Cristina Fernández es una mandataria que se desvive por ser muy, pero muy, progresista.

Trata de derramar desde su discurso ese credo por el lugar en que sus helicópteros y aviones la depositen. Se desvive, deprime, desgañita, llora y recuerda a su infausto y malogrado consorte.

Pero la realidad resulta ser harto diferente a los relatos presidenciales. Si uno empieza a hilar un poco fino, y no es un come vidrio como tantos que pululan y parece que existen de carne, hueso y apoyo, resulta que ve que su mimado ministro de economía es un liberal, UCEMA, el Lic. Aimeé Boudou.

Aimeé es un chico otrora ferviente admirador del llamado en su momento “Chachito” Álvaro Alzogaray (derecha recalcitrante, si las hubo, expresión perfectamente acabada del antiperonismo).

Aimeé y su mentor político —el Capitán Ingeniero Don Álvaro Alzogaray— son y fueron adalides, junto al también extinto Bernardo Neustadt, del liberalismo librecambista, del Proceso, de Alfredo Marínez de Hoz y, claro… de Menem.

El mismo encuadre ideológico político formativo le caben a sus otros promovidos: Sergio Massa, Diego Bossio y el mandamás de la oscura aduana, Ricardo Echegaray.

Debe aclararse que esta última joya no solo se define como ex ucedeísta, sino directamente como videlista, su padre era del 601 de Mar del Plata y él, como alumno de la Universidad de dicho balneario, se proclamaba en ese orden.

Repasando más personajes, Massa, el simpático intendente de Tigre, es yerno del “Pato” Galmarini, esposo de Malena, una “chetita con plata”, una niña rica que tenía tristeza a decir de su líder... el filósofo de los ´90 que leía a Sócrates…

Sergito, joven ucedeísta y bien gorilón, es yerno del Pato, uno de los llamados “los 12 apóstoles”, o sea la mesa chica y el riñón de Carlos Saúl Menem, flamante incorporación político electoral del gran puntero de listas: el Chueco Mazzón, quien cumplía las mismas funciones para…. sí, para Menem.

Según Omar Viviani, dirigente ultra moyanista, Massa podría ser mejor aún que Daniel Scioli. Ser mejor significa: “nos va a dar más” en términos de fraseología sindical.

Otro destacado gorila, antiperonista profundo, es el abogado y millonario asesor de empresas, Señor Don Roberto José Dromi, ex super ministro privatizador de Menem.

Dromi no es otro que el autor del conocido fallido “Nada de lo que deba permanecer en manos del Estado, quedará en manos del Estado”. Esto ocurrió el día de la venta de ENTEL a manos de Telefónico y Telecom, en un proceso privatizador de los más sospechosos (dicen que la dejaron de lado a la americana Bell Atlantic, por millones de razones).

Roberto José Dromi, quien asesoró en los malditos ´90 (según el relato K) para destruir primero y malvender después a las empresas estratégicas del Estado —entre ellas YPF, Gas del estado, Ferrocarriles— mediante métodos del “todo vale” como imponer los famosos diputruchos (como fue en el caso del señor Kenan, asesor que puso la cola en la banca de algún diputado legal ausente, y así, para dar quórum el día de la entrega a precio de regalo de la que fuera Gas del estado).

Coimas, estafas, compras de votos, todo valía según la realidad vivida y el discurso oficial kirchnerisra. Al igual que hoy en día.

¿Donde está Dromicito ahora? ¿Procesado? ¿Encausado por defenestrar las empresas del Estado en los malditos ´90 gracias a nuestros revolucionarios K?

Nada de eso… Roberto José Dromi es actualmente asesor de Julio de Vido, gran cajero, mandamás, y quien comanda el destino de millones y millones de pesos del presupuesto sin que nadie le pida cuenta alguna. Gran subisidador de empresas ineficientes.

Dromi se dio el lujo de dar la parábola perfecta; se dio vuelta en el aire se recicló, y a seguir facturando con el verso contrario…

Tal vez quien lea este artículo dirá, “pero están hablando de economía y la política es otra cosa”...  Pues resulta que en la realidad, no es tan así...  

La tercera década infame 

Lamentablemente vivimos en un país lleno de mascadores de vidrio y Don Fulgencios. Habitan gentes que creen, con la boca abierta, que todo lo que se les dice desde el poder es verdad, y no dudan aunque sea si les están tomando olímpicamente el pelo.

Como dijera, entre entrevistas, reportajes, debates y fiestitas del Salón Oval el ex presidente americano, William Clinton, siempre, pero siempre, “es la economía, idiota”.

