Mientras se buscan explicaciones a lo inexplicable, referidas a la tragedia ocurrida en la estación de Once este miércoles, pocos se han puesto a desmenuzar acerca del sistema de “retornos” y negociados oficiales que permitieron que ello ocurriera.
Es que, sin la corrupción como cortina, el grupo Cirigliano (*) —responsable de la firma Trenes de Buenos Aires (TBA)— jamás podría haber conservado el millonario negocio del manejo ferroviario.
Es una historia que tiene que ver con jugosos negocios que permitieron los Kirchner y que empezó llevando adelante el ex secretario de Transportes de la Nación, Ricardo Jaime. El periodista Luis Majul lo ha descripto como nadie en su libro El Dueño:
El empresario de trenes y colectivos Claudio Cirigliano le pagó de su bolsillo viajes de negocios y también de placer al entonces secretario de Transporte, Ricardo Jaime.
Jaime, su segunda esposa y sus amigos aceptaron la costosa invitación, y por eso el ex funcionario debería ser procesado y condenado por el delito de dádivas.
Esto no es un invento del autor. Lo afirmó de manera taxativa el dictamen del entonces fiscal de Investigaciones Administrativas, Manuel Garrido, el 9 febrero de 2009. Fue la última gran investigación que encabezó el fiscal, antes de que el procurador Esteban Righi recortara las facultades a la fiscalía, en un nuevo avance del poder político sobre los organismos de control.
El trabajo de Garrido fue prolijo y revelador. Todo comenzó cuando el fiscal leyó la nota de Jorge Lanata titulada "El último de Jaimito", publicada en Crítica de la Argentina. Allí se dieron detalles de varios viajes de Jaime al exterior a bordo de un Cessna 550 matrícula LV-BHJ con destino a Río de Janeiro, Brasil.
Garrido no solo corroboró el dato. También empezó a pedir informes a las organizaciones correspondientes. Así confirmó la realización de dieciséis vuelos más. Y todos pagados por empresas privadas.
-“La dádiva estaría constituida por el pago del costo de los vuelos, en consideración al cargo que ostentaba Jaime”, explicó el propio Garrido, un mes después de su renuncia. No se trataba de poco dinero.
Solo durante 2007, las empresas privadas le pagaron al secretario de Transporte 370.000 pesos en vuelos al exterior. Y en esa cuenta no se incluyeron ni los vuelos de cabotaje ni los de "demostración", porque estos últimos no se abonarían, o se pagarían poco.
Garrido, en su dictamen, sostuvo que lo que hizo Cirigliano con Jaime se llama "captura del Estado".
Para definir esa captura, citó a los especialistas Hellman y Kaufmann: "Es la acción de grupos o individuos o firmas, en el sector público o privado que influyen en la formación de leyes, regulaciones, decretos y otras políticas del gobierno para su propio beneficio. Y lo hacen a través de acciones ilícitas, como beneficiar a los funcionarios públicos a los que tienen que convencer".
Además escribió:
"Se dice que las empresas obtienen beneficios a la carte cuando adoptan prácticas para capturar al Estado mediante pagos o dádivas no transparentes a funcionarios públicos. Así, los grupos y élites económicas manipulan la formulación de leyes, de manera que obtienen retribuciones económicas sostenidas y perdurables".
El fiscal hizo un trabajo metódico y artesanal. Primero libró oficios a la Dirección de Tránsito Aéreo del Comando de Regiones Aéreas. Después pidió al director de Dirección de Aeronavegabilidad el detalle de los vuelos realizados por el Cessna 501 Citation ISP, desde el 10 de enero de 2003, año en que asumió Jaime, en adelante. También le solicitó los datos completos de los titulares de la aeronave. Al mismo tiempo pidió al jefe de la Dirección Nacional de Migraciones el registro de entradas y salidas del propio Jaime, desde 2003 hasta 2008.
Así pudo reconstruir que entre setiembre de 2006 y agosto de 2008 Jaime realizó viajes de manera habitual y constante. Y que lo hizo en otros seis aviones diferentes.
El primer vuelo detectado por Garrido fue en setiembre de 2006. Salió de Buenos Aires el viernes 8 y aterrizó en Río de Janeiro un par de horas después. El avión tenía la matrícula N439WWW. Regresó el domingo 10.
Además de Ricardo Jaime, viajaron:
* Su actual pareja, Silvia Reyss.
