Quizá la máxima certeza que dejaron las encuestas de las últimas semanas y las elecciones de Catamarca y Chubut es que no hay lugar para un choque de egos en la oposición si quiere forjar una alternativa de Gobierno en las elecciones de octubre.
En ese contexto, hay replanteos en prácticamente todo el campo antikirchnerista y puntualmente sobre los cimientos del frente con eje en el radicalismo, en el que por ahora solo abrevan socialistas y el GEN de Margarita Stolbizer.
A ese conglomerado todavía en ciernes seguramente se le sumará la Coalición Cívica de Elisa Carrió a la hora de cierre de alianzas —el 15 de junio—, mientras que habrá que ver si entra de alguna manera el Proyecto Sur de Pino Solanas, pero lo cierto es que por distintos motivos ambos están bajo fuerte presión para que bajen sus candidaturas presidenciales.
Hasta ahora Solanas rechaza de plano la idea de confluir con la UCR y pretende —para bajarse— que el líder socialista Hermes Binner surja como una alternativa presidencial a quien apoyar.
En ese plan de acercamiento, resignó presentar un candidato de Proyecto Sur a gobernador en Santa Fe para no estorbarlo.
Pero el gobernador santafesino trabaja sobre un programa de gobierno como compañero de fórmula de Ricardo Alfonsín, a quien todo el arco político da como ganador de la interna radical anticipada del 30 de abril frente a Ernesto Sanz.
Binner quiere que tanto Solanas como el candidato a gobernador cordobés por el Frente Cívico, Luis Juez, se sumen a ese brebaje radical progresista. En esa empresa es acompañado por Stolbizer, que a su vez inició duras negociaciones con la UCR por su candidatura como gobernadora bonaerense a través de sus principales operadores Juan Carlos Juárez y Jaime Linares.
Como puente entre ambos sectores, el santafesino y la bonaerense trabajan para que el cineasta compita como jefe de Gobierno en la Ciudad a la cabeza de un frente amplio y ya le plantearon a Alfonsín que apoye a Juez en Córdoba y relegue al radical Oscar Aguad, a quien las encuestas dan por detrás del senador y del justicialista José Manuel de la Sota.
Pragmatismo y necesidad
Alfonsín no descarta hacer esa jugada en Córdoba ni apoyar a Solanas como su candidato en la Ciudad, pero ambos previamente deberían cambiar sensiblemente su duro discurso anti-radical.
El líder del grupo Morena sabe que se necesita ir a un espacio más amplio y ya prepara un plan de seducción para Carrió, con el objetivo de aspirar a quedar como segunda opción en octubre y forzar un balotaje con Cristina Kirchner.
Las únicas opciones de acuerdo que el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín rechaza son las que sus rivales internos, Sanz y Julio Cobos, contemplan bajo el formato de un "gran acuerdo nacional opositor": Mauricio Macri y Francisco de Narváez.
Para la estratégica Buenos Aires, Alfonsín piensa en Stolbizer que tiene presencia partidaria en 105 de los 135 distritos, una territorialidad lograda en apenas cuatro años, desde que el 24 de marzo de 2007 decidió escindirse de la UCR cuando la Convención partidaria reunida en Avellaneda bendijo a Roberto Lavagna como su candidato presidencial.
Solanas deshoja
En ese contexto, dentro de Proyecto Sur hay fuertes discusiones en torno a la candidatura de Solanas. El actual diputado nacional tiene un discurso forjado en contra del bipartidismo y la minería y a favor de la reconstrucción de la red ferroviaria y la nacionalización de los recursos hidrocarburíferos —todos temas nacionales— pero en su partido lo presionan para que juegue en la Ciudad donde gracias a la gran elección de 2009 se constituyó en la segunda fuerza política.
Por eso mientras desarrolla su campaña presidencial y prepara su nueva película ajustada a esa meta "Tierra sublevada, oro negro", postergó las definiciones. Proyecto Sur tenía previsto lanzarlo como presidente durante un Congreso partidario previsto para marzo pero fue aplazado sin fecha.
"La candidatura está stand by y si Claudio Lozano (candidato del partido en la Ciudad) no despega de los 6 puntos de intención de voto es posible que Pino juegue en la Ciudad", sostuvo un allegado a Solanas a Noticias Argentinas.
Lozano acaba de acordar una fórmula con la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, que podría funcionar como aglutinador de un espacio amplio en la Ciudad y liberaría a Pino de tener que poner el cuerpo en la campaña local.
Si finalmente hay candidatura mayor, el máximo referente de la izquierda prepara un compañero de fórmula con perfil religioso: el obispo emérito de Iguazú, Joaquín Piña —factótum de la derrota de la reelección indefinida de Carlos Rovira en Misiones— o la hermana Martha Pelloni, recordada por liderar las marchas de silencio tras el crimen de María Soledad Morales.
Lilita, bajo presión
Por distintas razones, la Coalición Cívica también está en una etapa de cabildeos. Si bien su líder, Elisa Carrió, mantiene su candidatura presidencial, lanzada en diciembre, la mayor parte de los principales dirigentes del partido están convencidos de que deberán bajarse y negociar su regreso a lo que en 2009 se llamó Acuerdo Cívico y Social.
"La gente en la calle nos dice júntense y nos echa la culpa de que vuelva a ganar el kirchnerismo. Quedamos como los responsables y disruptivos. Si vamos solos no juntamos nada y encima vamos a ser los culpables", se confesó una fuente partidaria de primer nivel que reconoce el fracaso de haber intentado una patriada solitaria como en 2007, cuando la CC terminó segunda en las elecciones generales.
Por ahora, Carrió no muestra las cartas pero conoce el panorama y seguramente prepara alguna movida para después de la interna radical. En la CC ya se animan a pronosticar un "renunciamiento" de su jefa a cualquier candidatura —tiene mandato en Diputados hasta 2013— para que el partido se amalgame en el Frente Progresista sobre la base de esa confluencia de partidos que sigue vigente en Santa Fe.
Gabriel Profiti
NA