Este miércoles se hizo público un diálogo vía sistema de mensajería de texto entre smartphones entre el juez que lleva la causa de Boudou-Ciccone y el abogado de uno de los socios del vicepresidente, Ignacio Danuzzo Iturraspe, representante de José María Núñez Carmona. Allí, se intercambian datos de la causa por la ex Ciccone, donde este parecería sugerir estrategias de defensa.
La maniobra de Núñez Carmona y Danuzzo Iturraspe, por estas horas tiene que ver con la clara destitución del juez y también llevar adelante una defensa indirecta hacia Boudou, ya que este aún no se encuentra acusado en la causa, por lo que no puede pedir ningún tipo de medida.
Danuzzo Iturraspe —quien con esta presentación dejó demostrada su amistad personal con el juez Rafecas— se presentó el lunes ante el Consejo de la Magistratura y entregó los diálogos que mantuvo con el magistrado federal, en el que trataron el tema de la causa por la ex Ciccone, en el marco de la investigación por posible tráfico de influencias de Boudou cuando era ministro de Economía.
El diario Página/12 difundió la conversación privada e indicó que allí hablan sobre el dictamen de la AFIP en el caso, mientras que el juez señala que la declaración de la ex esposa de Alejandro Vandenbroele era “nula”. Es por eso que el abogado se sorprende cuando allanan la casa de la mujer. Consultado por Página/12, Rafecas reiteró que conoce al abogado hace veinte años y que mantuvo “un intercambio de opiniones en términos estrictamente personales. Cuando advertí que empezó a derivar a una función de lobby, cambié la actitud y se terminó el contacto” y agregó que pudo haberse “excedido en alguna palabra o comentario informal debido al malestar que me causaba lo que hasta ese momento consideraba una causa puramente mediática”.`
“Es un amigo que tenía el afecto de toda mi familia y me vino a consultar muy al comienzo de la causa por su situación personal, ya que se había prestado a figurar como director suplente en una de las empresas vinculadas con la investigación”, agregó Rafecas en relación a la conversación con Iturraspe.
Además, el abogado de José María Núñez Carmona, Diego Pirota, pidió ayer la nulidad del allanamiento al departamento del vicepresidente en Puerto Madero que la Justicia realizó el miércoles pasado, al considerar que se utilizaron pruebas "viciadas" para realizar el operativo.
A pedido del fiscal Carlos Rívolo, Rafecas ordenó el miércoles pasado el allanamiento del piso 25 del departamento de Juan Manso 740, propiedad de Boudou, que le alquiló al abogado Fabián Carosso Donatiello.
En el lugar se encontró que el vínculo con la administración del edificio y el pago de las expensas de agosto 2011 lo había hecho Alejandro Vandenbroele, dueño de la ex Ciccone y a quien se investiga si fue beneficiado por el vicepresidente, por lo que se sospecha que vivió en ese mismo lugar.
Si bien el pedido de anular el allanamiento por parte de Núñez Carmona y su letrado es viable, ya que como parte de la causa puede hacerlo, llama la atención la estrategia, teniendo en cuenta que el allanamiento no lo involucra a él en forma directa.
Hay que recordar que el vicepresidente siempre aseguró no conocer a Alejandro Vandenbroele —ya imputado en la causa que lo investiga— supuesto dueño de la ex Ciccone y presunto socio y testaferro de Boudou. Sin en cambio admitió ser socio y amigo de José María Nuñez Carmona desde los siete años, y quien por estas horas se encuentra señalado como presunto gestor de la operación Ciccone, e investigado en la quiebra de la ex imprenta que fue levantada por la firma The Old Fund, vinculada a Boudou y su círculo de amistades. Sin embargo, el vicepresidente dijo no saber qué gestiones hizo su íntimo amigo con Ciccone. “Lo desconozco”, dijo en una entrevista realizada por Página/12 el mes pasado.
Ambas tácticas, pergeñadas por parte de la defensa a Boudou “por elevación” y que viene gestionando Núñez Carmona, no solo dejaron expuesto el interés del vicepresidente para despegar al juez de la causa —dejando claro que está más complicado judicialmente de lo que se esperaba—, sino la liviandad e impericia con la que graves causas judiciales suelen llevarse adelante.
Carlos Forte
Twitter: @fortecarlos