* La asesora en temas ferroviarios y coordinadora de Protocolo y Relaciones Institucionales de la Secretaría de Transporte, Laura Gouvert.
* El presidente del Grupo Plaza, Claudio Cirigliano.
* El titular de la Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado, Juan Pablo Schiavi.
* Marcelo Calderón, presidente de Trenes de Buenos Aires (TBA).
* Jorge Devoto, funcionario de la Secretaría de Transporte.
El viaje fue pagado por Cometrans, una de las compañías de Cirigliano. La empresa de taxis aéreos fue American Jet. Cirigliano afirmó que solo le salió 5.235 pesos porque era un vuelo de demostración, para conocer la aeronave.
-“Fueron todos viajes con una finalidad específica: negociar con bancos, empresas y el gobierno brasileño”, repitió una y otra vez Cirigliano al autor de esta investigación.
Pero, si lo que dice el empresario es verdad, ¿qué hacía entre los pasajeros la pareja de Jaime?
El segundo vuelo detectado se realizó el miércoles 22 de noviembre del mismo año. Salió de Buenos Aires y otra vez aterrizó en Río de Janeiro. Regresó a Buenos Aires al otro día. Se usó la aeronave matrícula LV BFE. Jaime volvió a viajar con Claudio Cirigliano, pero en esta oportunidad, además, lo acompañaron Manuel Vázquez, Sandra Alice Vargas y Ricardo Alberto Cirielli.
Manuel Vázquez fue asesor de Jaime, hasta la renuncia misma del secretario de Transporte.
Carlos Rívolo, el fiscal que investiga al ex secretario por enriquecimiento ilícito, tiene indicios de que Vázquez sería el propietario del avión de cuatro millones de dólares que Jaime utilizó como suyo desde su adquisición, el 24 de diciembre de 2008. Vázquez fue asesor de Jaime ad honorem. Y, al mismo tiempo, su consultora cobró por los servicios prestados a empresas de transporte, como Alstom y Emepa, firmas a las que Jaime debía controlar. A la vez, su hijo, Julián Vázquez, pidió la eximición de prisión luego de que se revelara que había realizado los trámites para ingresar el avión al país. Al presentarla, se autoincriminó, porque utilizó la figura del testaferro.
Antonio Mata, ex accionista de Marsans, también conoce a Vázquez muy bien. Este último fue el intermediario que le ofreció una línea aérea con los permisos aprobados.
Y Ricardo Cirielli fue subsecretario de Transporte Aerocomercial entre mayo de 2003 y diciembre de 2007, hasta que denunció a Jaime por supuestas coimas y salió eyectado.
El segundo vuelo sí tiene la apariencia de haber sido un viaje de negocios. De hecho, Cirigliano reconoció que fue Cirielli el que le consiguió unas entrevistas con las máximas autoridades de la empresa brasileña GOL. En esa época, el empresario argentino buscaba un socio para operar su aerolínea. Y por un momento pensó que los brasileños se iban a sumar a su proyecto.
La empresa de taxis aéreos que utilizaron fue Macair Jet SA y, según declaró su gerente general, Carlos Colunga, a Trenes de Buenos Aires (TBA) de Cirigliano no le salió un peso, porque, de nuevo, se trató de otro "vuelo de demostración".
Durante 2007 Jaime voló mucho, y nunca lo pagó de su bolsillo, o de la caja chica del Estado.
Además, usó casi siempre el mismo avión, como si fuera suyo. Para los obsesivos del detalle: la matrícula de la aeronave es LV OEL.
El primer vuelo de 2007 registrado por Garrido fue uno procedente de Brasil, en plena época de vacaciones, el lunes 8 de enero. En esa oportunidad Jaime fue el único pasajero. El avión había partido desde Buenos Aires el viernes anterior. Pero en los registros de ida Jaime no figuraba como pasajero. Macair, en este caso, se lo facturó a Cometrans, pero se lo terminó pagando Integral Clean SA. Ambas empresas pertenecen al Grupo Plaza, de los Cirigliano. Este chiste les costó a los Cirigliano 54.538 pesos.
El fin de semana siguiente, Jaime hizo prácticamente lo mismo. Salió desde Buenos Aires el viernes 12 de enero y volvió al país el martes 16.
Durante la ida lo acompañaron Lorena Yago y Dinko James. Lorena Jayo es una de las hijas de Silvia Reyss, la pareja del ingeniero (agrimensor) Jaime. Dinko James sería su esposo.
