En las últimas horas, se conoció un duro fallo del juez Thomas Griesa que ordena a la Argentina pagarles 1.330 millones de dólares a los “fondos buitre” el 15 de diciembre y ello impulsó la vieja pero insistente pregunta: ¿Hay riesgo de caer en default técnico?

El diario británico Financial Times da cobertura a la noticia —a la que titula "Ordenan a la Argentina pagarle a los fondos buitre US$ 1,3 mil millones"— y advierte que "la medida, tomada el miércoles por la noche en Nueva York, aumenta la posibilidad de que Argentina entre en default una vez más". Lo mismo aseguran matutinos influyentes de la talla del estadounidense The Wall Street Journal.

¿Es así, hay riesgo de que esto ocurra? Depende siempre de la decisión del gobierno argentino de pagar o no a los bonistas que no ingresaron al canje de deuda. En ese sentido, llama la atención que se hable de que el BCRA desborda de dólares —supuestamente hay más de 40 mil millones de billetes verdes— y no se destine una porción de estos para resolver un problema que podría traer grandes dolores de cabeza al país en el corto/mediano plazo.

No se trata solo de una “avivada” de Cristina hacia quienes no aceptaron el canje, sino de cómo queda la imagen del país ante el mundo a futuro.

Todo parece indicar que, al igual que las estadísticas del Indec, el BCRA no tiene los dólares que debería ni la economía se encuentra tan bien como asegura la Presidenta. Ello lleva a una sola conclusión: la Argentina efectivamente se encamina a un default técnico. No será como en los días de Adolfo Rodríguez Saá, donde un presidente electo se jactaba de no pagar las deudas, sino de la caída en desgracia “de facto”.

Tribuna de Periodistas advirtió que esto ocurriría hace nueve días, al publicar un documento que advertía que “Sobrevuela el fantasma de la caída en default técnico argentino”. Allí se anticipó el fallo adverso que vendría por parte de la Justicia norteamericana.

No se trata de una situación imprevista, sino de una sucesión de acciones que llevaron a que sucediera lo que finalmente ocurrió. El portal Infobae oportunamente hizo una descripción cronológica muy clarificadora:

-23 de diciembre de 2001: la Argentina, durante la fugaz presidencia de Adolfo Rodríguez Saá, declara el cese en el pago de la deuda externa, que ascendía a 130 mil millones de dólares. El Congreso aplaude de pie la decisión.

 -12 de diciembre de 2002: el entonces gobierno de Eduardo Duhalde anuncia que sólo pagará intereses de la deuda externa, sin utilizar reservas del Banco Central.

-Septiembre de 2003: ya con Néstor Kirchner como presidente, el país firma con el Fondo Monetario Internacional un acuerdo Stand By a tres años, en el marco de una negociación compleja y tirante.

-22 de septiembre de 2003: el ministro de Economía, Roberto Lavagna propone una reestructuración de la deuda, que incluye una quita del 75 por ciento y es rechazada por los acreedores.

-1de junio de 2004: el gobierno argentino anuncia la "propuesta de Buenos Aires" para reestructurar los pagos de esa deuda. Redujo la propuesta de quita del 75% a promedios entre el 63% y el 45%.

-Septiembre de 2004: la Argentina interrumpe las negociaciones con el FMI hasta tanto finalice el proceso de canje.

-14 de enero de 2005: se lanza oficialmente la operación de canje de la deuda en default, luego de las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de los recursos judiciales interpuestos por los "fondos buitres".

-15 de abril de 2005: finaliza el primer canje de deuda. La Argentina renegocia unos 81.800 millones de dólares y logra una adhesión del 76,15 por ciento. El resto mantiene sus reclamos.

-03 de enero de 2006: la Argentina cancela su deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) concretando un pago anticipado de 9.530 millones de dólares, un pasivo contraído entre enero y septiembre de 2001, con vencimientos programados hasta el 2009.

-31 de enero de 2007: Argentina y España firman un acuerdo de reestructuración de la deuda, asociada al préstamo que España realizó en marzo de 2001, durante la XVI Cumbre Iberoamericana. El monto alcanza los 982,5 millones de dólares.

-2 de septiembre de 2008: la presidente Cristina Kirchner resuelve cancelar la deuda de 6.706 millones de dólares con el Club de País con reservas internacionales del Banco Central.

-15 de septiembre de 2008: Cristina Kirchner anuncia que en conjunto con tres bancos se estudiaba la posibilidad de resolver la deuda con los acreedores que no habían ingresado en el canje de 2005.

-9 de octubre de 2009: el entonces ministro Amado Boudou anuncia la reapertura del canje de 20.000 millones de dólares de deuda para los holdouts que no habían aceptado las condiciones de 2005.

-14 de diciembre de 2009: se crea el "Fondo del Bicentenario para el Desendeudamiento" a través de un decreto de necesidad y urgencia. Dispone el uso de 6.569 millones de dólares del Banco Central de la República Argentina para el pago de la deuda en el año 2010.

-15 de abril de 2010: se lanza oficialmente el nuevo canje de deuda, con una quita promedio del 66,3% para inversores institucionales, y del 50% para los restantes. La oferta final indicaba que Argentina terminaría pagando 10.500 millones de dólares por los 20.000 millones de dólares impagos.

-23 de junio de 2010: la Presidente anuncia la finalización del segundo canje de deuda, con una aceptación del 66% de los tenedores de bonos defaulteados. "Hoy es el día del desendeudamiento nacional e internacional", aseguró junto al entonces ministro Amado Boudou.

-26 de octubre de 2012: la Corte de Apelaciones de New York realizó un dictamen en el cual se considera que la Argentina cometió una discriminación con los fondos buitres y los demás bonistas que decidieron no participar de los canjes de deuda en los años 2005 y 2010. Ratficia así la decisión del juez Thomas Griesa realizada en febrero.

-22 de noviembre de 2012: Griesa ratifica que la Argentina debe pagar el 100% de la deuda que mantiene con los bonistas que no ingresaron a los canjes de deuda.

Ante este panorama, el futuro de la Argentina no parece muy promisorio. Cada día sube el riesgo país y las calificadoras de riesgo internacionales ponen a la Nación en los mismos sitiales que en 2001. Lo que sigue, es fácilmente predecible. ¿O no?

Carlos Forte
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