Ese idiota nos debería repicar en las campanas de todas las iglesias, las plazas, los templos, las escuelas, los museos, los talleres, las oficinas. Somos un pueblo condenado a ser (o soportar) cómo esa mayoría de los idiotas que, con el discurso de turno, les siguen pasando el trapo, una y otra vez, y encima, les piden que aplaudan.

En hora de definiciones, el politburó K resuelve necesariamente entre las mismas figuras (figurones) que en los años ´90. Es la triste realidad, a pesar que sé que esto le dolerá a muchos jóvenes que, ilusionados y presas de su ignorancia (desde lo ilusorio, lo no real) hacen de idiotas del momento, refrendando el disparate que estamos padeciendo a manos de los encaramados del poder, viejitos poco idealistas en los hechos.

¿Con quién cree el lector que se reunió la “Reina Cristina” para definir listas?  Algunos pensarán que en plenario de militantes, el PJ, el FpV, La Cámpora, el trasvasamiento generacional, la traversalidad, las masas militantes que están transformando la Argentina para darse en ofrenda a San Néstor “el Koimanauta”… esos son los “idiotas útiles”, “la gilada” que banca y vota… (gilada, que viene de perejil palabra y apelativo tan afecta a montoneros).

¡Pero no, Señores! La Señora resolvió las listas con el secretario de hacienda, Juan Carlos Pezoa... ¿de quién era funcionario Pezoa? ¡Acertó! de “Sunday Horse” Cavallo... y Menem, claro. La Señora resolvió las listas con su mimado Boudou.

Señores... si este no es el gobierno de la continuidad conservadora-liberal, me dirán de qué se trata…

Hablará “la gilada” de condimentos, de derechos humanos para los del ´70, de cambios de la Corte… hablarán eso, “giladas”, pero la triste realidad, la que se palpa a ocho años del régimen, es que vivimos una era muy parecida a la de los años ´30, la llamada década infame. En esa época el líber del radicalismo liberal, el General Justo, construyó algo que se llamo “La Concordancia”.

De estas cosas, seguramente no les hablará Carta Abierta a los párvulos y fanáticos seguidores come vidrio… La Concordancia era una tremenda rosca política carente de toda política, regenteada por el vía, el General Justo (hoy habría sido Neshtitor y la orga· ex monta que conducen los lineamientos macro del país), y cuyo objetivo era asegurar el régimen, cabe régimen por “modelo”, le va a dar lo mismo.

Hoy a esa concordancia, la llamamos “convergencia” o “trasversalidad”, o, en buen criollo, “recibir cada uno su cheque”.

Todos los punteros (desde el PC de Ibarra, Heller y Sanata-batella, hasta Aldo Rico, Menem, Gioja, los ex guardia de hierro Alperovich, radicales cash, liberales K, socialistas K, CGT, CGE, los ex fachos de la CNU y todo el sindicalismo comprado). De izquierda a derecha, todo a la bolsa, sin asco.

¿Qué asegura la actual “convergencia”, y que aseguraba aquella “concordancia”?

Aseguraba meter todas las patas en el mismo plato en aquellos años ´30, para que Inglaterra y EE.UU. se dignen de comprarnos los excedentes de granos (cuyo comercio, seguro, trasporte flete marino, carga, eran privados, igual que hoy, generando una super renta a manos de las empresas trasnacionales).

Hoy, este nuevo concordato, o convergencia asegura que Cristina pueda entregar los excedentes de granos a otros actores de la escena colonial, a saber: China, Brasil, India Rusia. Asegura el monocultivo de la soya y de los productos que no guardarán valor local (celulosa, azúcar, maíz, aceites) Por otra parte se asegura el manejo externo de los recursos energéticos, su trasporte, su comercialización.

Hoy podríamos afirmar que el país es aún más vasallo del extranjero que en los años ´30, y sin dudarlo, el pueblo más oprimido e ignorante, debido al aplastamiento cultural, un factor poco estudiado pero muy sensible.

Con el pacto Roca-Runciman el General Justo y sus concordantes se aseguraban la operación de los servicios públicos de trasporte y la provisión de combustibles, que se siguieran prestando aquellos servicios y a través de gerenciadores locales y extranjeros. No hay que olvidar tampoco la expoliación marina, pesquera y minera, otro de los beneficios de nuestros nuevos amos chinos, hindúes, canadienses, etc.

