En estas horas, en Roma, Italia, una psicosis de proporciones se ha adueñado de sus habitantes ya que, según una leyenda metropolitana, esa mítica ciudad sería devastada por un terremoto de magnitud desconocida, pero que provocaría tanto el derrumbe del Coliseo como de la cúpula de San Pedro, arrasando a la ciudad eterna.
Según relata diario La Nación, "el conmutador de Defensa Civil se encuentra atascado por llamados de gente asustada que pide información, algunos han decidido, por las dudas, escaparse de Roma por un día. Según datos aún no oficiales aparecidos en el diario La Repubblica, entre un 15 y un 20% más de empleados públicos se tomará vacaciones con respecto al año anterior. Lo mismo ocurrirá en varias escuelas de la capital, donde muchos niños faltarán debido al efecto contagio sufrido por algunos padres, afectados por el denominado síndrome del 11 de mayo."
¿De dónde ha provenido semejante absurdo, que lleva a los italianos a temer lo peor? Todo se basa en una profecía realizada por Raffaele Bendandi, un controvertido sismólogo-astrólogo fallecido hace 32 años. Nacido en Faenza (centro de Italia) en 1893 y apodado "el hombre de los terremotos", Bendandi fue un autodidacta cuyas teorías suscitaron en su época el interés de Benito Mussolini, pero no de parte del mundo científico.
"Bendandi, que fue siempre denunciado como un 'charlatán' por el mundo académico, también previó el terrible terremoto que golpeó la región del Friuli en 1976, sin que nadie escuchara su alarma", asegura La Nación.
Sin embargo, el mundo científico-académico refuta la profecía de Bendandi asegurando que no hay elementos fácticos que permitan prever que algo malo ocurrirá. Hay que recordar que de manera permanente hay supuestos dotados que gustan prever catástrofes que finalmente jamás ocurren.
En este caso, hay una voz destacada a la hora de la refutación: el profesor Mauro Dolce, responsable de la Oficina de Riesgo Sísmico y Volcánico de Defensa Civil de Italia, quien aseguró que "prever terremotos es imposible. Cada año en Italia se registran más de 10.000 terremotos imperceptibles, por lo tanto es probable que mañana (por ayer) puede haber algún pequeño temblor en la península, pero esto no significaría nada".
¿Se cumplirá finalmente la profecía de Bendandi o será solo otra predicción fallida más de aquellas que suelen caracterizar a adivinos y supuestos clarividentes?
Desde este espacio, ya se hacen apuestas: nada ocurrirá hoy. El tiempo dirá... mejor dicho, el día dirá.
Equipo de Actualidad de Tribuna de Periodistas