No es ninguna novedad que el kirchnerismo libra una batalla constante. ¿Con quiénes? Con todos aquellos que se interpongan en sus planes para llevar adelante el “modelo”. Claro, para que esto se entienda bien, primero debería establecerse qué es el tan mentado “modelo”.
Según el Gobierno nacional, en nuestro país se está implementando desde mayo de 2003 un modelo de “inclusión y desarrollo”. Ahora bien, esta denominación “marketinera” que nos presenta el kirchnerismo evidentemente dista mucho de la realidad, ya que más que un modelo de inclusión y desarrollo, lo que se está implementando a las claras es un modelo de extorsión, autoritarismo y populismo; todo esto sustentado a través de la caja.
Es público y notorio, por otra parte, que desde hace bastante tiempo que comienzan a tener graves problemas de caja, hecho que quedó al descubierto inmediatamente después de las últimas elecciones, donde llamativamente después de los festejos del 54% que obtuvo Cristina se empezaron a dar las malas noticias, por ejemplo, la quita de subsidios.
Otro clarísimo ejemplo de ello es la desesperación que tiene el Gobierno por sacarse algunas cosas de encima, por ejemplo, los subtes de la Ciudad de Buenos Aires, sin olvidar los mamarrachos de Guillermo Moreno por tratar de frenar las importaciones y la compra de dólares a cualquir costo.
Por lo tanto, ¿cuál es hoy por hoy el principal problema del Gobierno nacional? Es fácil: económico-financiero, ya que a esta altura se hace más que difícil seguir sosteniendo la fiesta populista.
Ya se ha visto que Repsol-YPF es el blanco a destruir. La intención del gobierno es tratar de hacer caer lo máximo posible las acciones de la empresa petrolera para luego adquirirla.
Pero es evidente que con YPF no alcanza, entonces, haciendo honor al slogan de campaña, implementan el “vamos por más, vamos por todo”. Y, ¿cuál es la próxima víctima, después de la petrolera? El grupo Telefónica, dueño de Telefé y Movistar. No hay que olvidarse que para el kirchnerismo las comunicaciones son algo más que fundamental, y desde hace años están tratando de adquirir, especialmente, “el canal de las pelotas”.
Debido al “apagón” que sufrieran los usuarios de Movistar el lunes 2 de abril, el Gobierno anunció que sancionará duramente a la empresa, cuando ésta comunicó a sus usuarios que serán bonificados de distintas maneras por las molestias causadas. "Lo que existe es un plan de los Kirchner para avanzar sobre Telefónica a través de nuestra empresa", admitió a Tribuna una fuente relevante que revista en esa empresa de celulares.
De manera similar opinó el director de Comunicaciones del Grupo Telefónica, Ramón Ponce Gil, quien advirtió que esas fallas pudieron ser parte de "un sabotaje", ya que “nunca ocurrió esto en 22 años”.
Amén de esos comentarios, llaman poderosamente la atención los siguientes puntos:
1-¿Si el ánimo es sancionar a las empresas, por qué no se procede de la misma manera con TBA por la tragedia de Once donde murieron 51 personas y hubo cientos de heridos?
2-¿Por qué no se toman medidas con Aerolíneas Argentinas, que es lejos la peor empresa que funciona en el país?
3-Es muy llamativo que las autoridades de Movistar no puedan determinar cuál fue el desperfecto que dejó incomunicados a millones de usuarios, ya que cuando hay una falla en el sistema, este se interrumpe solo por zonas y es prácticamente imposible que queden fuera de servicio más de 16 millones de líneas.
4-Las autoridades de Movistar sospechan —en realidad no sospechan, están convencidos— de que fue un boicot.
5-Llama poderosamente la atención que el incidente ocurra justo el día donde los usuarios pueden empezar a disponer de la “portabilidad numérica”. Recordemos, además, que los propietarios de las dos empresas que compiten con Movistar, Personal y Claro, que son de la familia Werthein y del multimillonario mexicano Slim, respectivamente, (este último también propietario de Telmex) tienen una excelente relación con el kirchnerismo.
Y por último, el más sugestivo de los detalles: el interventor de
Si algo hace falta para terminar de armar el rompecabezas, hay que recordar que tanto Repsol-YPF como Movistar, son de capitales mayoritariamente españoles, y en los últimos días el Presidente español anunció que la crisis económica por la que está atravesando España durará por lo menos hasta fines de 2013.
Teniendo en cuenta todos estos detalles, sumados a los antecedentes operativos del kirchnerismo —el Estado se quedó con las AFJP, Aguas Argentinas, la televisación del fútbol y del automovilismo, Aerolíneas Argentinas y próximamente YPF— y que lo que hoy más necesita el Gobierno son fondos líquidos para seguir sosteniendo el “modelo”, es muy difícil creer que el “apagón” de Movistar haya sido producto de la casualidad o una mera falla en el sistema, ¿no le parece?
Pablo Dócimo