PARA HUGO: Efectivamente, a mi no me consta que el gobierno cumpla con nada que signifique desprenderse de dinero que no sea para su exclusivo beneficio político o el de su agencia de colocaciones. Del veto del 82% de los jubilados para abajo, pasando por incumplir los fallos de Suprema Corte que los obliga a actualizar haberes de nonagenarios que se mueren sin percibirlos, tanto como hambrear las provincias escamoteando los dineros de la coparticipación, creo que es claro motivo para sospechar que en materia de “efectivo”, no es justamente el Ejecutivo, puntual y cumplidor para atender las obligaciones presupuestarias o institucionales. Volviendo ahora al resto de su comentario, la Constitución de 1853 reconocía al Estado el derecho de intervenir en los asuntos de la Iglesia al proponer o designar a los obispos cuando una sede quedaba vacante. Eso fue conocido como la institución del patronato. El ÚNICO concordato entre el Estado argentino y la Santa Sede es el de 1966 y no esconde oscuros manejos de intereses o espurias prebendas, como tendenciosamente usted sigue insistiendo en el insidioso relato. Simplemente reafirma los principios del Concilio Ecuménico Vaticano II con el Estado Argentino inspirado en el principio de la libertad reiteradamente consagrado por la Constitución Nacional y a fin de actualizar la situación jurídica de la Iglesia Católica Apostólica Romana, que el Gobierno Federal sostiene. Y acuerda que el nombramiento de los obispos se torna desde esa fecha como una decisión completamente circunscripta dentro de la órbita eclesial. Cuando una jurisdicción eclesiástica queda vacante, el nuncio apostólico, representante del Papa en el país, realiza de forma confidencial una ronda de consultas a actores religiosos relevantes para proponer o designar a los obispos. Luego informa reservadamente al Gobierno sus intenciones y proyectos a fin de conocer si éste tiene observaciones legitimas. De no existir, el cargo queda cubierto. Quizás el que deba asesorarse que, a pesar de todo y mal que le pese, según datos fidedignos, el 89,25% de los argentinos todavía son católicos, es usted. Dentro de la diversidad, aprenda a respetar los cultos con los que usted no profesa o simpatiza.

en un ESTADO LAICO el presidente no tiene nada que hablar en una iglesia! FUERA LA IGLESIA DEL ESTADO!

En cualquier momento le aparece la AFIP y su enjambre de inspectores a la Virgen de Itatì. No es extraño.

89,25% de los argentino son catòlicos? Naaaa.. esa cantinela ya es demasiado vieja y perimida. Catòlicos declamativos. Pero practicantes pocos y ninguno. En las iglesias van 4 jovatas. En cambio en otros cultos se llenan los templos de fieles.

que estupidez que publican. se le cedió el lugar y ceremonial con buen tino eligio fuera para que todos la vieran y no solo unos pocos ¿por las dudas este medio es de Clarin?