimiento en la sociología académica internacional. S.N. Eisenstadt calificará sus estudios sobre el autoritarismo como uno de los más relevantes escritos alguna vez en sociología política.
22. "Later, in Argentine, where I went as a political refugee, I met another variety of authoritarianism. Both Italian fascism and Argentine Peronism came to power as an outcome of the crisis of liberal-democratic regimes hitherto considered fairly well established” (Germani G., 1978, página VII)
23. Ver al respecto la obra de Ana Alejandra Germani: Gino Germani, del Antifascismo a la Sociología.
24. Ana Alejandra Germani refiere en éste punto (páginas 99-100) a la obra de Gino Germani, Dos significados de la Libertad, laLibertad y las libertades, apuntes inéditos, 1932, archivo personal. Ref: A. Germani, 2004.
Bibliografía
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http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Eduardo_Valc%C3%A1rcel
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/156246-50159-2010-11-04.html
Evidentemente el autor de la nota es un estudioso del tema y llega a conclusiones sabias. Pero con menos preparación académica se puede llegar también a convencerse que la forma más digna de vivir es con toda la libertad individual posible , respetando el derecho de los demás y aplicando la única igualdad exigible, la igualdad ante la ley. Esos son los principios liberales de nuestra Constitución Nacional. Mientras se los respetó la Argentina fué el 5º o 6º país del mundo. Los privilegios que se auto-otorgaron los gobernantes, necesitó de la ignorancia e incultura de "las masas" para que fueran aceptados mansamente como algo normal y ahora necesitan de la complicidad de muchos para seguir manteniendolos. De ahí la corrupción e incultura generalizada. Vivir es mucho más simple que convivir. Eso está demostrado en las distintas clases de animales y su comportamiento, cuyo único cometido es la perpetuación de la especie. Los humanos que además de perpetuarnos pretendemos evolucionar necesitamos atarnos a principios éticos para hacer posible la convivencia. Eso no lo pueden alterar las ideologías políticas voluntaristas o sometedoras de las libertades individuales sean de derecha o de izquierda. Toda la verborragia sobre lo "social " es mentira: No hay sociedad posible si no se respeta al individuo. Es la opinión de un simple ciudadano no fanatizado por políticas partidarias que no se preocupan en cumplir con la letra y el espíritu de la sabia Constitución Nacional. Atentamente
Ernesto Laclau y su amante Chantal Mouffe Dos sinverguenzas que le dan letra a estos impresentables a los que padecemos y ellos viven en Europa donde se los considdera DISTINGUIDOS, pero nadie les da bola a la hora de implementar politicas sociales Como dice el tango cambalache cualquiera en un serñor
el indigenismo ha constituido, en si, un apropiamiento para la manipulacion de la identidad etnica de cada grupo aborigen postergado del pais, para armar un discurso politico sistematicamente anacronico y enganoso. Los propios grupos indigenas del pais experimentarom reiteradamente la traicion "indigenista" cuando fueron dejados de lado al no cumplir con la representacion que tenia el politico de turno que los adulaba para convocarlos. (para movilizarlos, reunirlos cuando son bien distintos en sus culturas y situaciones historicas, para pegarlos a "clases sociales" y a reivindicaciones ajenas. etc. etc). Resultado de armar un "nosotros" y "ellos" dudoso, los indigenistas son miembros de un club que se arrogan la representacion de los miembros del otro club. Este desplazamiento es necesariamente mentiroso y es una manipulacion de grupos socioculturales sui generis que son ciudadanos como nosotros y tienen, ademas, su propia cultura y experiencia historica. cuyo conocimiento merece respeto real y aportaria mayor riqueza a nuestra nacion.
El estado con la calidad de enseñanza que tiene produce un RETARDADO PEDAGOGICO Con él sociedad desarrolla un POBRE POR VOCACION, con alergia crónica al esfuerzo. Que deviene en un RETARDADO POLITICO, partidario incondicional de cualquier gobierno populista, en tanto y en cuanto no lo ofenda piediendole que trabaje, aunque sea un poco.