Desde mi llegada a Resistencia, Chaco, donde viajé para presentar mi libro "El negocio de los Derechos humanos" e investigar sobre una próxima obra sobre el modelo K, experimenté extrañas coincidencias. Autos que seguían mis movimientos, periodistas infiltrados en conferencias de prensa que iban, solamente, para provocar al invitado, funcionarios que dejaban mensajes peligrosos en medios de comunicación local y un apriete, liso y llano, con todas las letras.
El periodismo en provincias como el Chaco es una profesión de riesgo. No para todos. Uno de los periodistas presentes en la conferencia de prensa realizada para presentar mi libro, me exigió que regresase a la ciudad pues "un porteño no podía hablar de su tierra".
El hombre pertenecía a Diario Norte, el matutino que recibe el grueso de publicidad oficial. Ese día, la AFIP desembarcó en la única librería donde se vendía mi libro y demoró la instalación de una mesa expositora lo suficiente para que nunca llegasen al Salón. La "Gestapo" de la economía argentina, hacía de las suyas una vez más.
Ese mismo día, cortaron abruptamente la transmisión del programa de radio del colega Roberto Espinoza, Palabras encontradas, por Radio Resistencia. La entrevista, tan anunciada, no se pudo realizar.
El viernes 22 volví a ser invitado sin anunciarlo previamente. El conflicto docente era la noticia del día. En el final de la emisión hablé de mi libro, pero una patota liderada por dos punteros locales, Tito López y Tiso Talavera, se instaló en la puerta de la radio exigiendo mi presencia. Los referentes ingresaron al estudio, invitados por el director de la radio, Atilio Gutiérrez y, uno de ellos, exigió una rectificación pública pues "vino a manchar a nuestra provincia, alguien que quiere que los chicos estén desnutridos y le jode que ahora tengan pancita" (SIC).
El diálogo fue estéril cuando López afirmó que "no volvés a Buenos Aires, y claro que te amenazo, la vereda es pública y de acá no salís". El apriete salió al aire. La Policía intervino pero, en vez de tomar los datos de los dirigentes sociales, se interesaron en cómo había llegado a Resistencia y hacia dónde iría en los próximos días.
A Talavera le dije que aparecía mencionado en el libro por apretar trabajadores y por los extraños hechos que sufrieron los mismos por los que sus vidas corrieron peligros. Su respuesta fue contundente: ¿Y qué querés que hiciese? No querían trabajar".
Luis Gasulla
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