El pasado 20 de abril, trascendieron los detalles de cómo el juez Daniel Rafecas —repentinamente célebre por investigar a Amado Boudou en la “causa Ciccone”—, sufrió la embestida del oficialismo a través del representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, Hernan Ordiales.

Este último funcionario avanzó contra el magistrado que tiene en vilo al oficialismo, al acusarlo de "conducta incompatible con el cargo" en el marco de un insólito cruce de mensajes de texto que este mantuvo con un abogado llamado Ignacio Danuzzo Iturraspe. El letrado se presentó ante el Consejo de la Magistratura "y entregó los diálogos que mantuvo con Rafecas, en el que trataron el tema de la causa por la ex Ciccone, en el marco de la investigación por posible tráfico de influencias de Boudou cuando era ministro de Economía", según publicó Tribuna de Periodistas oportunamente.

Ahora, según ha trascendido, la estrategia de Ordiales de avanzar contra el juez que molesta al oficialismo, le ha abierto la puerta a un nuevo mundo, el de Puerto Madero.

Es que, según publicó diario Clarín este domingo, el "consejero" estuvo indagando por esa zona, intentando averiguar por algún departamento vacío cerca del edificio River View, donde Boudou tiene una propiedad que está —teóricamente— rentada por el fantasmal Fabián Carosso Donatiello. El relato que hace el matutino sobre esa anécdota es de novela:

El 4 de abril pasado Ordiales llegó pasadas las 13 a ese edificio de Juana Manso 740 donde tienen un departamento Boudou y su socio y amigo José María Núñez Carmona. A Ordiales lo acompañaba su actual pareja. Ambos buscaban información en un IPad. Frente a la entrada principal estaba, como lo había hecho el día anterior, un fotógrafo de guardia. Rolando Andrade, es ecuatoriano y desde hace 17 años trabaja en la Argentina. Es colaborador de los diarios Clarín y Página/12. Pasa mucho tiempo frente a los Tribunales de Comodoro Py y conoce a gente relacionada con la Justicia. Aquella tarde llevaba unas cuatro horas apostado frente al edificio. El día anterior había estado de guardia diez horas y no había sucedido nada.

Ese miércoles Andrade vio una cara que le resultó familiar. Primero le sacó fotos y luego le preguntó a Ordiales si era juez. El funcionario le explicó que era consejero de la Magistratura y quiso saber para quién trabajaba Andrade y qué estaba cubriendo. El fotógrafo le contó que se suponía que podía haber un allanamiento en ese edificio y que trabajaba para los dos diarios. Ese día y el anterior estuvo allí para Clarín.

Según Andrade, Ordiales y su pareja se fueron del lugar luego de decirle que se habían equivocado de edificio. Horas más tarde, el allanamiento se realizó y Andrade tuvo las fotos. Es decir que la casualidad hizo que Ordiales estuviera un rato antes en el edificio que la Gendarmería iba a allanar para buscar pruebas de la relación entre Boudou y Alejandro Vandenbroele, denunciado como su testaferro.

Debe mencionarse a esta altura que Ordiales es el mismo que salvó en más de una oportunidad a Norberto Oyarbide, el juez más denunciado ante el Consejo de la Magistratura por su presunto mal desempeño.

También debe recordarse que en Puerto Madero viven varios funcionarios —y ex funcionarios— del kirchnerismo. De hecho, la propia Cristina Kirchner compró hace unos meses un inmueble en el mismo edificio en el que vive Amado Boudou, al módico precio de 9 millones de pesos.

¿Será una devolución de favores lo de Ordiales o solo una coincidencia?

Equipo de Política de Tribuna de Periodistas