Macair Jet, en esta oportunidad, le mandó la factura a EmFer SA, aunque la terminó pagando Famarast SA. Otra vez todo quedó en familia y los Cirigliano debieron desembolsar poco más de 72.000 pesos.
En el vuelo de vuelta a Buenos Aires, a Jaime lo acompañó la funcionaria Laura Gouvert. Macair, entonces, le habría facturado el vuelo a OPS SA por la suma de 43.680 pesos. El condicional es porque OPS, una empresa radicada en Neuquén, lo desmintió, y hasta el día de hoy no se sabe por qué.
El último viaje de Jaime en enero de 2007 fue el viernes 26. Se fue al Brasil y desde allí voló, el lunes 29 de enero, hacia Punta del Este, Uruguay.
De Buenos Aires a Río viajó solo. De Río al Uruguay trajo de vuelta a su pareja, Reyss, a Lorena Jayo y a Dinko James. Según los registros de Garrido, en esta oportunidad Macair le envió a Cometrans una factura por 55.068 pesos. Fue pagada por Integral Clean SA.
¿Qué tipo de negocios iba a hacer al Brasil y a Punta del Este Jaime con su pareja, la hija de su pareja, el marido de la hija y su secretaria, en pleno enero, durante los fines de semana?
Fuentes muy seguras afirman que el ex secretario de Transporte sería el propietario de una hostería en Florianópolis, aunque no figuraría a su nombre.
Durante Semana Santa de 2007 Jaime tampoco se quedó quieto. El miércoles 4 de abril salió desde Buenos Aires al Brasil con Lorena Jayo. Macair le mandó la factura a EmFer SA. Pero la canceló Farmarast. Esta vez les cobraron 49.153 pesos.
El lunes 9 de abril volvió con su pareja Reyss y la hija de esta, Jayo. El pago fue idéntico al de la ida: la misma empresa de taxi aéreo, el mismo monto, la factura enviada a nombre de EmFer y el pago cancelado por Farmarast.
Garrido no encontró más evidencias hasta fin de año, cuando confirmó que el sábado 27 de diciembre del mismo 2007 Jaime voló desde Buenos Aires hasta el Uruguay junto a Reyss, sus hijas Lorena y Agostina Jayo, y las respectivas parejas de estas, Dinko James y Jorge Wendel.
En esta ocasión usaron un avión con matrícula LVBHJ de la empresa Ayres del Sur SA. Aunque el fiscal no pudo localizar ni a la empresa ni al presidente de esta compañía de taxis aéreos, los números telefónicos de Ayres del Sur se encontraban a nombre de EmFer, que, como es sabido, pertenece al Grupo Cirigliano.
-“Ayres del Sur sería la empresa de taxis aéreos del Grupo Plaza”, afirmó una de las personas que investigó junto a Garrido.
Los viajes de Jaime durante 2008 tienen dos particularidades. Una es la falta de información fehaciente sobre quiénes los pagaron. La otra es que, además de Jaime, Reyss y Gouvert, se agregaron tres pasajeras nuevas: Jimena Jaime, Julieta Jaime y Verónica Furlani. Ellas fueron y volvieron del Brasil. Se supone que las dos primeras son las hijas del ex super-secretario y que la última es una amiga de una o de ambas hijas de Jaime.
Una vez que obtuvo los datos de todas las personas que viajaron con Jaime, Garrido empezó a investigar la propiedad de los aviones. Así descubrió que todos los aviones tenían distintos propietarios, quienes a su vez los cedían a las empresas de taxis aéreos para que fueran explotados.
El fiscal después se metió con las empresas que pagaron el paseo. Y así determinó que las firmas de Cirigliano eran las que abonaron la mayoría.
"Estamos en presencia de una unidad de decisión en cabeza de las personas responsables del Grupo Cirigliano, quienes, para esconder la maniobra del pago de dádivas, recurrieron a la utilización de diversas sociedades que conforman ese grupo económico", escribió Garrido en su particular lenguaje de detective administrativo.
También se encontró con que uno de los cheques de uno de los viajes de 2008 fue librado por Aeropuertos Argentina 2000, la empresa de Eduardo Eurnekian.
Garrido mandó decenas de oficios a la Secretaría de Transporte y el Ministerio de Planificación Federal para determinar si los viajes de Jaime estaban debidamente justificados. El fiscal ratificó que los viajes no fueron avalados por autorización oficial alguna. El ministerio de Julio De Vido tampoco ayudó a Jaime: sus autoridades respondieron que no ordenaron ningún acto administrativo que explicara los polémicos vuelos.
