El diputado Martin Sabbatella fue designado como verdugo de Clarín por el cristinismo duro, su disposición al oficialismo lo hace funcional a los K, su pasado ideológico comunista le da la dureza necesaria para cortar cabezas sin hesitar; un todo servicio listo para mostrar su peor cara. Para él una oportunidad de oro para posicionarse arriba, para otros el idiota útil de turno, sólo carne de cañón de la madre de todas las batallas: el gobierno contra Clarín.
Sabbatella tiene una veta autoritaria subyacente detrás de su aspecto inofensivo: siempre rechazó el debate, despreció a sus oponentes, y utilizó la mano de hierro contra su tropa; Martín es el encargado de devolver el contragolpe del 8N con un escarmiento ejemplar el 7D.
En Morón la plaza central juntó a unos centenares de vecinos desprovistos de tinte político que caceroleaban con mesurada indignación. El sabbatelismo local la sigue sacando barata, su pseudoprogresismo es puro discurso simbólico, ya que pontifica ser el bien pero no lo vive, es dialéctico pero no pragmático, Sabbatella es la encarnación de esa doble moralina, de ese ardid.
El trabajo sucio del hijo bastardo
Aunque Sabbatella haya puenteado la identidad peronista saltando directamente al ultrakirchnerismo de “Unidos y organizados”, no deja de ser un bastardo político injertado y ajeno al pensamiento peronista, hoy utilizado como fusible y gendarme contra el grupo Clarín.
El presidente el AFSCA maneja un reducto privilegiado de súper sueldos de más de 5 dígitos para su séquito, bajo el paraguas de reestructuración del organismo Sabbatella reparte cargos gerenciales a sus amigotes más cercanos: 42 millones de pesos parece demasiado presupuesto para un organismo que no debería producir ningún gasto importante.
Hay una importante mordida por la operación de la compra de medios por parte del empresario K Cristóbal López a Daniel Hadad (Pop, Vale, TKM, Mega, Radio 10, C5N): 40 millones de dólares en juego es demasiado dinero y hay otros negociados más relacionados al tan temido 7D que pasaran por la mano del diputado con licencia.
El inquisidor del 7D pautó siempre al grupo Clarín
La doble moral de Sabbatella durante una década de gestión pagó cifras millonarias anuales al grupo Clarín para asegurarse buena prensa de primera plana.
Este año, su subalterno el intendente de Morón Lucas Ghi renovó esas pautas lo cual indica acuerdos inamovibles cuya letra chica desconocemos. Pautas a Clarín zonal y nacional se pagan a través de Héctor Drazer.
Según fuentes reservadas Sabbatella arregló en forma solapada un acuerdo de mesa chica con sectores del grupo Clarín para seguir manteniendo en los medios una buena imagen de administrador. Un periodista nacional y otro local habrían gestionado el pacto. Cristina debería investigar si Martín no la está traicionando por debajo.
Medios genuflexos de Morón: el felpudo rentado
La camada de periodistas y operadores de prensa, dueños de medios locales se han alineado inmediatamente firmando un comunicado conjunto en medios locales que suena a toda una claudicación; allí apoyan a Sabbatella en su nuevo rol para poder asi continuar recibiendo las suculentas y desproporcionadas pautas locales.
Los mensualizados de Morón que firmaron la solicitada cobran hace más de una década pautas mensuales de hasta 5 dígitos: Supercanal, El diario, Comunas, Crónica TV, FM en Tránsito, GBA, Adrián Noriega, y otras excelencias encabezan el comunicado reclamando “aplicar” —cómo suena a derecha— la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual a fin de blanquear su maridaje oficialista y su servilismo mercantil. El escrito huele a instigación a reprimir la prensa disidente en sintonía fina.
Todos los firmante son cómplices del desgobierno local y no representan en absoluto al periodismo independiente; que ha quedado reducido a 5 o 6 colegas; el resto ha aceptado el yugo del silencio y la complicidad a cambio de la bolsa de Judas: antes vestían alpargatas jeans gastados yun morral deshilachado, hoy manejan autos de alta gama, viven en countries y vacacionan en Europa: pájaros de un mismo plumaje se juntan
La interna periodística moronense en torno al 7D se ha puesto caliente: un director de medio gráfico local trompeó a otro director gráfico luego de un feroz cruce verbal relacionado al tema.
“La conspiración golpista” de las cacerolas de teflón y los dislates K
Los cráneos pseudointelectuales del cristinismo confeccionaron un disparatado gráfico relacionando al grupo Clarín y Nación con el PRO, el rabino Bergman, López Murphy, la dictadura militar, la Sociedad rural, Elisa Carrió, el neonazi Biondini, Cecilia Pando, Patricia Bulrich, diarios como Urgente 24 y Seprin, el periodista Christian Sanz e incluso el gurú Ravi Shankar: la paranoia K intenta fundamentar que existe un golpismo creciente, se está hostigando a los disidentes a través de las redes sociales con amenazas de denuncias penales.
Sabbatella tiene su propio organigrama de periodistas en Morón a quienes comenzarán a presionar y perseguir.
La fantasía de jugar al cruzado mediático
La falta de oposición real, ausencia de la justicia, inercia de los concejales y la compra de la prensa son la causa de que hoy emerja desde Morón hacia el AFSCA un personaje como Sabbatella: mediocre intelectualmente, muy perverso políticamente y ambicioso sin escrúpulo en un país normal, estaría más cerca de la destitución y la cárcel que del cargo: durante su gestión en Morón se abrieron 250 prostíbulos, muchos con menores de edad de trece a quince años. “En cristilandia” la fantasía virtual tiene su tridimensionalidad, Sabbatella es la prueba, ¿será justicia?
Para concluir, el nuevo lema del 7D K es “con la democracia no se jode: todos con Cristina, Unidos y organizados”; y el del 8N “con la Constitución no se jode, todos contra Cristina, unidos y en libertad”, con semejante polaridad se avizoran tiempos tormentosos en el horizonte y con pronóstico reservado.