Extraña la reciente decisión de la Cámara Nacional de Casación Penal de Argentina que ni siquiera podía entrar formalmente al recurso de los imputados del caso Thales porque éste era contra un dictamen de procesamiento, es decir, no estaba apelada una sentencia definitiva. Sin embargo, dos jueces subrogantes han dado vuelta ese auto de procesamiento que fuera confirmado por la Cámara Federal de Buenos Aires.
En página 40 del inesperado fallo se observa que el juez subrogante que escribe el voto se llama Augusto Diez Ojeda. Si uno googlea el nombre de Jorge Neuss, presunto artifice de la defraudación al Estado y de las supuestas dádivas que imperan entre las denuncias del presente escándalo; y el de Diez Ojeda, surge que existe una persona que se llama Jorge Neuss Diez Ojeda. ¿Sorprendente no? Porque no se trata de Pérez y Garcia.
Al parecer Neuss y Diez Ojeda podrían ser parientes. No es llamativo que un individuo pueda tener los apellidos de dos familias involucradas en un expediente de corrupción, no obstante que en esta oportunidad uno actuó de juez y el otro de imputado. ¿Qué pasaría si se probara la relación familiar? Corroborado el nexo, se instalaría la sospecha de la prevaricación.
Al segundo juez que firma, Mariano González Palazzo, asimismo subrogante, fuentes judiciales le atribuyen ser un trucho, lo cual no significa que haya recibido dinero para actuar del modo que lo hizo. El tercer magistrado convocado a resolver fue Gustavo Hornos, el unico titular de su cargo, quien se opuso a los dos subrogantes y votó en contra, pero perdió. Todos los acusados fueron sobreseidos.
Según fuentes periodisticas, el lobbista argentino Jorge Neuss ha traslado sus actividades a Nueva York, donde está operando en el mercado inmobiliario. Tal vez se haya puesto a pergeñar volver a litigar ante el tribunal arbitral del CIADI en Paris, y reactivar la indemnización de 600 millones de dolares reclamada al Estado argentino por el contrato de Thales con el gobierno de Carlos Menem, que subyace en el presente sumario de graves irregularidades en la privatización del espacio radioeléctrico nacional, demanda que el CIADI desestimó en 2008.
En 2009 los extractos de las cuentas de Jorge Neuss en Suiza fueron comunicados a Norberto Oyarbide, el juez federal de Buenos Aires que entiende en la causa. Al año siguiente fue trasmitida la información bancaria de Alberto Gabrielli, proporcionada por la sucursal helvética del establecimiento francés CIC (Crédit Mutuel-Crédit Industriel et Commercial ), personaje que otorgó la concesión del espectro celeste a Thales, investido por la Comisión Nacional de Comunicaciones argentina, aunque de acuerdo con fuentes cercanas a la investigación sería en la cuenta de su mujer, Juana Tomassi de Gabrielli (28/6/1938), en el mismo banco que su marido, por donde habrian transitado los fondos de los sobornos. Además, falta saber si la justicia suiza va a entregar también la cuenta de Carlos Menem en la UBS de Ginebra, ya pedida por Oyarbide en marzo pasado, cuyo saldo rondaba el millon y medio de dólares cuando la cerrara en 2004.
De profesión abogado, Gabrielli participó en la compañía que producía la naranjada Crush, cobrando mayor notoriedad por haber sido empresario de Radio del Plata , y de la revista Primera Plana, que terminaron en quiebra. Incombustible, se hizo conocer a través del programa televisivo de Bernardo Neustad y Mariano Grondona, Tiempo Nuevo.
Inoxidable, supo presumir de banquero en el First National Bank, de Miami, y pasó una temporada en la cárcel por la caida de Argentaria, banco del que fue presidente, arruinado por maniobras dolosas en perjuicio del Banco Central de la Argentina, aparentemente propulsadas por el cabecilla de los genocidas de la ESMA, el otrora capitán de corbeta Jorge Tigre Acosta. Impune, en representación oficial de Argentina, Gabrielli cumplió funciones desplazándose espasmodicamente a Ginebra de 1998 a 2004, donde presidió un "grupo de estudio" en la "Oficina de Desarrollo" de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la agencia de la ONU competente en la materia.
Coimas en torno a 25 millones de dólares fueron oportunamente confesadas por el agente fiduciario francés Lionel Queudot, quien las triangulara con base en Ginebra. En su testimonio judicial, el arrepentido relató que "en 1998 fue invitado a una cena en París a la que asistieron Neuss y el presidente Menem, quien le fue presentado por Neuss, del mismo modo que otras personas que ocupaban altos cargos en Thales y que a raíz de ello reforzó su idea que existía un acuerdo entre Thales y el gobierno de Menem". En 1999, Jorge Neuss recibió la Legión de Honor de Francia con el grado de oficial.
Juan Gasparini