El "campo de minas" sembrado por los gobiernos de Néstor Kirchner y de su esposa, Cristina Fernández, complicará la gestión de los futuros presidentes argentinos y "será difícil volver a la normalidad", según pronosticó, en una reunión con diplomáticos norteamericanos, el senador peronista disidente, y presidenciable en las elecciones de este año, Carlos Reutemann, "Soy muy pesimista sobre el futuro del país", dijo el político argentino cuya carrera como piloto de Fórmula 1 disparó su notoriedad.
A diferencia de 2002, cuando rechazó ser candidato a la presidencia de Argentina pese a su buena colocación en las encuestas, el ex Gobernador de la provincia de Santa Fe durante dos períodos (1991-95 y 1999-2003), declaró en diciembre de 2008 que "esta vez vale la pena" (participar en las presidenciales). Militante del Partido Justicialista (PJ, peronista), Reutemann, de 68 años, casado y con dos hijos, se distanció políticamente del matrimonio Kirchner en importantes votaciones. Cristina Kirchner "no ha cumplido la expectativas", declaró el pasado año.
Durante su reunión con los funcionarios norteamericanos, en septiembre de 2009, antes del fallecimiento de Néstor Kirchner, el senador destacó algunas de las medidas, ya aplicadas, que habrán de complicar la gobernación de Argentina cuando la actual presidenta abandone el poder: la nacionalización de los planes privados de pensiones y los impuestos a las exportaciones agrícolas, entre otras. Además, será complicado sacar de la política nacional a los piqueteros (activistas callejeros) Luis D`Ellía y Emilio Pérsico, "de los que los Kirchner son muy dependientes".
Y para complicar más las cosas los argentinos "quieren un salvador que arregle las cosas en 24 horas". Uno de los cables define a Carlos Reutemann como un hombre abiertamente admirador de Estados Unidos, "un político diferente", reacio a confirmar sus aspiraciones presidenciales, pese a las declaraciones en sentido afirmativo del 2008.
El senador cree que el peronismo necesita unas elecciones internas para elegir a su candidato presidencial pero "las reglas del juego no están claras". De acuerdo con el análisis del ex gobernador, Cristina Fernández puede jugar un papel decisivo en la designación del candidato si conserva las influencias de su esposo, dada la ascendencia del matrimonio sobre el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, nuevo presidente del Partido Justicialista.
El secretario general de la CGT (Confederación General de Trabajadores), por otra parte, también es un "acérrimo" aliado de la presidenta, de quien dijo ganaría en primera vuelta. Pese a todo, Reutemann será el precandidato mejor situado para obtener la nominación peronista cuando la campaña empiece, porque la maquinaria del partido se habrá ocupado hasta entonces de golpear a candidatos de otros partidos, de acuerdo con Sergio Massa, el ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner, aparecida en otro despacho.
¿Y qué hará la presidenta? "Cristina se presentará sólo si las encuestas le demostrarán que las elecciones de este año serán para ella un paseo, como las de 2007, cuando ganó la presidencia", de acuerdo con el análisis de Joaquín Morales Solá, en el diario La Nación. El informe de la embajada dice que Reutemann es un político de perfil bajo, sin estridencias, reservado y "definitivamente diferente a los demás, que admira abiertamente Estados Unidos".
A pesar del entusiasmo por su candidatura entre las filas del justicialismo, Reutemann parece no haber resuelto todavía el dilema o entre competir por la presidencia y la preocupación por los desafíos que esperan al nuevo presidente, señala el despacho. "Su rechazo a confirmar su candidatura puede responder a un deseo de protegerse (...) Puede estar también calculando que un prematuro anuncio le expondrá innecesariamente a un prologado fuego de Kirchner y otros candidatos presidenciales).
Al referirse a Estados Unidos, que Reutermann conoce bien pues allí disputó varías carreras cuando era piloto, el senador dijo que las encuestas reflejan una mantenida y negativa opinión de los argentinos respecto a EE. UU. pero al mismo tiempo lo identifican como el país que Argentina debe emular. En su opinión, Néstor Kirchner promovió el antiamericanismo para conseguir réditos políticos.
Por otra parte, el dirigente peronista Alberto Balestrini, presentado como muy próximo a los Kirchner, apostó a que Cristina Fernández no volverá a presentarse porque perciben que su suerte ha menguado; citó a Reutemann como uno de los dos peronistas mejor situados para la nominación.
Juan Jesús Aznárez
Especial para El País.com