¿La expropiación de YPF supone el cierre definitivo e inexorable de las oportunidades de inversión en la Argentina, como plantean algunos? La pregunta la arroja consultora Analytica y la responde con claridad: "Esta semana los datos de inversión extranjera directa (IED) de la CEPAL parecerían abonar esta hipótesis. En 2011 la IED aumentó 31% en Latinoamérica, que fue la región de mayor crecimiento a nivel global. El aumento de la inversión externa en la Argentina fue de apenas 3%, alcanzando usd 7.243 millones. En el ránking quedó sexta, detrás de Perú".
Sin embargo, analizando en detalle los datos, aparecen elementos que relativizan esta hipótesis de la Argentina fuera del mundo. En primer lugar, la IED de 2011 superó los niveles los alcanzados en otros años de la década, con excepción de 2008 (usd 9.730 millones).
Además, más de la mitad (55%) de estos flujos correspondió a nuevos aportes de capital (frente a 46% del promedio latinoamericano), y 31% fueron reinversión de utilidades. En este último caso, la CEPAL advierte que la tendencia a la repatriación de ganancias es creciente, respondiendo a la mayor cantidad de activos acumulados en la región y al aumento de la rentabilidad. "Las rentas de IED transferidas a los países de origen se han incrementado desde usd 20.000 millones anuales entre 1998 y 2003 hasta usd 84.000 millones anuales entre 2008 y 2010", dice el informe.
Según Analytica, la inversión de capitales nacionales seguirá creciendo y liderando el proceso. El caso YPF incluso puede ser un disparador ideal para la inversión extranjera. Porque las oportunidades de negocio en el petróleo y el gas son enormes, y los capitales, foráneos. La Argentina cuenta con la tercera reserva mundial comprobada de “shale gas”, un tipo de energía que abarató enormemente el costo del gas en los Estados Unidos en apenas cuatro años.
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Equipo de Economía de Tribuna de Periodistas