El 8 de noviembre se acerca cada vez más rápido y las sospechas y temores se hacen notar de los dos lados: tanto el sector del gobierno, como el de los manifestantes. El kirchnerismo muestra preocupación por que sabe efectivamente que la marcha será masiva.
A su vez, los manifestantes sospechan que desde Casa de Gobierno van a "infiltrarlos" con personas que se abocarían a generar incidentes y estropear la movida (ver Storify al pie). Los temores no son nada infundados, ya que existió una idea por parte de grupos ultra K de organizar una contramarcha, la cual fue desestimada por Cristina Kirchner.
Luego del fracaso que han significado ese tipo de movidas, especialmente las llevadas adelante por Luis D'Elía y otros piqueteros K, el oficialismo ha optado por otra estrategia, menos lesiva para la imagen presidencial. Según pudo saber Tribuna de Periodistas, se harán importantes anuncios en los días previos a la marcha para quitarle fuerza.
A ello se suma una inquietante movida judicial que involucra a este y otros portales de noticias. Pero no habrá acciones directas sobre los que marchen por parte del Gobierno.
No obstante ello, el temor de los manifestantes sigue intacto y puede verse en los mensajes que se dan a conocer en las redes sociales. Lo mismo ocurre con los resquemores de los grupos alineados al kirchnerismo:
Carlos Forte
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