Garrido se abocó entonces a confirmar el parentesco o la cercanía de las personas que viajaron con Jaime durante los días de vacaciones de verano de 2007 y la Semana Santa de 2008.
Su pesquisa determinó que, en 2005, Silvia Reyss, para comprar un Peugeot 307 cero kilómetro, puso como garantía el inmueble que Jaime y su primera mujer, Gloria Vílchez, habían adquirido en 2000 con la ayuda de un crédito hipotecario.
También probó que Agostina Jayo, en 2008, presentó como garantía otro domicilio de la señora Reyss para comprar un nuevo Peugeot 307 cero kilómetro.
Después cruzó las tarjetas de crédito de Jaime, Reyss y Agostina y comprobó que todas denunciaban el mismo domicilio. Más tarde confirmó que las dos últimas vivían en la misma casa, y que se podía presumir que Agostina y Lorena bien pueden ser hermanas.
Al final Garrido, en uso del necesario sentido común, determinó que si Jaime, Reyss, Agostina y Lorena Jayo, Dinko James y Jorge Wendel habían viajado juntos los fines de semana de verano, durante Semana Santa y para las fiestas de fin de año, tenían vínculos personales y no de negocios. Y que los viajes, aunque pagados por empresas del Grupo Cirigliano y otras, parecían no de trabajo sino de placer.
En la presentación del dictamen, Garrido afirmó que los hechos configuran el delito de admisión simple de dádivas contemplado por el artículo 259 del Código Penal.
La admisión simple de dádivas tiene una pena que puede ir desde un mes hasta dos años de prisión y la inhabilitación absoluta del funcionario de uno a seis años. Garrido también consideró que la falta era aún más grave, por la sospecha fundada de que Jaime utilizó la dádiva en beneficio propio. Además opinó que lo que había hecho el hombre de Kirchner se podría encuadrar también en el delito de malversación y peculado, porque se había apropiado de bienes, fondos o cualquier cosa de valor en virtud de su cargo.
El fiscal también cargó contra el Grupo Cirigliano, al definir como un acto de corrupción el ofrecimiento de dádivas, favores, promesas o ventajas al funcionario público, a cambio de que este realice u omita cualquier acto en ejercicio de su función.
Garrido entendió que estaba en presencia de "una continuada maniobra de cohecho". Y que también se podía acusar a Jaime de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública que beneficiarían al grupo empresario de dos maneras:
* En sentido positivo: mediante erogaciones estatales a favor de la empresa.
* En sentido negativo: declinando el ejercicio del adecuado control funcional.
La causa ahora está en manos del fiscal Guillermo Marijuán y del juez federal Claudio Bonadío.
Marijuán sostiene que la investigación de Garrido es impecable, y que solo hay que esperar los tiempos procesales para confirmar los datos, aportar más documentación y someter a las partes a su debido proceso.
En el medio de tanta información cruzada, hubo un dato que pasó desapercibido, pero que explicaría el grado de cercanía entre el Grupo Plaza y Ricardo Jaime.
El ex secretario de Transporte, su pareja, las hijas de su pareja y otra parte de su familia, usaron, hasta hace poco, cinco propiedades en el country Cuatro Hojas, de la localidad de Mendiolaza, provincia de Córdoba. Por lo menos uno de esos inmuebles está a nombre de Víctor Astrella.
Víctor Eduardo Astrella es el presidente de Integral Clean, figura en el directorio de Famarast y es uno de los principales accionistas del Grupo Plaza.
Gustavo Gago, vocero del Grupo Plaza, justificó la presencia de Astrella en Mendiolaza, aduciendo que desarrolló tareas en Mercobus, la mencionada empresa de transporte con sede en Córdoba.
Ni bien se enteró de la causa contra el ex incondicional de Kirchner, el ex vicegobernador de Santa Cruz Eduardo Arnold comentó a sus amigos, en Río Gallegos:
-Yo no sé por qué se sorprenden tanto. Jaime se la pasó toda su vida haciendo lo mismo. Una vez le pidió plata a un empresario para irse de vacaciones. Arnold tiene buena memoria:
-Fueron diez mil dólares. Y se enteró toda la provincia. El empresario se encargó de que lo supiera todo el mundo. Pero a él no le importó. A veces me parece que a Jaime no le importa nada.
(*) En la foto que acompaña la nota puede verse a Julio De Vido junto a Claudio Cirigliano.