El subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta, recomendó hoy a los dueños de Edesur a "analizar la situación de todas sus empresas de manera integral", en vez de sugerir un aumento tarifario.
"Endesa tiene que analizar la situación de todas sus empresas de manera integral", sostuvo el funcionario, al salir al cruce de declaraciones del presidente de la italiana ENEL, Fulvio Conti, en las que sostuvo que "estamos experimentando un momento de dificultades en el frente de las tarifas".
La empresa italiana ENEL controla a Endesa desde 2009 y ésta, a su vez, a Edesur.
En un comunicado, Baratta recordó que en Argentina "Endesa es un grupo compuesto por seis empresas que actúan en diversas áreas del sector energético como generación hidroeléctrica, térmica, transporte, distribución y comercialización de energía".
"Si tomamos las tres principales empresas (Edesur, Chocón y Costanera), Endesa ganó desde 2003 alrededor de 374 millones de dólares" en la Argentina, enfatizó.
En el mismo sentido, el funcionario explicó que "si tomamos las ganancias que tuvieron desde las privatizaciones en 1992 hasta el estallido de la Convertibilidad, Endesa obtuvo en ese período una utilidad de 800 millones de dólares".
"Es decir que recuperó, en algunos casos con creces, la inversión inicial para adquirir las compañías, habiendo transcurrido apenas algunos años de los plazos de las concesiones, que en el caso de Edesur se extiende hasta 2087", añadió.
Baratta recordó que "desde 1992 Endesa tiene un contrato de concesión en Edesur para operar el servicio de distribución de energía eléctrica por 95 años, que puede ser prorrogado por 10 años más, lo que implicó darle a la concesionaria un marco extenso en el cual pueda operar y prever las condiciones para la realización de sus inversiones, obteniendo una rentabilidad razonable de acuerdo a las condiciones del negocio".
"Por lo tanto, es necesario poner en la balanza lo que pasó en los primeros 20 años de la concesión, porque se trata de negocios de largo plazo en el que no puede primar la lógica de la ganancia inmediata, más cuando ya se ha recuperado la inversión, se han girado dividendos mientras la compañía mantiene su valor patrimonial", concluyó.