Lo mismo ocurre con la estafa del hoy a través de los putrefactos subsidios a los empresarios, que dudosamente lleguen a los usuarios sin pasar por los bolsillos de amigos y entrenados, amigos y empresarios del poder K.

Fraudulencia política

Desde la fraudulenta política, el hastío y la prebenda ejercida desde la presión de la patota, ayer los concordantes contaban con “Ruggierito”, mítico matón conservador de Avellaneda al servicio del gran caudillo Barceló. Hoy con Moyano haciendo de patota piquetera, y los Barones del Conurbano como mandamases territoriales del sistema.

Como síntoma, obsérvese que en el año 1938 Barceló quiso ser el reemplazo del conservador Fresco como gobernador Bonaerense cuando ya la concordancia empezaba a hacer agua (y empezaba la Guerra Mundial). No pudo serlo, el proceso estaba muerto, quizá lo mismo le ocurra a Moyano, y no se dé cuenta.

En la Concordancia de la primera Década Infame, la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires fue para Fresco porque era el genio y figura el Partido Conservador, aseguraba el manejo de los obreros y de evitar las movidas sindicales no deseadas, y porque en la provincia de Buenos Aires, como hoy, existían las maquiladoras de sustitución de importaciones que los EE.UU. e Inglaterra no nos podían mandar primero por la crisis del ´29 y luego por la guerra mundial. Había que garantizar que los patrones de las maquiladoras se llenaran bien los bolsillos y los “zurdos” no jorobaran (anarquistas y socialistas) exactamente como Moyano y Pedraza mantienen a raya cualquier fuga del gremialismo hacia el PO, el PTS o cualquier movimiento de base de delegados que no haga la veña a la Primera mandataria y al Sargento Moyano.

Cabe destacar también que bajo el mandato conservador-liberal de Fresco la provincia se plagó de prostíbulos, juego y tugurios. El Gran Buenos Aires... como lo hacían para Barceló y Fresco (que hoy sería Scioli), y los Chicho Grande y Chicho Chico en Rosario. Hoy vemos el negocio de la droga, las cocinas, lo que hacen los punteros del paco. Mejicanos operando en Buenos Aires... “la provincia”.  La Provincia de la falopa debería decir la propaganda electoral disfrazada de publicidad oficial

Para los intendentes mafiosos, de todo el conurbano, siempre hay una “manito”, son intendentes narcoprotegidos desde el superministerio del ex intendente que huyó en un baúl.

¿Fraudulencia elector a la vista?

En las elecciones de los años ´30 la frase del fraude era “Ya votaste”.

Hoy, en la Argentina de los comicios fraudulentos, ya arrastramos la experiencia nefasta del 2007, un comicio plagado de fraudes, sin boletas, votantes muertos y fraude en los telegramas. Todo esto pasa en la Argentina desbalanceada en donde, asegurando el fraude en los tres cordones del GBA se asegura, casi, la presidencia nacional.

El comicio es manejado desde el Poder Ejecutivo. El correo lo maneja el Gobierno Nacional. Los presidentes de mesa, muchos de ellos, son afiliados a la UEJN, que responden a  Piumato, mano derecha de Moyano, y el escrutinio todo lo maneja la orga Kirchnerista.

Hoy estamos ante las puertas de uno nuevo: “si no hay boleta, arréglate con la que encuentras”.

Y la que encuentres será una de las tantas colectoras, especie de muy dudosa legalidad por de pronto, que se estarán habilitando a diestra y siniestra y conforme a la necesidad del oficialismo local. En cada caso, el fraude estará garantizado.

En los ´30 las minorías de FORJA y el Demócrata Progresista peleaban desde dicha condición y un tiempo que no les llegaba. Hoy se ve en Elisa Carrió, Hermes Binner y Pino Solanas, cada uno desde su visión y también desde el “no tiempo” que les ha tocado de hacer lo mismo que aquellos contra esta nueva “concordancia”.

Algunos tontos y ladri progresistas hicieron el juego al oficialismo (Pino incluido) creyendo que recibirían las migajas del poder votando la reforma electoral… fueron sacudidos con el veto de las 53 reformas; mendaces que nunca entendieron (desde su limitación ideológica) que sin dignidad, nunca hay libertad.

A la cuenta de todo lo anterior, ustedes me dirán entonces si ésta es o no, una nueva Década Infame carente de todo ideario, ideología, virtud o dignidad.

Una tercera Década Infame, entonces, dados los parecidos y la semejanza. De lo que se trata, en definitiva.

José Terenzio