Psicosis, violencia, tráfico de influencia, negocios del Estado para amigos, patrimonios inflados y una justicia ausente. La historia de Laura Elías trasciende el drama personal, supera la esfera de lo privado para reflejar la cara más oscura del submundo político. Ante las constantes presiones judiciales del diputado José Ottavis, TDP ha decidido publicar esta crónica para resguardar la seguridad personal de los testigos y por el derecho supremo que significa expresarse libremente.
De
La primera vez que la entrevisté en radio, Laura se soltó. Hacía menos de seis meses que había hablado, en los medios, de la violencia física y psicológica que venía sufriendo de parte de su ex marido, el diputado provincial del FPV, Jose Ottavis, uno de los máximos referentes de
Para ser exactos, a su único hijo lo volvió a ver tan solo unos segundos el viernes 28 de septiembre de este año cuando le fue a llevar un regalo y unos caramelos al colegio
Ese mediodía, en la puerta del concurrido establecimiento educativo, Laura estuvo a centímetros de distancia de recibir el saludo de “F” hasta que Víctor Leyes, supuesto chofer personal del diputado, la apartó de una trompada en el estómago, según la denuncia efectuada en la comisaría correspondiente por la víctima, ante el susto y la indiferencia de los allí presentes. “Corre, corre”, le gritó al niño, el correntino empleado de FONCAP desde su 1,8, su cabellera enrulada y sus 30 y pico de primaveras encima. El niño, asustado, obedeció las órdenes, mientras pedía por su madre. Laura temió que su hijo cruzase una Ayacucho repleta de automóviles a las 13 horas de un viernes cualquiera. El encargado de seguridad del
Oficialmente, el colegio no quiso responder a las requisitorias periodísticas mediante evasivas o, directamente, cortando la comunicación telefónica abruptamente. Anteriormente, según el entorno de Elías, los directivos del colegio no quisieron mostrarle el boletín del alumno ni tampoco le informaron a la madre sobre las constantes y sucesivas faltas por el delicado estado de salud psicológica que tendría el menor. Aunque el colegio termine negando que Marta Calviño se desempeña en dicha institución, su FACE y los comentarios efectuados en
Sin Leyes
“No te metas con él, sabes que es un boludo” le habría contestado el diputado José Ottavis a la propia Elías, la mañana del viernes 5 de octubre, minutos después que este cronista se comunicara con su supuesto chofer, Víctor Leyes. Señalado por amigas de Elías, como la propia Laura Muñoz, ex mujer de Alejandro Vandenbroele que sufrió amenazas y aprietes similares a la protagonista de esta historia, el joven Leyes fue quien golpeó y empujó a la madre de “F” el pasado viernes. Sobre él, también pesa una denuncia policial por un hecho ocurrido tres años atrás cuando el correntino fue a buscar a “F” sin el consentimiento de su madre y lo llevó a Quilmes, a la casa de los padres de la actual diputada nacional, Mayra Mendoza, líder de
Mendoza era la novia de Ottavis, en aquel entonces. Víctor Emilio Leyes (Ver anexo al pie de la presente), según los registros oficiales, figura como empleado del Fondo de Capital Social (FONCAP) dependiente del Ministerio de Economía y que presidió hasta asumir el cargo de diputado, el propio Ottavis. Leyes está autorizado formalmente a retirar a “F”, pero ¿cómo realiza tal diligencia, se presenta como chofer personal de Ottavis y trabaja en el FONCAP al mismo tiempo? No solo eso. Leyes, un viejo conocido de Monte Caseros de Corrientes, pueblo en que Ottavis vivió en su adolescencia, como relata la periodista Laura Di Marco en su último libro, también preside
“Me hizo mucho daño y quiero que me respetes, no voy a hablar, el padre ya lo sabe”, solo respondió nervioso. En ATTOLLO S.A. lo secunda, como vicepresidente, Alesio Rosales, quien trabaja en el despacho de la diputada Mendoza. Los hermanos Rosales, Mauri y Manano, han recorrido América Latina como se observa en la foto y otro de ellos, Mauri, se desempeña en el FONCAP. Según fuentes periodísticas, el ex prensa del legislador Juan Cabandié, hoy operador de Ottavis, “Maxi Diorio” asegura que “es todo mentira” y que tienen el registro de lo sucedido por las cámaras de seguridad de la ciudad. ¿Cómo tuvo acceso tan rápidamente un diputado provincial a las supuestas cámaras de seguridad de la ciudad de Buenos Aires? Para algunos colegas, se trata de una chicana. Sin embargo, en las redacciones periodísticas, luego de difundirse la entrevista que Laura Elías realizó en Ahora es Nuestra
Una de cal y 10 de arena
Jorge Lanata suele argumentar que desea que su programa logre romper el miedo. Está claro que muchos colegas no le hacen caso. No es intención de esta crónica generar una polémica innecesaria pero la víctima de esta historia recibió respuestas poco felices de periodistas de medios gráficos. “Me dijeron que estabas loca pero parece real lo que te pasó” le dijo un joven colega hace poco a Laura Elías luego de una extensa entrevista en su domicilio.
“No te tuve en cuenta para la investigación porque me dijeron que no te llame”, le dijo otra colega sorprendida por la terrible historia de violencia de género que sufre desde hace años Elías. Otra colega la llamó asiduamente la última semana para pedirle que se notifique del reclamo judicial de Ottavis “así publicamos y nosotros estamos protegidos”.
“Su chofer me pega, él me pegó durante años, me saca a mi hijo y encima me demanda por daños y perjuicios” ¿Es un chiste? Uno más, como el que le habría dicho a un asesor del diputado a un colega que ejerció correctamente la profesión como Nicolás Wiñazki —protegió a Laura Muñoz en varias ocasiones— “estas cosas, a José lo dejan mejor parado arriba”.
En la próxima entrega de esta investigación, el pasado de Elías, los punteros de
Luis Gasulla
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