Por primera vez en varias semanas, el vicepresidente Amado Boudou fue respaldado públicamente por funcionarios kirchneristas en medio de las acusaciones que pesan en su contra por el llamado affaire Ciccone. El apoyo trajo alivio político al titular del Senado, que hasta el momento debió salir a defenderse en una ostensible soledad.
A través del titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, y el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, el Gobierno salió hoy a respaldar al vicepresidente Amado Boudou ante las acusaciones en su contra por el caso Ciccone.
El más enfático y preciso fue el director de la AFIP al señalar que el entonces ministro de Economía "no intervino en el pedido ni en el levantamiento de la quiebra" de la empresa. "Ciccone Calcográfica SA solicitó el levantamiento de la quiebra. No ha sido el (entonces) ministro de Economía, actual vicepresidente quien ha solicitado el levantamiento de la quiebra de Ciccone, no tiene esas facultades", sostuvo Echegaray, quien dio especificaciones "técnicas" sobre la intervención de Boudou en la recuperación de esa empresa.
Con un tinte más político, el vicegobernador Gabriel Mariotto calificó a Boudou como una persona con "gran sensibilidad, un gran compañero y militante", y dijo que la exposición pública del caso Ciccone hizo que el vicepresidente maneje "los tiempos para dar cuenta con mucha responsabilidad de distintas respuestas". Por la tarde, Echegaray convocó a una conferencia de prensa en la sede de la AFIP para explicar cómo fue el proceso que derivó en la quiebra de Ciccone Calcográfica, primero, y su posterior levantamiento, luego de que distintos medios mostraron una carta en la que Boudou presuntamente intercedió por la imprenta.
El funcionario detalló que el 15 de julio de 2010 el juez Javier Consentino aceptó la quiebra de Ciccone Calcográfica, luego de que la AFIP "llevó adelante el pedido" por una deuda tributaria que se remontaba a 2003. Echegaray, quien a diferencia de otros funcionarios del Gobierno aceptó preguntas de los periodistas, señaló que luego se recibió "un pedido de Ciccone para levantar la quiebra mediante un aporte de capital con la cancelación de la deuda tributaria". Ante esta situación, el juez Consentino levantó la quiebra el 3 de septiembre de 2010, lo que motivó que Ciccone solicite un plan de pago ante la AFIP.
Pero como las facilidades que reclamaba la empresa superaban los alcances del artículo 32 de la Ley de Procedimiento Tributario, la AFIP decidió realizar una consulta jurídica al Ministerio de Economía, que debía avalar este pedido de Ciccone. "En la respuesta se instruyó a permitir la continuidad de la empresa, algo que el Gobierno siempre realizó para preservar las fuentes de trabajo", aclaró Echegaray, al justificar la firma de Boudou como ministro de Economía. Consultado sobre cuál fue la facilidad que se le entregó a Ciccone Calcográfica, el funcionario indicó que se aplicó un plan de pagos de "ciento y pico" de cuotas que "están vigentes".
Este plan es el que investiga el fiscal Carlos Rívolo, en la causa que tiene como implicado a Boudou por haber favorecido a la ex Ciccone Calcográfica, cuyo director es Alejandro Vandenbroele, quien a su vez creó The Old Fund, la empresa que habría colocado capital para levantar la quiebra. Vandenbroele estaría vinculado a José María Núñez Carmona, quien es socio y amigo de Boudou, pero según la ex esposa del primero, también es "testaferro" del vicepresidente. En la conferencia de prensa, Echegaray recordó que, "sin consentimiento" de la AFIP, la Justicia entregó "en alquiler" las maquinarias de Ciccone a la empresa Boldt.
"La AFIP le hizo saber al juez (Consentino) que Boldt era una empresa que había sido denunciada por evasión, por la utilización de facturas apócrifas, falsificación de documentos públicos y sellos", afirmó el titular del ente recaudador de impuestos. Esto motivó que la Justicia determinara que Boldt devolviera el equipamiento a Ciccone, que empezó a pagar la deuda lo que es "bueno para todos los argentinos". "Ciccone se está poniendo al día, le dimos un plan que la Ley habilita para poder cobrar y esto lo pusimos a disposición de la Justicia", aseguró, al tiempo que aclaró que si la AFIP no cobra "puede volver a pedir la quiebra".
Echegaray insistió entonces en su defensa de la actuación del actual vicepresidente Amado Boudou y reafirmó que "no gestionó nada en particular y que sólo fue una consulta técnica en los procedimientos ordinarios". En ese contexto, el funcionario nacional eligió cargar contra los medios de prensa y afirmó que existe "alguna intencionalidad política" en la filtración de estas causas. "Los funcionarios del Estado tenemos responsabilidades distintas, tenemos que dar explicaciones ante la sociedad y la Justicia, pero hay que dejar trabajar a la Justicia", sostuvo.
En el mismo sentido se expresó el vicegobernador Mariotto, quien expresó que "todos los hombres que tienen compromiso con esta construcción política de Cristina Kirchner" reciben "una serie de críticas muy groseras y profundas".
(Fuente NA).
Equipo de Política de Tribuna de Periodistas