Ficha técnica:

Título para Latinoamérica: El inmortal

Título original: L’immortel

Dirección y Guión: Richard Berry

Género: thriller, acción – Solo apta mayores de 18 años.

Reparto: Jean Reno, Richard Berry, Kad Merad, Gabriella Wright,

Marina Foïs.

Montaje: Camille Delamarre – Distribuidora: Alfa Films

Fotografía: Thomas Hardmeier – Música: Klaus Badelt

Producción: Luc Besson - Pierre-Ange Le Pogam

País: Francia - Año: 2009 - Duración: 115 min.- Estreno Argentina: 2010

El inmortal es un thriller, pero diferente a lo visto en la estética fílmica francesa. Con aires americanistas, desempolva al ganster parisino. Conformado así el mix entre Buenos Muchachos (Goodfellas, 1990), y la risueña siesta parisina.

El director Richard Berry nos introduce en una historia sin fin: la violencia, los pactos de amistad y la familia. En ese orden la narración despuntará sus vicios y virtudes.

Charlie Matteï (Jean Reno) es un duro que ha olvidado su pasado cruento. Vive horas de tranquilidad y gozo familiar. Su esposa e hijos son su presente. Dicha acuarela de belleza, será abruptamente borrada: una mañana de invierno sufrirá un violento atentado y será dado por muerto en un estacionamiento. Contra toda presunción, pese a los 22 impactos de proyectiles que contabilizó balística, sobrevivirá. Ese será el peor error de los sicarios que pergeñaron dicho evento criminal.

La historia describe la guerra de mafias en la ciudad de Marsella. Dos bandos enfrentados en la actualidad y sus jefes, antiguos amigos de infancia. Los pactos del ayer son borrados y silenciados en el presente. Esa será la excusa para colocarnos en la bellísima ciudad de Marsella: su puerto, sus paisajes, son entronizados en el argumento. El nacionalismo francés —al igual que el americano— no da puntada sin hilo. Todo sirve para darnos un tour por la excelsa geografía francesa.

Y en esa vorágine de armonía y belleza, la trama mafiosa que perturba. Un guión envolvente hace accionar a la policía metropolitana a favor del “bueno” de Charlie. Este logra convencer a los investigadores de la ley que él es la llave para atrapar a la pandilla que confronta. Mediante este ardid —con netos rasgos psicopáticos— delimita el perfil psicológico de Charlie. Pero también de la inspectora de policía. Esta arista es la mejor defensa para un guión que luego es esquivo. El doble juego morboso de las conductas de los protagonistas mafiosos y policías, se confunden en un solo bloque dialéctico.

Las familias intervienen activamente en el metraje. Son arietes de los protagónicos. Las mismas —también mafiosas— son la carga y descarga de valores que apuntan a sus intereses grupales por sobre los personales.     El colectivismo es una virtud, no un demérito.

La narración hace cómplice al desprevenido espectador. Esa “inocencia del mal”, de Charlie Matteï atravesará el relato. Otro acierto de los productores del film. El paroxismo que todo autor/cineasta busca en sus historias, ser un “mensajero de emociones” para convencernos y aleccionarnos. La película logra entonces su cometido. La dureza y la ternura es la máscara de Charlie. Esa es la emoción que traduce ambiguamente.

Fallas de conexión libro-guión: en ese juego de transmisión del lenguaje cinematográfico están los errores. Por momentos la acción es frenada por una inacción de los personajes. Bien salvado a través de los distintos dispositivos que nos da el cine. Flash back (escenas retrospectivas), de dureza visual y sentimental. Los planos-contraplanos (campo y contracampo), donde se dibujan los rostros de la violencia que ilustran el formato de cada escena.

Jean Reno: un duro de ayer, de hoy y de siempre. No habrá lugar para excusas. Su reino es el de la violencia: solitaria o en familia.

La película está basada en la obra literaria de Franz-Olivier Giesbert. A partir de los sucesos reales ocurridos a Jacky Imbert “el inmortal”; así bautizado luego de sobrevivir a 22 impactos de bala.

 Al terminar los créditos del film, la siguiente reflexión: ¿hay lugar para un mafioso de siempre, - hoy con piel de cabrito- en una sociedad que no quiere olvidar? ¿La identidad de un asesino se puede olvidar?...

Gustavo Contarelli

Puntaje del film: 4Tribunas.

Puntaje actor protagónico: Jean Reno (Charlie Matteï) 5 Tribunas

Referencias: 

5 Tribunas: excelente/imperdible

4 Tribunas: muy buena

3 Tribunas: correcta – buena

2 Tribunas: regular

1 Tribuna: mala/pésima