No hay que echar más “Leña al Fuego” pero es posible que el programa radial del periodista Herman Schiller no llegue a festejar su cumpleaños Nº 13 en Radio Ciudad. El periodista y conductor radial, reconocido luchador por los derechos humanos, habló con Plaza de Mayo sobre las transformaciones internas que se están produciendo en la Radio de la Ciudad y su futuro profesional.
A finales de los setenta, en su revista “Nueva Presencia”, se publicaba el mapa del centro de detención clandestino cordobés La Perla. Muchos años, con la llegada de Néstor Kirchner al poder, la política de derechos humanos se instalaría como tema de agenda primordial de la política vernácula instaurando una “moda” en la que, oportunistas, demagogos y, también, muchos verdaderos luchadores, se sumaron al proyecto de manera acrítica. Otros, como Schiller, observaron las contradicciones del gobierno y se mantuvieron distantes en su tensa relación con el poder que desembocó en una terminante separación con la Presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, en su Universidad, en Radio Nacional y, finalmente, en la Radio de las Madres.
Como el propio periodista referente de la comunidad judía, recuerda, “no aceptaban debates” y, una de las características principales de sus emisiones radiales, sus incursiones gráficas y sus paneles en la esfera académica, es la exposición de las voces más diversas conviviendo en un encuentro donde los exponentes se sacan chispas. Durante el kirchnerismo, la fricción se fue diluyendo y hoy asistimos al reino de la obediencia debida. Pero el autoritarismo y el pensamiento único no lo inventó Néstor ni Cristina, es más viejo que la escarapela y, de cara a las elecciones nacionales del 2015, el machismo también quiere contar con un pequeño grupo de medios afines y el periodista insignia de Radio de la Ciudad, es la piedra en el zapato PRO. Aun no está confirmado pero Schiller sabe que los tiempos se acortan y su “Leña al Fuego” puede apagarse cuando concluya el 2011. Así se lo hicieron saber, extraoficialmente, las autoridades que hoy han intervenido la radio que supo ser líder de audiencia, antes que el ex presidente Carlos Menem le regalara la frecuencia AM 710 al empresario Daniel Hadad, y que hoy deambula en la indiferencia del dial.
Luego de pasar “tribulaciones y tormentas”, Herman Schiller, siempre ha logrado sobrevivir. “Con los progre, me fue peor, “no traigas tantos piqueteros y que venga uno de derecha para equilibrar”, recuerda el periodista a propósito del paso de su colega Carlos Ulanovsky al frente de la emisora. “Fue el peor momento porque no estaba de acuerdo con la línea del programa que tuvo su mejor momento con los acontecimientos del 19 y 20 de diciembre, en la época de Juan Alberto Badía y su segundo, Sergio Barberis –hoy en la Universidad de la Matanza, pues Barberis incentivaba de mandar movileros en los lugares donde había más quilombo”.
En esa época en la que todo se cuestionaba y se pedía que una nueva generación de políticos, dirigentes y hasta periodistas se hicieran cargo de la cosa pública y hablaran de ella, el programa de Schiller tuvo más oyentes que nunca, a pesar de no llegar, por cuestiones técnicas, a la inmensa mayoría de la ciudad de Buenos Aires. En esa época, el programa salía todos los días y se llamaba “Resistir es combatir” la consigna de las Madres de Plaza de Mayo cuando aún el periodista representaba la voz de los no escuchados, de los olvidados. Luego, para Hebe, se transformaría en “el que traía enemigos de las Madres a su casa”. En la cocina de la radio, se leían las encuestas de los oyentes en donde la izquierda arrasaba, desde Luis Zamora al Partido Obrero, y en donde los grupos piqueteros jugaban de local. La emisora, representaba una voz distinta, algo así como la Radio Belgrano durante el alfonsinismo, cuando los oyentes la rebautizaron “Radio Belgrado”.
A partir del 2003, la situación fue cambiando. Los organismos de derechos humanos fueron cooptados, como analiza el periodista que está a punto de quedarse sin aire, y los movimientos piqueteros divididos. Nada volvió a ser igual. Con la llegada de Mauricio Macri a la ciudad, Schiller pensó que era el fin: “Pensé que con ellos se terminaba todo. Me dejaron porque les daba un aire pluralista, soy lo más de izquierda que hay, la radio de los piqueteros, todas las organizaciones estaban representadas en el programa en su mejor momento, a lo mejor por eso, sobreviví”. Así fue. Hasta ahora. La radio, actualmente, es manejada por un grupo de yuppies jóvenes del macrismo, desinformados, con la idea de reestructurar la radio, con el proyecto que le contaron a Schiller de que desean “armar un pequeño multimedio de caras al 2015 frente al grupo Clarín y al del gobierno. Su objetivo es Macri 2015. Quieren unificar la radio de la ciudad, con el canal y despolitizar todo dirigida al público juvenil”. Conclusión: Schiller no tiene futuro en la emisora.
¿Cómo sigue la historia? “El sábado pasado estuvo Osvaldo Bayer y dijo lo que se le dio la gana, juntamos 2000 firmas inclusive algunos kirchneristas y se formó una comisión de personalidades que pidió audiencia con Mauricio Macri: Adolfo Pérez Esquivel, Jorge Altamira, Eduardo Barcesat –ex abogado de las Madres de Plaza de Mayo-, María del Carmen Verdú (CORREPI y columnista del programa), Vilma Ripoll. Hasta ahora no hubo respuesta, esto fue el viernes pasado. Se está pensando en realizar un acto público frente a la radio”, informa el propio Schiller.
La conclusión del periodista es alarmante: “No tengo ningún plan ni proyecto. La única posibilidad es ir a una radio pública donde no cobras pero no pagas nada. Cualquier otra radio, hay que pagarlo. No tengo posibilidad de entrar al monopolio Spolszky donde no tengo buena relación y porque es híper kirchnerista, conozco su pensamiento que es un comercial talentosísimo y el resto… Radio Nacional es super hiper kirchnerista donde también tuve roces muy violentos con la actual directora, María Seoane, y sería un milagro del cielo si voy”.
¿Por qué sucede este proceso de silenciamiento de voces que no ofrecen su venta? “Esto se agudiza porque al gobierno actual, es como Perón, después de mí, el diluvio. Con estas medidas que hicieron ahora, tarifazo y ajustazo, porque no tienen nada enfrente y perder las elecciones del 2013 no les importa. Sospecho que no habrá democracia mediática, sino que si vos sos amigo, todo bien. No soy un crítico salvaje del kirchnerismo pero correrlos por izquierda les molesta más. Me paso con la cobertura que hicimos del caso del Parque Indoamericano. La gente que tiene problemas, vienen al programa, como Kraft. Mi futuro es incierto, sin trabajo, donde he golpeado, no he tenido respuesta.”
En banda, preocupado, Schiller, sabe que está catalogado de figura poco dócil pero lo que para los políticos es un defecto, para sus oyentes, una virtud. “Jamás le hice una concesión al machismo ni a nadie”. Las cartas parecen echadas aunque la luz del estudio aun está prendida y el micrófono de la radio pide que le hable el hombre de pelo blanco, ojos celestes y jugosas historias.
Luis Gasulla